Afrodita(Griego:Ἀφροδίτη), es la diosa griega del amor, la belleza, el placer y la procreación.
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Dos milenios atrás.
Suspiró por tercera vez mientras miraba a los serafines moverse de un lado a otro con desesperación, bufó aburrida mientras plantaba una enigmática flor en el jardín del palacio en donde vivía, escuchó el aleteo suave de unas alas y levantó la vista la sonrisa tierna de Ágape la hizo dejar atrás lo que estaba haciendo, se inclinó hacia la belleza dulce de ella y hizo una leve reverencia. A pesar de que eran diosas se tenían respeto entre ellas y no juzgaban del dominio de la otra. Asi era parte de su jerarquía aunque cada quien imponia sus propias normas con sus propios ángeles. Observó la ansiedad en los ojos azulado de Ágape y esbozó una sonrisa.
- ¿Qué te trae de nuevo a mi palacio?, ¿Ocurrió algo malo?. - Pregunté alarmada de alguna mala noticia.
Ágape se quedó en silencio mientras buscaba las palabras correctas.
- Si,
Paula tenia un remolino de emociones en su interior que cada vez la estaban ahogando, sabia que habia actuado de forma inmadura con Juliana la persona que la habia criado desde que era una niña pero ya estaba cansada de las mentiras, y de estar envueltas en cosas que solamente la estaban confundiendo y no la dejaban ser feliz con la persona que amaba. Esa última declaración hizo que su corazón palpitara inmediatamente, nunca pensó que diría esas palabras con tanta emoción pero era lo que realmente sentía dentro de ella, se habia enamorado de Dionisio y de todo lo increíble que habia dentro de él, sabía que eran tan diferentes como el agua y el aceite pero eso hacia que su matrimonio no fuera tan aburrido y que cada día descubriera algo nuevo en su esposo. El alfa a pesar de su personalidad fría y carante de emociones era una persona muy emocional y siempre sabia que palabras usar ya sea en la intimidad o la forma para elogiarla.La omega acarició su vientre con sutileza
Parecia que estaba viviendo un sueño o que habia retrocedido en el tiempo cuando tan solo tenia seis años y creia en las brujas, hadas y en el encantador príncipe azul. Pero la verdadera realidad era que su mamá era una diosa del amor al igual que su "suegra" que también era una diosa y que ambas luchaban por mantener la seguridad del mundo, y quizás no se habia casado con un príncipe azul pero su esposo era todo lo que habia soñado en su vida, ahora ambos tenian que ir al cielo sin necesidad de estar muerto para ver a la soberana que los habia metido en todo este embrollo. Afrodita o Juliana, la verdad aún no estaba acostumbrada a la idea. De primero tener una mamá aunque tanto lo habia anhelado, y segundo no podia creer que esta fuera una entidad divina era demasiada información para su pobre cabeza. Afrodita buscó su mano y sonrió con ojos maternales emocionada al verla, apretó su mano y ambas se acercaron al círculo que habia creado Ágape para ir al palacio de cristal en donde v
Serenity transformó el báculo en una diminuta llave para que Paula lo pudiera llevar de forma más cómoda, besó la frente del matrimonio y sonrió enternecida los despidió mientras un querubín los escoltaba hacia la salida donde los esperaban ansiosas su regresó Afrodita y Agape. Las diosas suspiraron aliviada al unisono mientras abrazaban a sus hijos, caminaron hacia la salida del palacio de cristal. Ágape esbozó una sonrisa y miraron a Dionisio y a Paula quien tenia una expresión preocupada en el rostro, sabia que la conversación con la soberana los habia dejado pensativo por lo que pasaría después de lo posibles acontecimientos, querían animarlos para que no solo vieran oscuridad ante la nueva realidad de saber que sus madres eran diosa.- ¿Quieren ir a nuestro hogar?. - Preguntó con inocencia Ágape.Ambos abrieron los ojos de par en par como chiquillos de la emoción de conocer un nuevo lugar desconocido para ellos. Afrodita chasqueo los dedos y nuevamente un círc
