Yuriv y el hombre que lo acompañaba, lograron ponerse de pie y con dificultad subieron las escaleras, para dirigirse al pasillo donde estaba el restaurante y corrieron hacia la barandilla, donde vieron a la mujer cual tarzán en la selva estirarse y pasarse a la parte delantera del barco amarrada de una manguera contra incendios. Comenzaron a disparar, pero la mujer se había escondico debajo de la terraza del barco y no la alcanzaban.

-¡Puta desgraciada! – Gritó Yuriv frustrado –

-¿Qué vamos a hacer? ¡Ya quedan pocos minutos para que se restablezca la luz! –

-¡Ya sé que quedan pocos minutos para que venga la puta luz! – Gritó Yuriv –

-¡No va a dar tiempo! ¡Tenemos que escapar antes de que venga la luz y nos puedan ver por el sistema de cámaras! – Dijo el hombre –

-¡Está bien! ¡Llama a todos por la radio y diles que nos vamos de éste podrido barco! – Dijo Yuriv comenzando a correr con el hombre detrás de él hacia las escaleras y tomando una puerta alterna por lo que no se encontró con G