Capítulo 1


Para bien o para mal ese era mi destino, solo me tocaba agarra el toro por los cuernos.

Estaba cansada de luchar por ella por su amor, era mi madre y parecía mi enemiga. La amaba, padre lo hizo a su manera y ella me amaba a su manera, pero ahora la necesitaba más que nunca.

—¡Mamá, decide es él o yo!— grite sintiéndome impotente, estaba cansada y apunto de quebarme.— Va hacer siempre así ¿Verdad? Soy una estúpida al pensar que cambiará.

— Déjalo Lena, solo déjalo estar.

Entonces me dejó con mi peor Pesadilla, eso era Pill desde hace más de diez años desde la muerte de mi padre. Estar aquí era algo masoquistas mis buenos recuerdos era lo único que me mantenía cuerda. 

Sonrío mostrando sus asquerosos dientes, se sentó en el mueble y eso señas para que me acercará. Sabía cómo terminaría esto, había intentado huir y el castigo por eso casi me deja postrada en una cama. 

Solo Dios sabía cuánto deseaba estar lejos de ahí.

🐍🐍🐍🐍🐍

—¡ Más duro Pill!— escuché gemir a mi madre.

Eso era sumamente asqueroso, aunque prefería que Pill se entretuviera con ella. Era una mierda mi vida, cuando papá murió todo se fue a la mierda. 

A veces llegue pensar que era yo la que estaba mal, que lo tentaba o eso me hacía creer mamá, por eso lleve muchas palizas, Susana era una desgraciada. Era una puta, no la juzgaba. Pero no quería a Pill, el solo aprecia mágicamente, todos sabían que su pandilla y el andan en malos trucos drogas, prostitución y venta de armas. Es repugnante.

Su Clud se hacen llamar los "Dragones negros MC", son espeluznantes y asquerosos, he visto como tratan a las mujeres y sin duda no sé cómo acabó mi madre entre ellos. Y ni hablar de las mierdas que saben por sus sucias bocas.

—¡Oye Susana!¿Cuando dejarás que tu hijita entre al mercado?—, escuché decir a unos de los tantos hombres que se encontraban en la sala, fumando y bebiendo. Sentí mi cuerpo tensarse y me escondí detrás de la pared. 

—¡Cuando termine aquí, y después tenga tu polla en mi boca!— eso era asqueroso, pero sin duda solo estaba pensando en ella. Se reían—. Pero quiero mi lana.

Sentí arcadas, mi madre, mi sangre, me estaba vendiendo. 

Y temí por mí.

Subí las escaleras lo más silencioso que pude, mi cuerpo temblaba como si hubiera frío en mis huesos . Empecé a empacar lo poco que tenía, lo necesario y mis documentos, y saqué del colchón el dinero que tenía ahorrado. Cogí mis zapatos nuevos, los vendiera. No podía salir por la ventana, siempre había gente ahí. 

—Tocara salir por la ventana—pensé.

Y como Rapunzel lo hice, intentado no matarme en el proceso agradecía que el huerto no hubiera florecido, algo bueno sin duda. Pero sabía que volvería a vengarme de él y de todo lo que me hizo.

Salí por la parte trasera del jardín, me escape como ladrón. El primer lugar que vino a mi mente fue el parque, ahora ese no era un lugar seguro.  

Solo necesitaba escapar de ahí lejos.

Ya ni sabía cuantas horas llevaba caminando, solo sabía que mis pies se sienten adormecidos y cansados. La lluvia me había cogido de sorpresa, caía con acantaros y el viento sacude violentamente mi cuerpo.

Había cometido, había escapado ahora me encontraba lejos de casa no me sentí bien hasta que vi el cartel a las afueras del pueblo que decían vuelva pronto. Sabía que Susana me iba a subestimar nunca iba tan lejos, siempre he tenido miedo a lo desconocido.

Había sobrevivido mucho, pero sabía que ese era mi momento para irme y lo aproveche tal vez la próxima vez no existiera, ahora solo dependía de mi. Buscar ser alguien, nadie más que yo lo lograría.

Me detuve un instante al sentir un mareo al recorre mi cuerpo, respire pausadamente ahora no necesitaba desmayarme. 

El estruendo de una motos a mi espalda, las conocía muy bien Harley; papá era un aficionado. Sentí los vellos de mi cuello  se erizarán, la adrenalina se apoderó de mi cuerpo; podía sentir las palpitaciones de mi corazón. Apresure mis pasos ignorando el dolor de mis pies, Dios no podía hacerme eso, y si era un castigo no lo merecía. 

