Habian pasado algunas horas desde que Pill se marcho, mi mente me torturaba pensando que clases de atrocidades le podrian estar haciendo a Emma, por mi culpa, pero sabia que Miguel haria todo por salvarla, era su familia pero yo, no era nadie.
Tal vez Pill y Susan estaban sobre valorando mi interacción con ellos, al menos que supieran más de lo que deseaba, y si era cierto aquello que escuche mientras estaba herida, pero no, no podia ser no creo que nadie hay este dispuesto a traicionar un hermano.
El cuarto donde estaba no tenía entrada de luz, al menos no de la que necesitaba, exepto esa poco iluminación del bombillo, estaba adolorida, mi culo dolía horrores, jamás me sentaria en una maldita silla, mis pies estaban adoloridos.
—Hey pequeña zorra.
Abrio los ojos lentamente, mis ojitos estaban irritados..pase la lengua por mis labios resecos.
—Ad
Intranquila rode sobre la cama, ni con las dos mantas podia sacar el frío de mi cuerpo, y sin Miguel aqui como fuente de calor, pero no solamente era eso tenía un pequeña sensación que no me dejaba cerrar mis ojos y descansar; tal vez fuera toda esta maldita preocupación por lo de Emma, a decir la verdad yo lo estaba por todo. Siempre. Todos los malditos días, recordaba las palabras de Pill.Sin duda, era un encrucijada. Me tenian agarrada por los calzones; sabia que tarde o temprano él sabría la verdad le había estado mintiendo aunque era pésima en ello, el lo nota, aunqur no dice nada, nunca dice nada y eso es lo más exasperante.Fije mi mirada en el pequeño reloj de la mesa de noche, eran las dos de la mañana, Jesús bendito, cuandp demonios iba a poder dormir. Aunque sabia que no podía dormir, esperaba a Miguel aunque solo fuera para sentirlo a mi costado distante pero sin duda segura.
Gruño al escuchar la alarma sonar, palmeo el lado derecho de mi cama y como siempre se encuentra solo. Me levanto desganada, voy al baño y tomo una larga ducha, después hacer mis necesidades fisiológicas, me visto con la ropa que Emma me presto desde que llegue hace un mes y algunos días, unos jeans oscuros y una camisa de tiras. Salgo del cuarto y saludo algunos hermanos que estan en el pasillo, algunos muy ocupados con sus manos; camino deprisa hasta llegar a la cocina.Alex y Hunter parecen estar muy entretenidos, aparto la mirada avergonzada, aqui nadie sabe que es la palabra pudor.—Buenos días chicos —saludo y me burlo, Alex puede ser la mujer más desvergonzada del mundo pero tienes sus momentos como estos, cuando se sonroja, y parece tímida.Hunter se ríe y vuelve a besarla. Y vuelven a lo suyo.«Mejor vayan a una habitación
—Eres una jodida hija de perra.Aprete mis manos fuertemente volviendolas puños, mis nudillos estan bancos por la presion que ejercía.—Tu también lo eres y peor. Si Miguel supiera de quien eres hija, tú estarias tres metros bajo tierra—dijo maliciosa rodeando la cocina—. Y cuando llegue ese momento lo disfrutaré, porque a diferencia de ti, yo si he probado mi lealtad al club. No quedare mal, no, no te tengo miedo.—¿Y cómo sabes que yo no? —pregunté tentiando terreno—, como sabes que no le he dicho a Miguel nada, estas jugando en un terreno incierto Leah, solo espero no ser yo quien te vea recoger tu mierda y largarte.Me marche de ahi dando zancadas, necesitaba golpear algo urgente, tenia una enorme rabia acumulada.—Calma mujer, desde aqui noto que estas echando humo por las orejas—se burla Hunter, le doy una mirada censurada—. Dime quién te h
¿Quién no podría tener sentimos hacia una persona cómo el? Protector, leal, valiente y un luchador nato defendiendo los principios con los que creció. Nunca encuentras a personas así jamás, y no me refiero aquellas que van rompiendo la ley; aunque definitivamente ellos llevan otra.Habian pasado exactamente cuatro días desde que Miguel recibió esa llamada ha estado fuera, lo entiendo, o más bien lo intento, tengo miedo de perderlo; saber que no podre ver esos hermosos ojos azulados que traspasan mi alma, donde puedo hallar miles de emociones.Donde puedo encontrar cariño en ella. Últimamente lo he pensado mucho, sobre irme y decirle una verdad a medias y ahí en ese momento es donde pienso ¿Seré una cobarde? Dejare todo por simplemente no verlo a la cara y decirle que sabia quienes tenian a su hermana, Emma. Aunque por lo que habia escuchado detrás de la puerta la noche pasada, Hunter y Flip le dijieron que l
