Saliendo de la residencia, notan la limosina hecha triza frente al edificio con un oficial colocando una multa sobre el vidrio del parabrisas o lo que quedaba de ella, éste los mira con el ceño fruncido, Darién recorre con la mirada aquella limosina con cara de desconcertado. ─ ¿Quién sería el loco psicópata que aparcó de esa manera? ─ Darlen lo fulmina con la mirada al igual que Caroline, pero con expresión de asombro. ─ Hoy día hay demasiados en este mundo… ¿Conocen al animal que hizo esto? ─ todos miran a Darién, éste se encoge de hombros. ─ No… para nada, suerte si lo atrapa, oficial ─ tomando dos taxis, ambos grupos se enfilan para el aeropuerto, Darlen junto a Caroline y Harley en el medio de ambas, Darién en el puesto de copiloto; tanto Darlen como Darién debían, prácticamente acurrucarse para poder entrar en el taxi; en el segundo taxi, José en el puesto de copiloto, Sebas en medio de Rosa y Renata. Durante el viaje se mantuvieron en silencio, tratando de no comentar
El avión llega a su destino, en algún lugar de España, de noche, con el tiempo frio y la pista algo húmeda, señal de haber llovido con antelación, en el aeropuerto son recibidas por dos hombres, uno se presenta como el chofer, y otro como uno de los escoltas asignados, el escolta le tiende la mano asintiendo disimuladamente una reverencia. ─ Bienvenida a España, es un placer y un honor conocerle ─ El placer es mío señor… ─ Alejandro, y él es su chofer, Orlando ─ Es un honor, su Majestad, la estábamos esperando ─ ¿Dónde están mis amigos? ─ Recibimos información de que el vuelo proveniente de México llegará en cuestión de media hora ─ Gracias, esperaré ─ Los señores Gilbert y Dietrich insistieron en llevarla a usted primero ─ Prefiero esperar, no me iré sin mis amigos ─ Si me permite insistir… ─ No. Si dicen que soy la “reina”… ─ Harley, con el debido respeto… ─ interviene Darlen. ─ Me aseguraré de que los lleven a la casa, Caroline puede llevarte, yo me quedaré con Darién a espera
Todos fueron recibidos por el mayordomo de la casa. ─ ¡Gustavo! ─ saluda Darlen con entusiasmo. ─ La señorita Dietrich los espera en el gran recibidor, señorita Darlen ─ ¿Y Harley? ─ En su habitación ─ Espero que no sea en uno de los huéspedes ─ Para nada, ella está en Su habitación ─ Bien, ella necesita descansar, ¿Y el joven Gilbert? ─ Está en su estudio, bajará en breve ─ Perfecto, por cierto, Gustavo, ellos son amigos de Harley, ubícalos por favor en sus habitaciones, facilítales y contéstales lo que haga falta ─ Desde luego, señorita Darlen… y supongo que el joven que está detrás de usted es su hermano, Darién ─ (suspiro desalentado) Por desgracia, lo es ─ Yo tampoco estoy muy feliz estando contigo, “hermanita” ─ Y ¿Por qué no te largas? ─ pregunta Darlen con una sonrisa sardónica con un deje de desdén. ─ No estoy aquí por ti, sino por tu amiga, la desmemoriada ─ Si te vas a dirigir a Harley, hazlo con más respeto ─ Lo haré si me demuestra lo contrario, mientras, seguirá sie
Harley, a pesar de estar cansada, no podía dormir, su gran habitación iluminada por velas no le inspiraba nada de sueño, no quería encender las luces, quizás con un tono mortecino de luz le daría ganas de dormir, pero solo daba vueltas en la cama, inquieta, una gran cama amplia con dosel y cortinas de seda blanca mate, una cama que prácticamente podían dormir los cinco, almohadas rellenas con plumas de ganso, moquetas importadas de Turquía, su propio baño amplio con jacuzzi, biblioteca y su cuarto de entretenimiento, inclusive hasta su propia cocina de línea blanca. ─ ¿Esto es un cuarto o una casa dentro de una? ─ pensó Harley sentándose en la cama, quiso prender la televisión de plasma pantalla de cine, pero pensó detenidamente, si con la cama tan grande y cómoda no podía dormir, la televisión no sería de gran ayuda, de pronto una sombra se aparece en un rincón de la gran habitación. ─ ¿No puedes dormir? ─ ¡Caroline! ─ contesta Harley con un respingo. ─ Casi me matas del su
