El día de familia llegó. Todos estaban en el jardín. — Mamá Alexa ¿Donde está mi papá?Preguntó Luggina por Alessandro.— En la oficina mi niña, está con tus Abuelos.A Luggina le brillaron los ojos de felicidad al saber que sus abuelos estaban ahí.— ¿Cuando llegaron? No me avisaron, para recibirlos.— Hace una hora, querían darte una sorpresa.— Pues me la dieron, voy a verlos.Luggina corrió al interior de la sala caminó a prisa y se detuvo en seco al escuchar a su abuelo decir algo que llamó su atención.— Alessandro, tienes que destruir toda esa información, antes de que mi nieta tome posesión de todo. Ella no puede saber nada de esa investigación.— Lo sé, padre pero hoy no será, ya mañana me pongo en eso por qué mi hija ya tomará su cargo el lunes. — Entonces hazlo esta noche, mi nieta no puede saber lo que sucedió.Luggina se retiró muy de prisa antes de ser descubierta, subió a su habitación y fue directo al baño, y devolvió hasta lo que no tenía.Cepilló sus dientes retocó
Miguel Ángel estaba en el departamento sumergido en una tristeza que solo el veía frente al espejo. Bianca había desaparecido y no se sabía nada de ella, se había casado con Felipe Calderón y no sabían de su paradero." Bianca, Bianca. Te voy a olvidar, así se me vaya la vida en eso"Se levantó, fue a la terraza de su habitación y entre los arbustos encontró un pequeño broche. Lo recogió y lo apretó entre su mano, suspiró profundo, cerró sus ojos, volvió a dentro, su teléfono sonó y vio que reflejaba mi Prince.— ¡Mi peque! ¿Cómo estas? ¿Te sucede algo? Te escucho diferente.— Necesito a mi confidente, a mi hermano mayor. Por favor.— ¡Voy enseguida mi Prince! Espérame.Colgó la llamada se metió al baño y salió, sabía que si su Prince le decía esas palabras era por qué estaba muy mal.Salió de su departamento o y en menos de treinta minutos estaba en el estacionamiento del edificio de Luggina.Luggina luego de desayunar se metieron al baño se ducharon, se arreglaron y Lucciano tenía
Luggina descubrió parte del pasado de sus padres, cosas que hasta ahora por casualidad estaba descubriendo, sintió dolor en su corazón de pensar en su madre, en esa traición que recibió de su llamada mejor amiga.Buscó en Internet cualquier tipo de información de esa época, y no encontró nada.— Mig, no hay información de nada de ese tal Donatello, ni de esa Kiara no entiendo por qué dejó plantada a mi madre el día de su boda.— ¡No lo sé mi peque! No tenía conocimiento de esta información.— Aquí hay algo que no entiendo, Donatello era el prometido de mi madre y este la dejó por esa Kiara, entonces ¿Quien drogó a mi madre? Aquí hay muchas cosas que no entiendo, y que sólo ellos me pueden aclarar.Miguel Ángel empezó a mirar los otros archivos, y justo en ese momento su celular sonó, miró en la pantalla y era un número desconocido. Observó por un momento a Luggina y contestó.— ¡Alo! Con... — Su silencio preocupó a Luggina.— ¿Que pasa Mig? ¡Te pusiste pálido!Miguel Ángel escuchaba g
Luggina subió a la habitación y se metió al baño. Se dio una ducha rápida, se puso algo ligero y se acostó.Tenía en sus pensamientos esos archivos que encontró, le quitaba la tranquilidad, aún tenía uno por revisar y no tenía la más mínima idea de lo que encontraría en ellos, saber que su madre fue drogada, y abandonada el día de su boda, y saber que existía un hombre del que nunca escuchó, se sentía fuera del lugar.Sin darse cuenta y metida en sus pensamientos se quedó dormida.Su sueño era inquietante y se removía en la cama." Luggina caminaba por un bosque oscuro donde era perseguida por sombras, no podía distinguir el rostro de cada uno de ellas, de pronto vio a su madre vestida de novia y llorando, diciendo en voz alta — Donatello es tu hijo no lo rechaces, no lo niegues. "Luggina estaba empapada de sudor removiendo se en su cama." Luggina miró a su madre inconsciente, una mujer y un hombre que ella nunca vio, ni escuchó sus nombres, estaban uno cada lado de la cama de Pieri
