Diecisiete años atrás.
Paula abrio los ojos emocionada mientras escuchaba las palabras de su nodriza Juliana, la menor de los Mars abrazaba su peluche con tanta fuerza que casi se le salia el relleno al pobre peluche por la fuerza que estaba utilizando. Su hermana mayor Irene puso los ojos en blanco al escuchar el cuento de hada que habia inventado su nodriza para calmar la necedad de su hermana y asi pudiera dormir. Paula brincó alegre al escuchar el final de la historia. Jualian era una beta de cuarenta tres años que habia servido a los Mars desde los veinte años, era una mujer morena y de cabello corto y rizado, habia perdido a su esposo dos años atrás debido a un problema respiratorio y lamentablemente no habia tenido hijo por su condición de beta. Pero a pesar que no tenia hijos amaba a Paula y Irene como si las hubiera dado a luz. Irene era la mayor, era una omega de quince años, su caracter era fuerte el mismo que tenia su padre. Antonio Mars tercero hijo de un gran ex-diputado y que ahora era procurador de la justicia en Wiscosin. Mientras que Paula era más viva y alegre, era muy mimada ya que habia perdido a su mamá desde lo siete años y ella aún no entendia lo que pasaba o quizás hacia caso omiso a lo que estaba pasando. Juliana beso la mejilla de ambas hermanas y acostó a la menor de la camada de omegas.
- ¿Es enserio que cuando este grande tendre la marca de mi destinado?. - Habló con emoción contenida Paula.
Juliana sonrió y acarició su cabello café claro.
- Si querida, y cuando tengas esa marca sabras que los dioses lo pusieron en tu camino, como yo con mi esposo Abram. - Mostró su codo donde tenia el nombre de su difunto esposo.
- Espero que mi alfa sea un hombre muy guapo y que me ame desde la primera vez que lo vea.
- Asi sera mi amor, ahora es hora de que ambas duerman, las quiero con todo mi ser.
Juliana salio de la habitación detras iba su hermana mayor, Paula miro su mano y vio que no tenia nada cerro los ojos y susurro en voz baja.
- Ya deseo conocer a mi alfa.
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Antonio casi quedaba calvo cuando escuchaban las quejas que ponian las madres superiores de la escuela donde estudiaba Paula. La omega era inquieta y siempre hacia travesuras en la escuela, Irene era más dócil pero siempre habia una oveja negra en la familia y lamentablemente la que tanto se parecia a su esposa era una diablilla. Paula se cruzó de brazos mientras que hacia un puchero para no escuchar las quejas que hacia su papa, Antonio puso los ojos en blanco.
- ¡Por el amor a Zeus!. - Exclamó Antonio frustrado. - ¿Que va pensar la gente de mi?. La hija menor del procurador poniendole tachuelas a su maestra de religión.
- Odio a la hermana Juana, siempre me molesta y siempre hace que rece más que mis compañeros de clase, no es justo.
- Y me parece bien que te ponga hacer eso, asi te saca el demonio que llevas adentro, Paula si vuelvo a escuchar otra queja de ti, hare que venga un tutor y te eduque.
Paula alzo la ceja y sonrió con malicia.
- ¿Acaso quieres que mande a otro maestro con diarrea por mis maravilloso pasteles?. - Habló con sarcasmo en la voz. - Te prometo papi que me portare bien.
- Esta bien, ahora ve a tu habitación te compre un perrito para que juegues.
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Dionisio era el delegado de su clase y siempre mantenia el orden solo habia alguien que le quitaba la paciencia igual que papel higienico en una parada de autobús, y era Paula Mars la hija del procurador, la joven era insolente y sabia que el tampco le caia bien. Y eso lo demostró cuando le habia arruinado su proyecto y le habia puesto chicle en su cabeza, a pesar de que era hermosa, era enemigos y eso todos los sabian. Jamás habia tenido una interacción hasta el dia que ella lo beso para huir de la supervisora que la estaba siguiendo. Paula se separó de sus labios y sonrio con malicia.
- Tus labios saben feo. - Habló con asco Paula mientras se daba la vuelta y corria en otra dirección.
- Pues tampoco eres de mi agrado.
(.......)
Actualidad.
