—Hace ya un tiempo que no salgo con Robbie y no, no me he acostado con él—le digo y él me da una sonrisa de satisfacción que intenta esconder ocultando su cara tras la taza de café, pero hace como que si no hizo nada. —Pero… Billy es otro tema, otra cosa. Billy es realmente mi amigo. No salimos en plan cita ni nada de eso ¡Dios no! Él es uno de mis pocos amigos y créeme cuando te digo que no me ha sido fácil hacer amigos en la vida. Él ha estado conmigo en los peores momentos, él ha sido una constante, cuando nadie quería estar conmigo ni salir, y yo estaba triste… él no me dejó, así sea a la distancia —le digo y él baja los ojos con algo de vergüenza. —La realidad es que no, yo no lo puedo sacar de mi vida, así como así, y sin duda lo lastimaría mucho. Además, solo salimos a divertirnos, a veces vamos a bailar, otras a pasear por ahí, yo lo acompaño cuando va de shopping… solo hacemos cosas para pasarla bien, reírnos… tú sabes como es Billy. Nada romántico. El absoluto jamás lo vi
Finalmente, llegó el lunes, y fue un día completamente normal y por momentos pensé que él ni vendría. Hasta que … él entró por la puerta de la oficina, yo venía justo de buscar mi tercera o novena taza de café del día, … cuando lo vi. Por todos los cielos y la virgen. Parecía como si iba en cámara lenta, su cabello rubio ondeaba, tenía un pantalón negro que se ajustaba con delicia y esmero a sus muslos, una camisa azul clara, y una chaqueta de un color gris oscuro. El cuello de la camisa ligeramente abierto, contrastando con su piel dorada… lucía…. Simplemente arrebatador. El muy descarado cuando me vio me sonrió y muy sutilmente me guiñó el ojo. Él sonreía y de vez en cuando lo cachaba mirando mi escote, y en general… me veía a mí con una sonrisa matadora. La reunión fue la mejor que he tenido, con todo y que también estaba Katie que lo que le faltó fue sentarse encima del regazo y sacudírsele encima como una desesperada desvergonzada. Después que tenía miedo de que llegara el lu
—No puedo creer que guarden todas estas cosas. Es como un viaje al pasado ¡Me siento niño de nuevo!—dice Billy. Y es verdad. Los Clark son del tipo de personas que aún imprime fotos ¡Y cuantas fotos! Hay álbumes, recortes, recuerdos y mil cosas más como si quisieran recordar cada detalle de la familia, especialmente los primeros años de sus hijos.La organizadora de bodas le había sugerido a Annie que podían proyectar en una pantalla fotos y videos de la infancia, adolescencia y en general de la vida de los novios, incluyendo su familia y seres queridos. Y aquí estábamos en el sótano de la casa de los Clark reviviendo memorias.Había cajas y cajas de fotos, álbumes, y demás recuerdos que incluyen a Annie, Brandon, Billy, mi hermana y yo, entre muchas otras cosas. Veo fotos de nosotros disfrazados para Halloween, en obras de teatro escolares, de vacaciones en su casa, de la playa. Annie y Fernanda siempre están juntas, posando como modelos, lanzando besos a la cámara y sonriendo perf
—¿Estás segura de esto?—me pregunta Lizzie con expresión preocupada. Hoy era el día, había llegado, el primer día real de nuestro acuerdo. Ya no más preguntas o escepticismo, ni “quizás” ni “podría ser”, había llegado el momento. —Francamente… no lo sé. Todos los días me pregunto si es lo correcto o no, me he devanado los sesos con todas las idas y vueltas que he dado a este tema. Pero te juro, te juro sin lugar a dudas que todas, todas más incertidumbres, temores, dudas, mis preocupaciones, mis inseguridades, todo desaparece cuando lo veo, cuando él me habla, cuando se acerca a mí… no sé qué sucede Lizzie, qué demonios me pasa. Es como si ese hombre tuviera un poder sobre mí que no lo puedo controlar. Solo sé que quiero verlo esta noche—ella me mira dándome una sonrisa triste. —Solo estoy preocupada por ti. ¿Qué sucede si te enamoras de nuevo?—pregunta y si, esa mi mayor preocupación, caer completamente enamorada de él de nuevo como una tonta. Aun cuando ya soy una mujer adult
