Miguel
Esta mujer me cautiva, como hace tanto nadie lo hacia, es como una pequeña luz al final del camino, pensar en ella es un tormento después de esa noche sin duda una inolvidable ocasión; tal vez fuera obra del destino juntarnos, aunque no creyera en esa mierda pero habia momentos donde imaginaba ella junto a mi y se sentia muy bien.
Jamás en mi vida había sentido tantas ganas de matar a alguien, nunca habia matado a una mujer o niño pero sin duda esa perra se lo merecía, no importarle lo que ese bastardo le hiciera, y maldición si no tenia ganas de meter una bala entre las cejas de ese hijo de puta. Pero ella habia demostrado ser una mujer fuerte, habia escapado de todo, sin importarle que no tuviera un lugar seguro a donde llegar, se arriesgo y para su suerte cayo en su mundo, donde tendria apoyo, siempre—aunque fuera algo complicado—sabia que por ahora tenía suficiente mierda encima, no necesitaba más problemas, tenia con la peque
—Me encanta—jadeo, sintiendo sus dedos hundirse en mi sexo, acariciando en pequeños circulos mi clitoris, era una tortura era lento y pausado, me movi con desesperación intentando buscar alivio a esa sensación que me embriagaba. No sabia que era peor ensenderme antes sus sucias palabras provocaban más calor en mi cuerpo, gemi satisfactoriamente cuando sus dedos empezaro a moverse de forma rápida y aplacando mi placer de esa sensación en mi sexo.Sonreí buscando sus labios besandolos, no era un beso dulce, era carente de ello, era feroz embriagador y reclamador. Mis manos recorrienron su cuerpo tonificado, este si era un hombre, deje de besarlo bajando lentamente por su cuello mordisquiando y lamiendo.—Maldición nena, quiero saber todo lo que puedes llegar a hacer con esa puta boca—dijo Miguel, su voz cargada de deseo, ronca y sexy. No habia nada en él que no fuera totalmente masculino. —Y espero no tardar a
El viaje de vuelta al club era silencioso y agradable, estar asi con la brisa chocar contra tu rostro da una sensación de libertad, papá solia tener una de estas, era como su otra bebe, sonrío, me acuerdo cuan insistente era y le pedia una y otra vez que me enseñara, y claro que lo hizo, solo a pasar el suiche, se puede decir qur ese día me sentí emocionada. Porque pense que luego esa hermosa moto, seria mía.Hasta que Susan la vendió, ahí se fue mi esperanza de conversarla.Hace tiempo que no me sentia que tenia un lugar, un hogar, hasta que tropecé con Miguel y el club, ellos son agradables, a su manera ruda y tosca de serlo, aunuqe se ven todos hay malotes tienen un gran sentido de la lealtad y compañerismo, algo admirable de ver. Y Emma rodeado de todos ellos, ella parece irle bien, o como dice los maneja, aunque según Miguel no es así. Y bueno tenemos a Jhon, él sin duda es raro y extremadamente silencio, es él vicepresidente de los
Me despierto desorientada, me quejo un poco, con la mirada recorro la habitación buscando a Miguel pero no esta por ningún lado.Estoy en la habitación de Emma.Intento levantarme pero el dolor en mi cuerpo me hace volver a recostarme, quien pesaría que estoy doleria como el demonios, la puerta es abierta dejando ver a una Emma ojerosa por su forma de caminar puedo decir que esta agotada.-Emma, ¿Cómo esta Miguel? ¿Dónde está?Se siento a un costado de la cama, paso las manos por su rostro.- Esta con el Doc, se encuentra bien pero demonios no se le ve nada bien, juro que matare a ese hijo de perra-jura, y por un momento yo también asi lo deseo-.¡ Dios, Lena! Si Miguel, si él fuera muerto, so sabria que hacer, él es la única familia que me queda. Lo único de papá y mamá.Dice en su voz puedo notar su dolor, se lo que es perder lO que más quieres;