Dionisio se levantó con un gran dolor de cabeza se levanto de su cama mientras buscaba algo de agua para calmar su sed, regreso de nuevo a su habitación y vio como un cuerpo se daba vuelta, sonrio al ver una cabellera castaño claro en eso un par de ojos lo vio asustada mientras gritaba más alto que podia sus cuerdas vocales.
- ¿Qué haces en mi cama Dionisio?. - Preguntó asustada Paula.
- Eso te preguntó yo a ti.
Dos personas completamente distinta comenzaria su propia historia de amor.
Dionisio se levantó con un gran dolor de cabeza se levanto de su cama mientras buscaba algo de agua para calmar su sed, regreso de nuevo a su habitación y vio como un cuerpo se daba vuelta, sonrio al ver una cabellera castaño claro en eso un par de ojos lo vio asustada mientras gritaba más alto que podia sus cuerdas vocales.- ¿Que haces en mi cama Dionisio?. - Preguntó asustada Paula.- Eso te pregunto yo a ti.Dos personas completamente distinta comenzaria su propia historia de amor.(..........)Doce horas atras.Paula y Dionisio eran como el agua y el aceite.Eran como el dia con la noche, eran como todas las cosas que podian ser opuesta; alfa y omega se conocian desde que era adolescente y ahora el trabajaba como asistente de el papá de la persona que no le agradaba, asi que todos los dias tenia que verle la cara mientras hacia sus pasantilla. Cuando podian ambos se hacian malas cara pero delante del pobre de Antonio eran los mejo
Paula llevaba tiempo que no se sentia tan cómoda durmiendo con el alguien más, por una extraña razón se sentía segura hasta protegida, pero todo esas emociones se fueron al demonio cuando abrió los ojos y se dio cuenta de la verdadera realidad en la que estaba viviendo. Estaba en una habitación desconocida, su cuerpo apestaba a alcohol y a sudor por tanto bailar y sobretodo alguien la estaba abrazando con tanta fuerza que quizás ya habia perdido dos costilla más de las que tenía. Se dio la vuelta en la cama y tanto fue su asombro de ver a Dionisio en la misma cama durmiendo; ajeno de lo que estaba pasando, le dio la espalda y empezó a hacer un mapa conceptual en su mente, de todo lo que habia pasado. Y según su buena memoria y la resaca que le estaba dando los buenos días con un tango en la cabeza acompañado de dos quebraditas y un hip-hop. Habia bebido con su "Enemigo", porque estaba t
Antonio tenia abierto tanto los ojos como la boca después de haber escuchado las palabras que salian de la boca de su hija, Irene aplaudio sorprendida mientras que su marido palmeaba la espalda de su cachorro para que pudiera dormir. Juliana en cambio estaba sonriente y bailaba a escondida de los presentes para que nadie notará su felicidad. Paula estaba aún insegura de lo que estaba diciendo y de lo que iba hacer, todo lo contrario a Dionisio quien actuaba con tanta tranquilidad como si hubiese anunciado su pase a la carrera de sus sueños.- ¡Gracias dioses del cielo!. - Exclamó emocionado Antonio mientras que se levantaba de su asiento. - No sabes lo feliz que estoy por ver a la mimada de Paula elegir a alguien, parece que ayunar sirve para algo al parecer han oído mis plegarias. - Sonrió alegre. - Esto merece la mejor fiesta de compromiso, ¿Y cuandos se casa?, ¿Ya estas esperando cachorrros?, ¿Se a
Paula estaba demasidada nerviosa para su gusto a pesar de que no habian planeado lo suficiente para que fuera la boda que tanto habia soñado, todo aparentamente habia quedado perfecto, su hermana le habia ayudado con los arreglos de las flores, Juliana se habia encargado de la comida y el pastel, Dionisio en buscar la reservación para el gran día y su papá en estar al pendiente de algunos detalles y es que a pesar de que estaba a unas horas de dar el maravilloso. ¡Si acepto!. Dionisio no habia invitado a nadie de su familia, la realidad es que no habia nadie, solo habia invitado a tres amigos cercanos y uno que otro compañero de trabajo además que tampoco habia mencionado a su familia en el rato que llevaban juntos lo que parecia algo extraño, porque a pesar de que ambos no estaban enamorado era importante conocer a la familia de la otra persona, pero al parecer su futuro esposo al igual que la marca que tenia en el cuerpo era un completo misterio.Irene tocó la puerta varias