Son las dos de la mañana y Miguel todavía no ha regresado, como en los últimos tres días parece no querer estar conmigo execto por las noches donde me dejo llevar por todas las sensaciones, aunque no voy a negarlo el hombre sabe como dar placer con su boca y muchas otras partes de su cuerpo...La puerta del cuarto es abierta dejando que la luz del pasillo se filtre en la habitación a oscuras, su caminar es desigual, hasta podría apostar que esta borracho. Me levanto de la cama, acercándome, sus ojos se encuentran dilatados, haciendo el azul de sus ojos se vean más claros.—¡Maldición Miguel! ¿Qué demonios haces? —reclamo llegando hasta él pasando su brazo encima de mi hombro.—No entiendo que tienes—su voz se escucha rota y confusa, nada como el Miguel que conozco—. No sé que tienes que me hace volverme loco, ¿sabes? Querer volver a ti, undirme en tu coño, jamás repito nada con n
No sé en que momento me he quedado dormida, pero sin duda despertar asi no me molesta, Miguel besa mi cuello suavemente haciendo que me estremecer, doy media vuelta quedandi frente a frente, sus ojozas color zafiro resaltan en la oscuridad de la habitación, su mirada se detiene en mi boca, acerco mi rostro al suyo, acariciando con mis dedos sus labios, esos carnosos y juegosos labios.Me levanto de golpe para sentarme, me agarro fuertemente de su hombro al sentie un pequeño mareo.—¿Estás bien?—su mirada hay preocupación, le sonrio tranquilizandolo.—No estoy bien, últimamente me pasa cuando me levanto de golpe, debe ser la tensión.—Segura—pregunta relajado—porque en el baño encontré un desastre.Y el borchono me carcame, olvide por completo limpiar el baño.—Dios lo siento, me olvide—siento mis mejillas calentarse de la vergüenza—. Me senti en l
No sé en que momento me he quedado dormida, pero sin duda despertar asi no me molesta, Miguel besa mi cuello suavemente haciendo que me estremecer, doy media vuelta quedandi frente a frente, sus ojozas color zafiro resaltan en la oscuridad de la habitación, su mirada se detiene en mi boca, acerco mi rostro al suyo, acariciando con mis dedos sus labios, esos carnosos y juegosos labios.Me levanto de golpe para sentarme, me agarro fuertemente de su hombro al sentie un pequeño mareo.—¿Estás bien?—su mirada hay preocupación, le sonrio tranquilizandolo.—No estoy bien, últimamente me pasa cuando me levanto de golpe, debe ser la tensión.—Segura—pregunta relajado—porque en el baño encontré un desastre.Y el borchono me carcame, olvide por completo limpiar el baño.—Dios lo siento, me olvide—siento mis mejillas calentarse de la vergüenza—. Me senti en la tarde un poco mal nada de que
Cuando despierto Miguel no está a mi lado, su lado se encuentra frío, escaneo la habitación con la mirada encontrada con el zafiro de sus ojos, fríos, duros y peligrosos; hay un ambiente tenso.Confusa, me siento, un sensación de angustia me recorre el cuerpo ¿Emma le habrá dicho algo? No, no lo creo.—Hola ¿ Pasa algo?— mi voz sale como un murmullo, bajo y desconcertado—¿Miguel?Aprieta la sábana contra mi pecho sintiéndome expuesta.—Pasa mucho, como diablos no lo puede ver, eres una cosita mentirosa— no hay rastro del dulce Miguel, se nota el peligro y la agresividad en cada una de sus palabras— Al parecer Hades supo jugársela y soy un jodido imbecil ¿Al principio ese fue el plan? Sabia que no debía sangrar por ti pero lo hice, ahora no se si dispararme a mi o a ti.《Por que jodidamente supiste joderme, pero sabes que es lo peor, pensar en matarte lentamente, pero no poder. Eso me está jodiendo la cabeza. Nunca pensé que usaras unas malditas cartas.<