Capítulos XXIV
Algún tiempo después, se encontraba Mercedes trabajando como era su rutina diaria, y en eso llega un proveedor para tomar su pedido como cada semana. Mercedes lo recibe muy gustosa y cordialmente.–Buenos días, señor Lorenzo. ¿Cómo está usted? Pase adelante, tome asiento.–Muy buenos días, señorita Mercedes. Es para mi todo un placer visitarlos, hoy le traigo nueva mercancía. Usted dirá cuál es su requerimiento.–Perfecto, muéstreme su catálogo de ventas. Dice Mercedes–Tenga señorita Mercedes.Mientras la señorita Mercedes visualiza el catálogo, el señor Lorenzo le pregunta.–Señorita Mercedes, he podido notar en todo este tiempo que llevo distribuyéndole mercancía para su quincalla, que usted a pesar de su corta edad, cuenta con mucha preparación, es muy educada y servicial. Disculpe usted mi intromisión, pero tengo un hermano que maneja un alto cargo dentro de una de las comandancias acá en Caracas. Y están buscando una secretariaCapítulo XXVMercedes sentía tanta felicidad que no le cabía en el pecho. No podía creer la oportunidad que se estaba presentando... El sueño dorado, la oportunidad que cualquier persona hubiese deseado y seguramente a más de una han rechazado y a ella le tocó que la suerte llegará a su puerta un buen día sin avisar… Pero muy en el fondo ella sabía que no del todo era cuestión de suerte, sino de ese camino que ella se había forjado con su esfuerzo y constancia diaria, con su preparación continua y la humildad acompañada de los excelentes modales con los que fue criada, dejaban notar su distinción y profesionalismo a tan corta. En medio de toda esa felicidad por la excelente noticia, también sentía una profunda tristeza por tener que marcharse y dejar a su tío quien le había abierto las puertas y confiado en ella dedicándole tanto tiempo para su preparación y entrenamiento, es por ello que Mercedes no podía marcharse sin antes dejar a alguien en su puesto que fuese capaz de ayudar a
Capítulo XXVIEse día al llegar a casa Mercedes se encuentra con la su tía madrina Carlota y le dice desbordante de felicidad mientras corre para abrazarla–Madrina hermosa y preciosa, ¿A que no sabes que me propusieron hoy?–Pero muchacha... Tú y tus cosas, un día de estos me vas a matar de un susto vale. No, no tengo idea, aún no tengo el don de ser pitonisa. Lo dice con todo sarcasmo, pero dejando mostrar su curiosidad mientras pone sus manos en la cintura encomiendo sus hombros.–ja ja ja... Vamos madrina, vamos haga un esfuerzo no tengo apuros. Intente adivinar, yo espero. Dice Mercedes mientras se ríe. – Dios me colmé de paciencia caramba muchacha, ¿Es que no me escuchas? Ya te dije que yo no soy pitonisa, si fuese así ya sería millonaria... ¡Ya termina de hablar! ¿No me dirás qué te propusieron matrimonio si ni siquiera tienes novio?–ay no madrina... ¡Susto! ¡Susto! Recalcó Mercedes mientras se persigna. –Aja... Y ¿Entonces que fue muchacha? Me tienes en suspenso, cuéntame…
Capítulo XXVII Luego de una larga noche donde Mercedes casi no logró conciliar el sueño, pues los nervios y la ansiedad se la carcomían al fin llega el amanecer y se levanta con más alegría que nunca, arregla su vestuario, su documentación y se mete a duchar rápidamente, luego se arregla poniéndose lo más bella que le era posible. Se dirige a la cocina y se sienta a desayunar mientras su madrina Carlota le pregunta –¿Tienes el currículo listo junto con los demás documentos?!–si madrina, acá llevo el sobre con todo… Casi no pude dormir por la ansiedad, no aguanto los nervios. Es un cambio demasiado brusco. Salir de mi primer trabajo con mi tío en una quincalla, para irme a una comandancia con el alto mando militar... Gusto, ni en mis mejores sueños me lo pude imaginar. No sé si pueda madrina. Dice Mercedes con cara de preocupación mientras Carlota responde.–¿Qué cosas dices? Jamás dudes de ti mi niña. Claro que puedes con eso y con todo lo que venga Ya tú verás que ese apenas es e
Capítulo XXVIII Con los nervios de punta, pero la fe puesta en Dios, sabía que todo saldría bien, pues esta oportunidad no la había buscado, sino que se le había presentado a su puerta. La suerte estaba de su lado. Así se dirige a la comandancia hasta que al fin llega, y en ese momento pregunta a la recepcionista–Muy buenos días, señorita, por favor ¿podría usted comunicarme con el General? –Buenos días. ¿En qué le puedo ayudar? ¿Podría usted decirme su nombre?–Si, si claro. Mi nombre es Mercedes. Él está esperándome.–Entiendo señorita Mercedes, pero el general en este momento se encuentra en una reunión, y siempre demora mucho. No se sabe nunca a qué hora sale. Por eso mismo le pregunto si la puedo ayudar en algo o si desea dejarle algún mensaje con gusto se lo comunicaré.–Le agradezco su amabilidad señorita, pero cómo le comenté él está esperando por mí. Así que ahora soy yo quien debo esperar, no se preocupe, no tengo prisa, acá lo esperaré si no hay inconveniente.–Como gust