"Tú eres la fuerza que yo necesitaba en mi vida".(......)Paula abrió los ojos y vio que estaba en una cama cómoda se enderezó y sintió el cuerpo pesado, vio algunas quemaduras en su manos y pensó en todo lo que habia pasado, inmediatamente recordó a Dionisio se levanto con velocidad buscando donde estaba su esposo, buscó de habitación en habitación hasta que lo vio en una cama leyendo un libro, sus ojos se llenaron de lágrimas y fue donde el estaba y lo abrazó con fuerza haciendo que él se quejará por la herida.- Pensé que te habias muerto. - Habló Paula preocupada. - ¿Ya no sientes dolor?.- No, Cupido vino con su magia y ya me siento más estable. - Sonrió con tristeza y buscó la mano de Paula. - Pero no pudieron hacer nada por mamá, la espada de Chamuel tenia una magia negra que hizo que todo su organismo explotará internamente, fue llevada al palacio de Cristal.El corazón de Paula se encongio al escuchar esas palabras, beso la frente de su
Diecisiete años atrás.Paula abrio los ojos emocionada mientras escuchaba las palabras de su nodriza Juliana, la menor de los Mars abrazaba su peluche con tanta fuerza que casi se le salia el relleno al pobre peluche por la fuerza que estaba utilizando. Su hermana mayor Irene puso los ojos en blanco al escuchar el cuento de hada que habia inventado su nodriza para calmar la necedad de su hermana y asi pudiera dormir. Paula brincó alegre al escuchar el final de la historia. Jualian era una beta de cuarenta tres años que habia servido a los Mars desde los veinte años, era una mujer morena y de cabello corto y rizado, habia perdido a su esposo dos años atrás debido a un problema respiratorio y lamentablemente no habia tenido hijo por su condición de beta. Pero a pesar que no tenia hijos amaba a Paula y Irene como si las hubiera dado a luz. Irene era la mayor, era una omega de quince años, su caracter era fuerte el mismo que tenia su padre. Antonio Mars tercero hijo de un gran ex-
Dionisio se levantó con un gran dolor de cabeza se levanto de su cama mientras buscaba algo de agua para calmar su sed, regreso de nuevo a su habitación y vio como un cuerpo se daba vuelta, sonrio al ver una cabellera castaño claro en eso un par de ojos lo vio asustada mientras gritaba más alto que podia sus cuerdas vocales.- ¿Que haces en mi cama Dionisio?. - Preguntó asustada Paula.- Eso te pregunto yo a ti.Dos personas completamente distinta comenzaria su propia historia de amor.(..........)Doce horas atras.Paula y Dionisio eran como el agua y el aceite.Eran como el dia con la noche, eran como todas las cosas que podian ser opuesta; alfa y omega se conocian desde que era adolescente y ahora el trabajaba como asistente de el papá de la persona que no le agradaba, asi que todos los dias tenia que verle la cara mientras hacia sus pasantilla. Cuando podian ambos se hacian malas cara pero delante del pobre de Antonio eran los mejo
Paula llevaba tiempo que no se sentia tan cómoda durmiendo con el alguien más, por una extraña razón se sentía segura hasta protegida, pero todo esas emociones se fueron al demonio cuando abrió los ojos y se dio cuenta de la verdadera realidad en la que estaba viviendo. Estaba en una habitación desconocida, su cuerpo apestaba a alcohol y a sudor por tanto bailar y sobretodo alguien la estaba abrazando con tanta fuerza que quizás ya habia perdido dos costilla más de las que tenía. Se dio la vuelta en la cama y tanto fue su asombro de ver a Dionisio en la misma cama durmiendo; ajeno de lo que estaba pasando, le dio la espalda y empezó a hacer un mapa conceptual en su mente, de todo lo que habia pasado. Y según su buena memoria y la resaca que le estaba dando los buenos días con un tango en la cabeza acompañado de dos quebraditas y un hip-hop. Habia bebido con su "Enemigo", porque estaba t
Antonio tenia abierto tanto los ojos como la boca después de haber escuchado las palabras que salian de la boca de su hija, Irene aplaudio sorprendida mientras que su marido palmeaba la espalda de su cachorro para que pudiera dormir. Juliana en cambio estaba sonriente y bailaba a escondida de los presentes para que nadie notará su felicidad. Paula estaba aún insegura de lo que estaba diciendo y de lo que iba hacer, todo lo contrario a Dionisio quien actuaba con tanta tranquilidad como si hubiese anunciado su pase a la carrera de sus sueños.- ¡Gracias dioses del cielo!. - Exclamó emocionado Antonio mientras que se levantaba de su asiento. - No sabes lo feliz que estoy por ver a la mimada de Paula elegir a alguien, parece que ayunar sirve para algo al parecer han oído mis plegarias. - Sonrió alegre. - Esto merece la mejor fiesta de compromiso, ¿Y cuandos se casa?, ¿Ya estas esperando cachorrros?, ¿Se a