David-No esperaba esa reacción -dijo la doctora mientras tomaba sus signos vitales.Suspiré asintiendo. Yo sí porque sabía que su cuerpo era toda su vida. Con él ganaba el dinero para sobrevivir y ver ese corte...no debe haber sido fácil. Además de que no recordaba el trauma que lo causó.-Es modelo -mentí - y la aterró ver la cicatriz.No iba a decirle la verdad porque no era de su incumbencia y pertenecía a la intimidad de Ari.-Oh, ahora tiene sentido -suspiró.Iba a llevar mucho tiempo sanar su cuerpo, y sería una tarea difícil, pero lo lograría, porque estaría con ella a cada paso sin embargo, me preocupaba más su salud mental después de explicarle cómo terminó aquí, con esta cicatriz que le recordaría por el resto de su vida, la brutalidad de la que fue víctima.-Siento mucho la cicatriz -habló la doctora sacándome de mis pensamientos -Tal vez, si hubiera sabido que era modelo..-se disculpó l muy apenada.Chasqué la lengua indignado por siquiera pensar eso.-Tenías que salvar s
Arielle.David me preocupaba.Desde que la policía se marchó con todas sus dudas resueltas, él se mantuvo en silencio, solo respondiendo mis preguntas con un sí o un no. Su mente no estaba presente y sabía que se culpaba por lo que Katherine me hizo.Yo no lo hacía, jamás lo culparía por las acciones que esa mujer cometió, no era responsable de los problemas mentales que ella tiene ni su obsesión por él, pero no sabía de qué otra forma decírselo.-Toc toc -dijeron y la cabeza de Emma se asomó por la puerta.-¡Hola! -estaba tan feliz de verla. Llevaba días solo con David ya que habían prohibido la entrada a otros amigos y ver a mi mejor amiga, quien era mi familia, calentaba mi pecho de emoción.Corrió a abrazarme y besarme las mejillas como una madre, y yo hice lo mismo. Apretándola con fuerza sin querer soltarla y sin dejar de llorar.-Casi me matas del susto -Murmuró con una sonrisa temblorosa y los ojos llenos de lágrimas -Nunca más me hagas pasar por esto.-¿Qué puedo decir? Me gu
Dos meses después.ArielleEstreché la mano con mi nueva jefa y salí de su oficina tan feliz que me deleité con unos saltitos de felicidad. Después de una recuperación extensa y una lucha para graduarme, recibí mi título y acababa de firmar un contrato de trabajo en la única clínica privada pediátrica de la ciudad.Era un sueño hecho realidad . Por fin trabajaría de lo que amo y podría dejar de preocuparme por el dinero. Mis ahorros estaban casi en cero por las facturas médicas y los abogados que tuve que pagar para que me dieran mi título. Sí, increíble que por una semana restante de práctica no quisieran aprobar mi más que merecido título.Por suerte encontré una abogada que les puso los puntos a cada uno de los jefazos y, si no querían una demanda por todo lo que permitieron ocurriera con Katherine, más les valía darme mi título.Como sea, ahora no tendría que preocuparme por las cuentas. Dejé curve, el dinero mermó y si me decían que no en este empleo tendría que vender mi departa
Apagué mi coche y miré con atención la casita oculta detrás de los árboles. Había tanta vegetación que si no mirabas de cerca, era posible pasarla por alto. Lo único que delataba su ubicación era el camino de tierra que recorría el jardín hasta la puerta.Me acerqué observando y buscando detalles que me indicaran que alguien vivía allí, y sí. Las ventabas estaban abiertas y se veía que alguien había limpiado las hojas del porche.Respiré hondo, intentando calmar mis latidos y cerré mis ojos un momento, rezando porque esté aquí.Por favor, por favor, por favor que sea él.A medida que me acercaba más a la puerta, más nudos se formaban en mi estómago y mis manos comenzaron a sudar. Ni siquiera pensé en qué podía decirle primero. "Hola" tal vez, aunque sonaba banal. Lo que quería realmente no era hablar, solo besarlo y pedirle que vuelta conmigo, que no me deje nunca más, que pasé el resto de su vida amándome como yo lo amo a él.La puerta estaba cerrada así que golpeé un par de veces y
