QUÉDATE

Lucciano recibió a la familia Pierre y Berlusconi que llegaron al mismo tiempo.

— ¿Lucciano cómo estás? ¿Que le sucedió a mi hija?.

Preguntó Pierina.

Todos esperaron respuestas.

— Estábamos en la playa y se torció el tobillo, nada grave.

Lucciano caminó para subir a la habitación de Luggina, pero nunca se imaginó encontrarla así.

Luggina estaba de espaldas solo en bragas, pues estaba lista para meterse al baño, no había reparado en el tiempo transcurrido.

De pronto escuchó abrirse la puerta, se gira de una, y cae de bruces.

Lucciano corrió y la alcanzó para que no se golpeara

— ¡Te tengo! — Luggina estaba encima de él, sin ropa, sintiendo las manos de Lucciano sobre su espalda, su piel ardía y sus ojos estaban conectados en esa mirada magnética.

— ¡Suéltame! — Titubeó Luggina tragando grueso.

Lucciano subió su mano muy despacio por esa espalda tersa, sin dejar de mirarla, y agarró su nuca y la guió hasta su boca, uniendo sus labios en un profundo beso.

Lucciano saboreo cada beso qu
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