Capítulo XXIXAl salir de la casa de sus padres Mercedes, se dirige a buscar a Mariana en su casa, al llegar toca la puerta y al cabo de un rato sale Mariana y sorprendida dice–¿Mercedes? Y ese milagro tú por aquí amiga... ¿Cómo estás? Mientras le abre la puerta y la invita a pasar. Mercedes entra a la casa y le da un fuerte abrazo a Mariana diciéndole–Hola mi amiga bella, yo bien ¿y tú? Conchale vale si eres mala amiga, si yo no vengo no te veo. A lo que Mariana responde–pero Mercedes, es que casi yo no salgo, desde que me gradué del liceo ahora solo me la pasó aquí encerrada, esa eres tú que eres una mujer de mundo ja, ja, ja dice Mariana mientras suelta una carcajada–¿De mundo? Tú si inventas cosas ja, ja, ja –claro, tú trabajas, vives independiente... ¿Qué más le puedes pedir tú a la vida? Acotó Mariana–No vale que va... Si supieras que cuando te toca asumir todas las responsabilidades te das cuenta de que las cosas no son tan sencillas ni tan divertidas cómo uno cree cuando
Capítulo XXXAl día siguiente regresa Mercedes cómo era su costumbre a la. Quincalla para cumplir con su promesa de dejar todo en orden y entrenar a Mariana. Al llegar al lugar ya se encontraba allí Mariana en la puerta esperándola. Mercedes se alegra al verla allí, pues esta era señal de que efectivamente si estaba interesada y si cumpliría con el trabajo tal y como lo prometió. Eso tranquilizaba mucho a Mercedes, ya que había demasiado trabajo por hacer, ya era miércoles y solo restaban 4 días de la semana para entrenar a Mariana y dejar el negocio de su tío Evaristo cómo nuevo Esa era una tarea ardua y muy meticulosa, ya que Mariana se ocuparía de cumplir con todos los roles que ocupaba Mercedes, de no poder cumplir eso equivaldría a que su tío tendría que contratar a alguien más para que la ayude. Es decir, ya no sería una persona, sino dos, ósea más gasto de nómina y la quincalla no daría la base para tantos gastos. La responsabilidad estaba en sus manos, se sentía muy presiona
Capítulo XXXI Al fin había llegado el día tan esperado, después de un domingo de descanso, Mercedes se sentía plenamente feliz, con muchas dudas e incertidumbre, pero si de algo estaba segura era de que le vendría un cambio positivo y radical totalmente para su vida y para la de su madrina.Llegado el día lunes, Mercedes se levanta y comienza a arreglarse, poniéndose lo más presentable y formal que podía para la ocasión, luciendo una hermosa camisa manga larga blanca con flores azules, una falda ceñida al cuerpo por arriba de la rodilla, medias de nilón tradicionales de la época, y no podían faltar unos zapatos con tacón Luis 15, lo que la hacía lucir además de elegante,, le ayudaba a disimular su escasa estatura de 1,50 CM.Luego se dirige a la cocina donde se encuentra su madrina Carlota, y se sienta a desayunar con ella, mientras que esta le dice.–mi niña te ves hermosa y radiante. Toda una ejecutiva–gracias madrina, debo tener excelente presencia. Si hubieses visto todo cuándo
Capítulo XXXII Ya pasado algún tiempo Mercedes había logrado la estabilidad económica que tanto había deseado, el respeto y la admiración de todos. Ya se había adaptado a su nuevo trabajo y se había ganado la confianza de su superior inmediato, el General.Con escasos 20 años ya tenía un cargo dentro de la comandancia del Ejército. Vivía sola e independiente con su madrina que siempre la apoyo y compañía en todo. En su vida no existía tiempo para los romances, no noviazgos ya que siempre estaba ocupada con la fuerte agenda del General. De hecho casi no tenía tiempo ni para descansar, pero el hecho de saberse sentirse realizada ya le daba el suciente empuje para continuar con más ahínco.Su madrina Carlota, estaba tranquila, sin presiones, solo vivía para atender a Mercedes pero estaba plenamente feliz de ver a su niña convertida en toda una mujer profesional y estable. Ya era el momento en el que Mercedes, decide buscar mejores condiciones de vida. Y comienza a pensar en mudarse pa