Estoy tan decidida a tomarlo, a besarlo y tocarlo que no me reconozco. No es que estoy respondiendo a nada, simplemente estoy tomando la delantera, estoy tomando acción, liderando si se quiere, no reaccionando, y eso solo…. esa sola decisión se diferencia a todas las que he tomado antes. Yo jamás fui así.Brandon respondía con igual anhelo y desespero mientras siento que me movía del balcón a la sala, acariciándome por encima de la ropa con sus manos grandes, apretando en mi cuerpo y yo suspiro de placer en sus labios. De un momento a otro se separa y me toma la mano, llevándome a su cuarto. No tengo ni tiempo de ver cómo es, qué tiene ni que no en su cuarto, cuando él empieza a quitarse la camisa con desespero. No esperaba nada de lo que ha sucedido esta noche, ni cena, ni tanto detalles, menos tanto… romanticismo. Ha sido una cosa maravillosa detrás de otro. Mis pies se mueven inmediatamente a él, mis manos lo buscan y lo escucho suspirar, su voz es maravillosa y ahora si lo veo p
—¿Te sientes bien? —me pregunta él suavemente y siento su aliento en mi frente y su mano jugando con mi cabello. Quería decirle que —bien— es quedarse corta.—Ehh si, bien, muy bien— le respondo de forma tibia. Él se gira un poco para verme y yo levanto mi cabeza para observarlo, tiene una sonrisa de felicidad y su cara sigue sonrojada. —Princesa...— susurra mientras besa mi frente tiernamente y me derrite. — ¿Qué tal si pasas este fin de semana aquí conmigo? — me dice y casi siento que se me debe haber caído la quijada como en los dibujos animados. —Ehhhh… pensé que… esto era algo más de acostarnos y luego… pues irme— le digo honestamente y veo una expresión de desagrado en su cara, por lo que acabo de decir.—Ady…dijimos que podíamos estar juntos siempre que el otro quisiera. Tú sabes, hablar, compartir o hacer otras cosas…— dice de forma tentadora, mordiéndose el labio. Cuando vine aquí a su departamento creí que íbamos a charlar un poco y luego, bueno… un más o menos… directam
Después de ese fin de semana maravilloso, me levanto para una nueva semana, más agotada que de costumbre. Me divertí mucho y la pasé muy bien, pero el domingo en la tarde tuve que hacer todo lo que no había hecho, que no era poco. Como todos los lunes, eran pesados y es como si el cerebro aún estuviera intentando despertarse. Seguíamos con el proyecto de Aspen al cual yo intentaba dedicarme lo más posible. Mi jefe me buscó durante toda la mañana y estuvimos ocupados viendo muchas cosas, así que dejé mi celular desatendido y solo escuchaba que sonaba varias veces con notificaciones y mensajes, y cuando me acerqué a revisar eran de Brandon. Un mensaje, dos, tres. Me preguntaba si había tenido un buen fin de semana, si había podido adelantar algo en mi casa, si había descansado y dormido bien y comentaba lo bien que lo pasó y me daba detalles que me hacían reír como por ejemplo lo mucho que le gustaba que me haya ido con su ropa. Pero luego, agrega. Brandon : Entiendo, no hay probl
—Guaaaooo por fin tienes algo medianamente decente Adelaida, ya yo estaba por hablar con Clark que esperaba mucho más de la gente que contrata. Las fotos no son lo que parecen, tus elecciones no tienen sentido, esto no estuvo listo cuando lo pedí… francamente no sé qué vamos a hacer contigo querida— me dice Katie de forma amarga con toda la intención de subestimarme. —Mejor dicho, ya que estás aquí, ¿por qué no adelantamos el trabajo que tenías que haber hecho? ¡Dios! ¿Es que tengo que hacer todo yo sola? No puedo estar detrás de ustedes todo el tiempo. ¿Lo saben? ¿Verdad? Que tengo mil trabajos que hacer, no puedo ser su niñera y estar revisando que todo esté como tiene que ser— dice mientras golpea la mesa de la sala de reuniones desparramando papeles que vuelan por el piso. —En realidad el trabajo está todo terminado, hemos trabajado mucho en esto, necesitamos seguramente algunas correcciones e inclusive ya Mike le dio el visto bueno, hicimos los arreglos que exactamente él pid