Capítulo XXXII Ya pasado algún tiempo Mercedes había logrado la estabilidad económica que tanto había deseado, el respeto y la admiración de todos. Ya se había adaptado a su nuevo trabajo y se había ganado la confianza de su superior inmediato, el General.Con escasos 20 años ya tenía un cargo dentro de la comandancia del Ejército. Vivía sola e independiente con su madrina que siempre la apoyo y compañía en todo. En su vida no existía tiempo para los romances, no noviazgos ya que siempre estaba ocupada con la fuerte agenda del General. De hecho casi no tenía tiempo ni para descansar, pero el hecho de saberse sentirse realizada ya le daba el suciente empuje para continuar con más ahínco.Su madrina Carlota, estaba tranquila, sin presiones, solo vivía para atender a Mercedes pero estaba plenamente feliz de ver a su niña convertida en toda una mujer profesional y estable. Ya era el momento en el que Mercedes, decide buscar mejores condiciones de vida. Y comienza a pensar en mudarse pa
Capítulo XXXIIICon el transcurrir de algunos años, ya Mercedes tenía 25 años, con una vida ya estable, muy madura y en la flor de su carrera, dentro de la coral ya la habían nombrado como una de las voces principales por el torrente de voz que tenía. Lo que la hacía infaltable a ningún evento o presentación que realizaran. Por otra parte continuaba pagando el crédito para la obtención de su apartamento, todo iba en marcha tal y como ella se lo había propuesto.Sus padres estaban bien, en su rutina como cada año, sin mayor novedad, solo un poco más pausados por el avance de la edad, ya no tenían responsabilidades, solo trabaja Don Elías para cubrir sus necesidades básicas, sin mayor preocupación ni estrés, solo se había quedado uno de los empleados con él. El papá de aquel joven en agradecimiento y lealtad, pero Héctor si había tomado sus propias riendas con todo lo que había aprendido decidió montar su propio negocio aparte, ganando mucho más de manera independiente. Héctor ya ha
Capítulo XXXIV Este hombre apuesto, a quien Mercedes con su estatura muy disimulada apenas le llegaba a los hombres, de buen vestir, elegante, fornido, y misterioso había logrado atrapar en ella su atención. Por el simple hecho de salirse de lo convencional, del típico roce y coqueteo de todos con el interrogatorio que no podía faltar cada vez que trataban de enamorarla, pero ya ella estaba aburrida de lo mismo por eso no le daba importancia a ninguno, hasta que llegó Manuel.Manuel era un hombre de andar solitario, muy pocas veces se le veía rodeado de personas, aunque era muy conocido y su presencia por su porte y distinción no podían nunca pasar desapercibido en ningún lugar.Mercedes termina de bailar la pieza y se regresa nuevamente a.su mesa junto a sus compañeros de la coral. Ambos se quedaron pensando el uno en el otro, pero él no era de esos de dejar evidencia, ni de apuros. Todo lo pensaba muy bien, era frío y calculador. Aunque sus deseos lo invadían él primero meditaba
Capítulo XXXV Así pasaron los días mientras Mercedes. Cumplía con su rutina laboral y su apretada agenda. Acompañando al General a cada reunión y evento que se le convocaba, pero aquel hombre, Manuel, no dejaba de pasar por su cabeza y se preguntaba si tal vez lo volvería a ver.Mientras que él solo aguardaba al próximo momento de la presentación para ir, ya que sabía que ella tendría que ir. Cuál lobo cazando su presa. Mercedes no se imaginaba el cambio que daría su vida. Y así fue, llegó el próximo fin de semana y comenzaron las presentaciones con la agenda apretada. Tenían dos el viernes y dos el sábado. Hasta que en la del día sábado allí estaba él. Tan elegante como siempre, al ver que ella se presenta no le pierde rastro y se deleita con su presencia mientras la escucha cantar. Mercedes aún no se percataba de la presencia de Manuel, solo se concentraba en su presentación, ese era su mundo, los momentos que ella tenía para distraerse y salir de la rutina.Una vez terminada la