ArielleNos quedamos el resto del día en la cama, haciendo el amor o follando, insaciables uno del otro hasta que el atardecer llegó y el cielo comenzó a oscurecer.Teníamos que movernos, pero no quería alejarme de David que descansaba su cabeza en mi abdomen mientras peinaba su cabello con mis dedos. Sentía tanta paz en este momento que temía perderla si salía de la cama, pero mi cuerpo tenía necesidades, como comer, algo que me recordó con un gruñido.-Estas hambrienta -habló y dejó un beso en mi estómago antes de sentarse.-Estoy bien, no te vayas.-Tienes que alimentarte -rezongó con dulzura -Te prepararé un baño caliente y algo de comer.Se levantó y caminó hacia el baño mostrándome su espalda musculosa y sexy culo.-Arggg -bromeé llamando su atención.-¿Te gusta lo que ves? -preguntó provocador.-Me encanta -respondí.-Después de comer te dejaré mimarlo.Volví a recostarme y me estiré, aflojando los músculos que estaban agotados de tanto jaleo. Respiré hondo y cerré mis ojos uno
DavidDesperté por el fuerte latido en mi cabeza que estaba matándome.-¿Qué demonios? -murmuré llevando mi mano a donde dolía.Sentí tela en mi cabeza y fruncí el ceño intentando enfocar mis ojos. Parpadeé confundido al verme en una habitación de hospital, con bata, algo en mi cabeza y una vía.-¿Cómo llegué aquí?-Al fin.Mi hermano, a unos metros sonreía con alivio en su rostro. Se levantó de su asiento y se acercó hasta quedar a mi lado.-¿Te sientes bien? -preguntó con evidente alivio.-¿Qué pasó? -estaba confundido -Cómo...-Ahora te explico, voy a llamar al médico para avisar que despertaste. Pidió que le notificaran en cuanto abrieras los ojos -Apoyó una mano en mi hombro y sonrió - Me alegra mucho verte bien. Nos diste un buen susto.Estaba tan confundido que no le di importancia y traté de concentrarme. Realmente me dolía mucho la cabeza y mi visión era un poco borrosa por momentos pero quería intentar pensar en cómo llegué aquí.Recuerdo...a Arielle en mi casa, el baño y...
Cinco años después....Arielle-Gracias Carlota, de verdad me salvas.Bajé a los niños del cochecito y dejé que corrieran a su abuela que los esperaba de brazos abiertos. Desde que nacieron, hace tres años, estaba eufórica con ellos y quería hacer de niñera todo el tiempo, lo que aprovechaba cuando quería un tiempo a solas con mi esposo.-¿Dónde están mis bebés? -preguntó cubriéndose los ojos.-Atí atí tamos -contestaron los gemelos.Eran taaan adorables. Realmente tenía que halagarme por estos niños que salieron hermosos. Eran una copia de David, con su cabello negro y piel bronceada, toda sangre italiana a excepción de los ojos que eran verdes como los míos. Además sus rollitos de bebé tentaban a solo arrullarlos y besarlos.Después de tres años aún seguía sintiendo increíble que fuera madre de dos pequeños demonios a los que amaba más a que cualquier cosa. Más con todos los intentos que tuvimos. Nunca pudimos concebir naturalmente después de que perdí mi primer embarazo y tuvimos q
Sonreí al verme en el espejo con mi nuevo conjunto de encaje negro. Iba a enloquecer a todos los que se conectaran y, tal vez, conseguir un par de miles. Los necesitaba si quería comenzar mis prácticas este año.La vida de un estudiante de enfermería era difícil, aún más siendo una chica criada en el sistema, sin familia ni estabilidad económica. Por ese motivo me vi obligada a comenzar a trabajar con mi cuerpo en redes sociales. Los trabajos a tiempo completo de camarera o aseando casas apenas alcanzaban a cubrir el alquiler. Si quería cumplir mi sueño y convertirme en enfermera debía encontrar un trabajo que ganara bien y me dejara tiempo para estudiar.Así fue como mi mejor amiga Emma me dijo que debía volverme una de las famosas Sugar girls. Chicas en una aplicación de vivos donde se mostraban en lencería y bailaban para los clientes que se conectar