Verlo dormir era algo increíble, la manera en como se veía vulnerable, cuando era todo lo contrario a eso, el tiene un aspecto rudo capaz de romper las reglas. Paso mis dedos por su cabello desordendolo, y sin pensarlo me encuentro sonriendo como idiota, hace tanto que no me sentia asi contenta y feliz. Miguel provoca muchas sensaciones en mi, porque esta con él es incierto, como algo que sabes que es prohibido, pero al mismo tiempo sabes que lo quieres, por que sin pensarlo te encariñas con él, aunque el diga que no es digno de amor, que solo esta aquí para vivir libre, montar libre y morir libre; sin duda el no se da cuenta de todas esas buenas características.Dejo un pequeño beso en su cuello, escondiendo mi rostro ahí, e inhalo su olor, a cuero y menta. Suelto una carcajada al sentirlo apretar mi trasero, doy una pequeño golpe en su pecho.-Si sigues asi, no saldremos de esta cama-dice besando mi frente
Habian pasado algunas horas desde que Pill se marcho, mi mente me torturaba pensando que clases de atrocidades le podrian estar haciendo a Emma, por mi culpa, pero sabia que Miguel haria todo por salvarla, era su familia pero yo, no era nadie.Tal vez Pill y Susan estaban sobre valorando mi interacción con ellos, al menos que supieran más de lo que deseaba, y si era cierto aquello que escuche mientras estaba herida, pero no, no podia ser no creo que nadie hay este dispuesto a traicionar un hermano.El cuarto donde estaba no tenía entrada de luz, al menos no de la que necesitaba, exepto esa poco iluminación del bombillo, estaba adolorida, mi culo dolía horrores, jamás me sentaria en una maldita silla, mis pies estaban adoloridos.—Hey pequeña zorra.Abrio los ojos lentamente, mis ojitos estaban irritados..pase la lengua por mis labios resecos.—Ad
Intranquila rode sobre la cama, ni con las dos mantas podia sacar el frío de mi cuerpo, y sin Miguel aqui como fuente de calor, pero no solamente era eso tenía un pequeña sensación que no me dejaba cerrar mis ojos y descansar; tal vez fuera toda esta maldita preocupación por lo de Emma, a decir la verdad yo lo estaba por todo. Siempre. Todos los malditos días, recordaba las palabras de Pill.Sin duda, era un encrucijada. Me tenian agarrada por los calzones; sabia que tarde o temprano él sabría la verdad le había estado mintiendo aunque era pésima en ello, el lo nota, aunqur no dice nada, nunca dice nada y eso es lo más exasperante.Fije mi mirada en el pequeño reloj de la mesa de noche, eran las dos de la mañana, Jesús bendito, cuandp demonios iba a poder dormir. Aunque sabia que no podía dormir, esperaba a Miguel aunque solo fuera para sentirlo a mi costado distante pero sin duda segura.
Gruño al escuchar la alarma sonar, palmeo el lado derecho de mi cama y como siempre se encuentra solo. Me levanto desganada, voy al baño y tomo una larga ducha, después hacer mis necesidades fisiológicas, me visto con la ropa que Emma me presto desde que llegue hace un mes y algunos días, unos jeans oscuros y una camisa de tiras. Salgo del cuarto y saludo algunos hermanos que estan en el pasillo, algunos muy ocupados con sus manos; camino deprisa hasta llegar a la cocina.Alex y Hunter parecen estar muy entretenidos, aparto la mirada avergonzada, aqui nadie sabe que es la palabra pudor.—Buenos días chicos —saludo y me burlo, Alex puede ser la mujer más desvergonzada del mundo pero tienes sus momentos como estos, cuando se sonroja, y parece tímida.Hunter se ríe y vuelve a besarla. Y vuelven a lo suyo.«Mejor vayan a una habitación
—Eres una jodida hija de perra.Aprete mis manos fuertemente volviendolas puños, mis nudillos estan bancos por la presion que ejercía.—Tu también lo eres y peor. Si Miguel supiera de quien eres hija, tú estarias tres metros bajo tierra—dijo maliciosa rodeando la cocina—. Y cuando llegue ese momento lo disfrutaré, porque a diferencia de ti, yo si he probado mi lealtad al club. No quedare mal, no, no te tengo miedo.—¿Y cómo sabes que yo no? —pregunté tentiando terreno—, como sabes que no le he dicho a Miguel nada, estas jugando en un terreno incierto Leah, solo espero no ser yo quien te vea recoger tu mierda y largarte.Me marche de ahi dando zancadas, necesitaba golpear algo urgente, tenia una enorme rabia acumulada.—Calma mujer, desde aqui noto que estas echando humo por las orejas—se burla Hunter, le doy una mirada censurada—. Dime quién te h