Capítulo XXXVIAl salir del restaurante Manuel comienza a manejar y le pregunta a Mercedes –¿A dónde deseas que te lleve? –A mi casa–¿A tu casa? ¿No te gustaría compartir conmigo un rato a solas?Dice Manuel mientras se orilla a un lado de la calle y apaga el carro a pocas cuadras del restaurante–¿Qué sucede Manuel? ¿Por qué dejaste de conducir y te estacionaste aquí?En ese instante Manuel pone una de sus manos sobre la pierna de ella y con la otra la agarra acercándola hacía él para besarla apasionadamente mientras desliza su mano de la pierna hacia arriba.Para Mercedes es tan difícil resistirse a Manuel, cada vez que la toca siente que despierta en ella hasta la última fibra y todo se le estremece, por dentro se preguntaba ¿En dónde habría estado este hombre tanto tiempo sin que ella lo conociera?Ella se dejaba acariciar mientras lo acaricia con pasión por la espalda pasando una de sus manos por su caballera, deseaba intensament
Capítulo XXXVII Al día siguiente Carlota se levanta como cada mañana para hacer los quehaceres del hogar, luego se ducha y sale para hacer las compras como cada domingo, y así poder tener todo lo necesario para la semana. Al regresar ya eran casi los once de la mañana, guarda todo lo de sus comprar y al disponerse a hacer el desayuno, unas ricas empanadas de reina pepeada, se despierta Mercedes y se dirige a la cocina. Con una resaca que no la dejaba caminar muy lejos y en eso se sujeta la cabeza y le dice.–Buenos días, madrina, bendición.–Buenos días mi niña, Dios me la bendiga y me la proteja. Por lo que veo no paso muy buena noche.–Buena noche si, lo que no hice fue amanecer bien madrina, me duele todo, me siento como si me hubiesen dado una paliza y siento que la cabeza me va a estallar.–ay Dios mi niña, a eso en mi pueblo le llaman resaca.Mientras se ríe y la mira con ojitos de nostalgia.–necesito algo que me quito esto, pero ya, madrina ¿Cuánto tiempo dura este malestar
Capítulo XXXVIIIAsí finaliza el domingo, ya Mercedes un poco más recuperada, aunque aún le persistía el dolor de cabeza. No le agradaba la idea de volver a tomar de esa manera. Llegado el día lunes se va a Mercedes a su trabajo como cada mañana. Era una rutina que por tantos años ya comenzaba a desgastar la físicamente, se sentía cansada, había momentos en que le faltaba la voluntad para levantarse e irse a trabajar.Pero su sentido de responsabilidad era aún mayor, y no dejaba de preocuparle el crédito por la compra de su apartamento, sabía que era algo que no podía fallar, de ser así automáticamente el banco le quitaría su inmueble…Eso era lo que le daba fuerzas para levantarse cada día. Era una mujer con una trayectoria intachable, nunca faltaba a su trabajo, además que era de ella quien dependía todos los gastos de la casa. Irremediablemente se siente cansada, su cargo como asistente personal del General le llevaba una fuerte y apretada agenda. Ya qu
Capítulo XXXIX Llegado el fin de semana llega el momento tan esperado por Mercedes. Pero aún mucho más por Manuel, quien deseaba con ahínco volver a tener a Mercedes cerca. Ella como toda mujer que bien se ha conservado deseaba casarse como Dios manda, pero no sabía si Manuel era el hombre que cumpliría sus sueños, él estaba totalmente obsesionado por ella, ya parecía una caza. Tan solo esperaba que llegara el fin de semana para encontrarse junto a ella.Y así fue, Mercedes nuevamente se lo topa, pero esta vez no tenía tragos encima ni en ella estaban las pretensiones de beber nuevamente como sucedió la vez pasada, pues además de la resaca que no quería volver a repetir también quería conversar seriamente con Manuel, algo que él no se esperaba. El como siempre, se la lleva a un lugar un poco retirado del lugar y allí se saludan con un ardiente beso mientras él la abraza. En eso ella dice.–Manuel es un gusto volverte a ver, necesitamos conversar.–claro Mercedes como tú digas, vamo