Alfa y omega se vieron con cara de poker al verse en interiores.- ¿Ya es hora del postre?. - Bromeó Dionisio.Sabia que esa noche iba ser larga para ambos, o al menos eso pensaron los dos.(.......)Paula estaba en estado de shock, se sentía avergonzada de ver a un hombre desnudo, obviamente ella no era virgen pero habia pasado tantos años que habia tenido intimidad con alguien del sexo opuesto. Paula tomó la cobija y se cubrió el cuerpo, Dionisio alzo la ceja con confusión y se cubrio la boca en eso escucho la risa de su ahora ya esposo, Paula lo miro fijamente mientras que se cruzaba de brazos y esperaba que el dejara de reírse realmente se estaba empezando a molestar, Dionisio alzó la dos manos en señal de paz y sonrió con burla.- Descuida Paula no me voy acostar contigo, el hecho que estemos en un hotel y sea nuestra luna de miel, no necesariamente significa que vayamos a tener sexo. - Dionisio se acostó en la cama y espero que ella se acostará ta
Luego de su extraña luna de miel ambos llegaron al apartamento de Dionisio ya que Paula aún vivia con su padre no tenia un espacio propio, Dionisio dejó las maletas en la entrada y camino por su apartamento, todo lo contrario a Paula que estaba en una esquina nerviosa por entrar, se sentía extraña estar en un lugar que no era su casa. Dionisio se dio la vuelta a ver que su esposa no habia pasado ni siquiera a la sala, este suspiro cansado y se acerco hacia donde ella estaba, tomo su mano y la adentro a su apartamento en lugar que estuviera en la entrada, Paula se sorprendió al ver lo ordenado que estaba no era comparado a como se lo habia imaginado, en su mente loca se imaginaba un cerró de ropa sucia en los sofás, calcetines y ropa interior en el suelo y una montaña de platos en el fregadero pero al parecer la realidad habia superado de nuevo la ficción. Se sentó en el sofá y le gustó lo cómoda que este era, cerró los ojos cuando su ahora ya esposo le habia pasado una botella de ag
Cuatro semana después.Todo era común y corriente.Paula no habia notado ningún cambio en su relación, algo que sintiera que algo habia hecho un contraste en su vida pero al parecer esos cambios solo pasaban en el horario del autobús o de la televisión con la programación. Absolutamente nada especial habia ocurrido en su "Mágico matrimonio". Dionisio era el mismo trabajolico y perfeccionista en el trabajo a excepción que casi no discutían por no ponerse de acuerdo en un caso o en algo, llegaban juntos al apartamento y cada quien estaba en su propio mundo, solo hablaban cuando iban a cenar y después para domir donde se decian un escueto: ¡Buenas noches!. Tampoco desde aquel fenómeno sobrenatural el habia intentado propasarse, es más era reacio algunas veces a los coqueteos indirecto que le hacia. La omega no podia entender como se iban a enamorar si el alfa no la determinaba. Paula se estaba frustrando de su farsa de matrimonio, ya que se estaba iendo al demonio.Pa
- Tú esposa es muy hermosa. - Sonrió con amabilidad pero eso asustó a Paula.- ¡LARGO DE AQUI!. - Habló con voz fuerte.- Hijo asi no le hables a tu papá.¿Su papá?. Pensó Paula.(........)Paula podia sentir la ira palpable del alfa, sus feromonas estaban vueltas locas por toda la molestia que sentía al ver la presencia del alfa mayor, Paula tomó la mano de su esposo y abrio la puerta del apartamento que ambos compartían, Dionsio ni siquiera se inmuto en darse la vuelta y despedirse del alfa solo entró, escuchó un bufido del otro alfa, Paula lo observó y sonrió con amabilidad.- Es la primera vez desde que lo conozco que esta muy molesto, discúlpeme que le diga esto pero, no vuelva aparecer aqui, su presencia no es de su agrado. - Hizo una reverencia rápida, signo de respeto entre los menores hacia las personas mayores, el alfa acarició el hombro de la omega.- Es mejor que no interfieras omega. - Respondió con desprecio. - Hay cosas que es