Lucciano sonrió al verla ahí indefensa y a disposición suya, fue al pequeño mini bar cogió unos cubos de hielo y se acercó a ella, la miró fijamente a los ojos.— Cierra los ojos y siente me, deslizó muy despacio el hielo por sus labios. Lo fue bajando por su cuello, Luggina se estremeció no por el frío del hielo, era la excitación que estaba en su interior quemando del deseo que Lucciano despertaba en ella. UnEse cubito de hielo llegó a sus pezones, Lucciano hizo círculos en la areola y esos botones se endurecieron por la sensación del frío.Lucciano pasó su lengua, los acarició y luego los succionó así duros y fríos.— ¡Mmm! Deliciosos. — Susurró entre ellos, Luggina gimió al sentir esa boca caliente sobre sus pechos, arqueó su espalda, quería más.Lucciano siguió deslizando ese cubo de hielo por el vientre y así lo fue bajando poco a poco hasta ese botón duro, acarició y masajeó delicadamente, Luggina se removía ahí en su lugar, deseaba presionar sus piernas pero no lograba hace
Lucciano salió primero del departamento para ir a la oficina, suena el tono de su celular y era mensajería cargada de imágenes. Las miró y vió cada una de ella, y con fecha de cuando fueron tomadas.— ¡Esto debe ser una jodida broma! Luggina y Miguel Ángel no pueden. Sonó el timbre de mensajería y eran nuevas fotos, las de hoy. Nuevamente Miguel Ángel cargando a Luggina para llevarla al ascensor. Lucciano miró fijamente cada una de ellas, se pasó la mano por el cabello y recordó las palabras que Luggina habló. —Era con el con quién hablaba ayer. ¿Qué secreto tienen guardados ellos dos? ¿Cómo es que él será tan feliz como ella, y que luego serán felices los dos, ¿Luggina me estás jugando sucio?Lucciano salió de la oficina envuelto en un mar de dudas. Tomó el ascensor y llegó al parqueadero.Subió a su Lamborghini Gallardo y salió en dirección del departamento de Miguel Ángel.Llegó al edificio, y subió al ascensor. Para llegar al piso según para encontrarlos infraganti.Llegó al p
Lucciano salió del edificio de Miguel Ángel y manejó sin rumbo fijo. ¿Cuanto tiempo pasaría que no se percató de en qué momento llegó al bar del IMPERIAL CLUB? recordó cada baile y presentación que vio de Luggina en ese escenario. ya estaba muy ebrio, tanto que no se dio cuenta de en qué momento, y ni quién lo llevó a su departamento. Dayanara había logrado su objetivo, separarlos sin intervenir mucho en sus vidas.Dayanara llevó a Lucciano a la habitación le quitó la ropa y se metió con él, entre las sábanas, nuevamente sacó diferentes fotos para enviarlas.Una semana pasó desde que Luggina salió de las oficinas de Alessandro. Cada día iban al puerto a esperar y siempre con la misma noticia. — No regresará hoy.Pero esa tarde ya casi noche, nadie se esperó lo que el jefe de la capitanía de puerto le diría.— Señor Alessandro, el jefe de la capitanía del puerto está aquí, solicita que lo atienda con carácter de urgencia.— Házlo pasar Marta, y trae café por favor.Ordenó a la asis
Semanas habían pasado desde la muerte de Luggina y Miguel Ángel.Alessandro fue dado de alta, su salud estaba delicada, y se mezclaban con la tristeza de la pérdida de su hija.— ¿Donde está Adriano Alonzo? — Preguntó Stéfano.— Tenemos que irnos pronto.— ContinuóTodos estaban en la mansión Pierre.Alessio, Fabrizzio y Alessandro con sus familia reunidos para ir a realizar una ceremonia en el lugar donde ocurrió la tragedia, de ahí fueron al puerto y ya en el barco, solo faltaban, Adriano Alonzo y Lucciano. ¡Stéfano! ¿Lucciano vendrá? — Manifestó Alessandro.- No lo sé, lo veo mal, todos estamos mal, pero él vive encerrado en su departamento y no recibe a nadie. — Es comprensible. No se qué decir.— Expresó con tristeza PierinaStéfano miró a Pierina que estaba como todos los días, con una tristeza marcada en sus ojeras. Alexa se acercó a ella, y la abrazó.— ¿Sabes que me duele más? Que ella se fue con su mente confundida pensando lo peor de mí, lo peor de Alessandro. Perdón, lo