Los primeros rayos de sol se hicieron sentir, el club ya estaba cerrado y los trabajadores salían por la puerta trasera con el mismo son de un zombie por la monótona rutina, el amigo de Richard contaba el dinero en una de las mesas de todo lo que se había hecho esa misma noche, firmando unos cuantos pagarés de algunos de sus empleados, y después de revisar algunas facturas, se enfila para la oficina de Richard a darle la noticia, toca a la puerta, nadie contesta, ¿se habrá quedado dormido?, abriendo la puerta con cautela para no despertarlo, los papeles y el dinero se le caen de las manos horrorizado ante aquella visión, algo con que jamás se topó en su vida, Richard acostado en un sofá, desnudo, con el pecho abierto sin su corazón, con su piel desecada como una momia, la expresión de su cara fue lo que más lo impactó, su rostro con la boca abierta, mostraba el verdadero horror vivido antes de morir. ─ Te esperaba ─ dijo una voz que fue casi un ronroneo, aquel hombre de color se
Una vez terminado el desayuno, se llega al acuerdo de que los amigos de Harley ayudarían con ciertos adiestramientos con la supervisión de Darlen y Caroline, la primera parte del itinerario de Harley fue pautado media hora después del desayuno, la cual, era montar a caballo, por ahora en éste punto, solo se encargaría Caroline, los amigos de Harley decidieron acompañarla para darle ánimos; durante el camino hacia los campos de equitación, Harley se sorprende por la cantidad de personas que residían en aquellas tierras, trabajadores, aspirantes y combatientes, siempre entrenando y trabajando, y cuando notaban la presencia de Harley, estos se detenían para ofrecerle una profunda reverencia, Caroline le explicaba durante la caminata las distintas áreas designadas para cada tarea, también les propone, si ellos están de acuerdo, en alistarse en algunas de las áreas para colaborar en la manutención de las tierras o prepararse como combatientes, o si tenían alguna idea para anexar en el
Durante la espera, Harley pensó que, si devorando la carne humana Caroline podía curarse más rápido, quizás la sangre podría surtir casi el mismo efecto, Harley sin dudar ni un segundo más le ofrece su brazo a Caroline, ésta lo observa y con el ceño fruncido lo aparta, ella no quería su sangre, Harley vuelve a ofrecérselo, pero Caroline niega aun gorgoteando sangre negra de su boca, José observando la intención de Harley, éste comprende la situación. ─ ¡Que tome la mía! ─ propone José, Harley lo mira con asombro, y con navaja en mano, José se corta la palma mostrando una ligera mueca de dolor; las gotas comienzan a caer en la boca de Caroline, el olor de la sangre inunda las fosas nasales de forma embriagadora y el rostro de Caroline se va contorsionando en algo demoníaco, José casi entra en pánico, no obstante, trata de calmarse, si Harley no tiene miedo él tampoco, una lengua larga bífida se desliza acariciando la mano de José para aprovechar cada gota de la herida, los dientes
Flora toma su abrigo con una sonrisa llena de satisfacción. Su primera victoria en los negocios. Sale de la oficina, la luz del sol llama el atardecer y Flora se enfila a dar un paseo, una extraña sensación como una leve corriente le recorre el cuerpo, Flora mira hacia el horizonte, en dirección de donde provenía aquella sensación, frunce el ceño, pero no le presta atención y prosigue su andar. Ocho de la noche y Flora camina por unas calles solitarias, recordando las cosas que había visto, cuantas diversidades de personas se encuentran hoy día, la actualidad es como una jungla, pero diferente, muchas personas como tribus conviviendo una cerca de la otra, mujeres y hombres con sus cuerpos lacerados con adornos y sus cabellos con unos estilos y colores muy particulares, vestimentas con cadenas, ¿a quién le gusta estar envuelto en cadenas?, sus rostros pintados en negro y blanco, escuchando música algo estridente para su gusto, nada como la música del siglo XV y XVI, otras tribus m