Miré de costado. No son muchas, unas tres cómo máximo, pero algo que llamó mi atención fueron sus chalecos no se parecían en nada, los de los hombres de Pill carecían de estilo.  Pero no estaba completamente segura, no podía dudar.

— ¡Hermano ¿A dónde te diriges?— escuché gritar a una voz fuerte y ronca. Tenía una voz sensual.

Maldición concentración.

Tropecé enredándome con mis pies, fue jodidamente horrible la presión en mi cabeza aumento y lo último que escuche antes de caer inconsciente fue: 

—¡Mierda! 

Miguel!

Nos hayamos de carrera, esos jodidos dragones habían vuelto a tocar mis cojones asesinando a unos de mis chicos y yo vine por lo mismo, y por Hades que lo disfruté. Solo mis hombres de confianza me acompañaban, mi VP Len, Jhon mi sargento de armas.

Habían estado revolviendo la mierda algo que no necesitaba, al igual que los federales rondando mi Clud, Pill y su maldito Clud habían estado regando mierda en otros MC; aunque personalmente está que cortaba su garganta.

Era algo fácil de decidir, cuidaba de los míos al igual que ellos cuidaban de mi. Éramos una familia no de sangre si no por elección. Y nadie tocaba algunos de mis hermanos sin recibir mierda.

Ya íbamos de camino a casa, el trabajo estaba hecho. Solo quería llegar servirme un buen vaso de bounbor y un buen coño para follar. Muchos criticaban nuestro modo de vida, pero vivíamos sin ninguna restricción solo encontrábamos apoyo. Era sencillo. 

La vida corta y por Hades que era testigo de eso. 

La lluvia hacia el camino peligroso, pero no cambiaría por nada en el mundo, vivir así libre, sentir la brisa contra tu cuerpo; siempre es un buen escape cuándo necesitas pensar. 

El club es mi vida, siempre lo ha sido.

Entonces visualizó una figura caminar a unos cuatros metros de nosotros, esto se siente como un maldito dejá vú. Le hago señas  a mis hermanos para que reduzcan la velocidad. Frunzo el ceño, detallando lo de manera cauteloso, parece el cuerpo de una mujer y lo podría apostar por mi polla. 

—¡Oye hombre!¿A dónde te diriges?—grite con voz ronca y cansada, solo dio una mirada rápida y aumentó su paso. 

Se enredo con sus pies tropezando, y de repente estás cayendo contra el piso.

Esa tuvo que haber dolido. Cómo la mierda que si.

Apresure hasta llegar hasta el sujeto, me baje de la moto y lo tome por los hombros, entonces retiré su capucha y me hipnotice, Hades era un hijo de puta parecía un ángel, indefenso.  Y un pensamiento horrible cruzo mi mente, no necesitaba otra mujer metida como un grano en el culo del Club.

Su cabello rubio asentaba su rostro y esas pequeñas pecas en sus mejillas y unos labios finos y carnosos. Y se cómo se verían muy bien...

—¿ Qué haremos con el Prez?—, preguntó Len, sacándome de mis pensamientos. 

Era el maldito presidente por una vez podría saltarme las reglas y cortaría la polla de quién decidiera abrir mucho la boca.

No la abandonaría, eso sería inhumano. 

—La llevaremos con nosotros, llama a Zokker para que traiga al auto— dije firme sin derecho a que replicaran, cuestionarme sería su último intento.

Entonces me concentre en ella, revisando por si tuviera alguna herida,  la tome entre mis brazos, era jodidamente delgada se veía demacrada; pensé que se rompería entre mis brazos. Su piel era suave y olía al canela, se sintió caliente bajo mi tacto. 

Sentí mi corazón latir fuertemente, y mis partes nobles parecían también apuntar a lo mismo. Con mi dedo recorrí el contorno de su rostro, era exquisita. Había visto mujeres bellas pero ella tenía algo que sacaba un instinto proyector. Me acordé las palabras de mi viejo. Y las cuales había negado rotundamente, juro y per jurado ahora Hades estaba siendo un hijo de puta.

Veinte minutos después Zokker había llegado, no confiaba en él; pero no tenias pruebas suficientes para echarlo. 

—Prez, ¿Esta seguro?— pregunto Zokker, resople, ni yo mismo estaba seguro pero ahora no era momento de arrepentimiento.

—Sí.

Fue mi única respuesta, y me subí a mí bebé.

Pasar tiempo sin joder alguna puta del Club me estaba volviendo loco.

Porque sabía que como toda mujer traería problemas, jodidas eran y ya tenía suficiente con Emma.

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