Capítulo LXXIISalen juntas de la lonchería y efectivamente como acordaron, la vecina va y la acompaña para asegurarse de que ella estará bien y luego de allí se van a sus casas respectivamente.Mercedes al entrar a su casa, siente un vacío tan grande, no podía creer que Carlos después de todo lo que ella había hecho por él, la traicionara de semejante forma, ella estaba muy indignada, decepcionada... No habría una palabra que describiera todo lo que ella sentía. No podía creer su mala suerte.Había conocido cualquier cantidad de mujeres, con malos sentimientos, que eran malas personas y con una suerte envidiable, pero Mercedes no comprendía por qué le costaba tanto ser feliz, muchas veces le preguntaba si fue que ella había hecho algún daño sin darse cuenta o simplemente era aquello que le llamaban karma.De lo que si estaba segura era de que lo mejor que había hecho en toda su vida era tener a sus hijos, ellos la llenaban de paz y le daban esa felicidad y esa alegr
Capítulo LXIVAl sacar a Carlos de la casa, cierra la puerta y se va directo a la cocina a llorar, se sirve un vaso de agua fría y se sienta nuevamente en el sillón desconsolada sabía que era lo mejor que pudo haber hecho, pero eso no era consuelo para ella.Sentía que su corazón se rompía en mil pedazos.Por otra parte Carlos no podía creer lo que le acababa de pasar. Él se sentía tan seguro de que Mercedes nunca lo dejaría que se atrevía a tratarla mal y a humillarla como lo hizo, pero ahora estaba pagando el precio de su insolencia.Quedó en la calle sin nada ni nadie, apenas tenía sus ropas, al menos era más que con lo que había llegado. No sabía qué hacer.En ese momento es cuando Carlos se da cuenta lo importante que era Mercedes para él Se sentía solo y abrumado. Dada las circunstancias, lo primero que se le ocurrió fue ir a donde su vecina Rosita.– Rosita, Rosita... Ábreme la puerta por favor.En lo que Rosita escucha el llamado y se dirige a la puerta y abre.– ¿Y a ti que
Capítulo LXXVPasaban los días y muy a pesar de Mercedes sentir cómo su mundo se desvanecía, era algo como si la impulsaba a continuar adelante, esa fuerza avasallante que nadie puede controlar, tal vez el valor de ser madre y tener que sacar a sus hijos adelante sola. O tal vez era la rabia y el resentimiento de haber entregado tanto para que ahora viniera Carlos y le pagará como lo hizo. Eso era algo que ella no podía perdonar. Jamás le había entregado tanto a un hombre como lo hizo con el y fue quien peor le pago. Ella estaba totalmente decepcionada, estaba fielmente convencida de que los hombres no valían la pena. Que si bien es cierto y dicen que las mujeres somos las víboras, pues los hombres son el diablo en persona. Pero ella siempre con Dios por delante estaba segura de que saldría adelante y que Dios la ayudaría a continuar por sus hijos..La parte mala es que Mercedes cambio totalmente, fue tanta la decepción que sufrió con Carlos, que comenzó a beber así fuese sola, beb
Capítulo LXXVICarlos agarra las cosas rápidamente que ya Mercedes las mantenía en el carro preparada para cuando tocará la emergencia. Cierra la óptica rápidamente, sube a los niños y más atrás sube a Mercedes con mucho cuidado… De allí sale directo a la clínica y allí de manera inmediata ingresan a Mercedes, a quien le sume ya las contracciones rápidamente, los dolores era como nunca antes los había tenido ni con José Antonio ni con Soledad. La barriga era muy grande, los vecinos pensaban que era parto de morochos por el tamaño, pero no, solo era uno.Pero Mercedes con la depresión bebió muchas cervezas y la cebada la hizo subir mucho de peso, además de que por la ansiedad comía mucho.A pesar de que no llego a ser obesa, si recupero bastante peso y el bebé también.Pasaba el rato y los médicos todos allí al pendiente de Mercedes. Mientras que Carlos fuera de la habitación llama a la señora Eva y le comunica que ya Mercedes está dando a luz, pero que está un poco complicada por el
Capítulo LXXVIMientras Mercedes está en la habitación de la clínica con su mamá Eva, Carlos se encuentra en la casa con Soledad y José Antonio.Él está arreglando el bolso con más ropa, sábanas tanto para Mercedes como para Eduardo. Ya que por la complicación de la Cesárea tendrá que durar algunos días más en la clínica antes que la den de guardia. Luego se dirige a la cocina y se pone a preparar comidas liviana ya que Mercedes no puede y tampoco quiere comer nada que le genere flatulencia ni pesadez.Carlos sentía que esa era su momento perfecto para recuperar todo lo que había perdido, su mujer, su familia y el hogar. Por una parte estaba feliz por ello, además de recién tener otro bebé que lo uniría cada día más a Mercedes, pero por otra parte se sentía tan culpable de haberle hecho tanto daño y herla dejado sola todo ese tiempo cuando Mercedes más lo necesito y todo por estar con la aventura con Rosita que bien le demostró que era una mala mujer y no valía la pena.Pero ya no
Capítulo LXXVIIPasado algunos días, Mercedes comienza con algunas dolencias en la parte inferior y con un sangrado de color oscuro un poco espeso y fétido. Tiritaba de la fiebre y en eso Carlos la lleva de emergencia rápidamente ala clínica de nuevo, donde fue atendida, luego la ingresan por emergencia y el médico internista la evalúa, donde le hace unos exámenes de heces, orina, sangre y un eco rápidamente. Él allí a través del eco en donde se dan cuenta de que tiene algo adentro, es decir algo le quedó adentro cuando le hicieron el curetaje lo que se le descompuso y género la fuerte infección. De no ser tratada a tiempo, las consecuencias podrían ser mortales.Al dar el diagnóstico la ingresan rápidamente a quirófano, Mercedes estaba desesperada, no quería que la abrieran nuevamente, ya su cuerpo había sufrido demasiado y estaba traumas, no aguantaba las dolencias, pero no había otra manera. Tenían que hacerlo.Así que la anestesiaron para poder operarla de emergencia, Y Al abrir
Capítulo LXXVIIIPasaban las horas y ella solamente quería encontrar una solución a todo.Y así fue, decidió cerrar la óptica, vender todo lo que en ella había comprado a sus otros compañeros de ópticas, y con eso poder saldar las deudas que tenía pendiente y le quedaba algo de dinero para cubrir sus necesidades más básicas hasta que resolviera como conseguir otro empleo u otra fuente de ingresos. Mientras tanto delegaba a Carlos esa responsabilidad, y ella se encargaba de llevar a José Antonio y a Soledad al colegio, para luego quedarse con Eduardo y comenzar con las diligencias para una nueva vivienda que le permitiría un mejor estatus y más tranquilidad.Se tomó la tarea de ir a diversas zonas de Caracas y buscar una nueva casa para arrendar, donde seguramente no sería algo lujoso ni muy céntrico, pero si un poco más espacioso.De esa manera fueron pasando las semanas hasta que al fin llega el día en que Carlos logro vender todo lo que tenían en la óptica, lo que les permitió con
Capítulo LXXIXJosé Antonio estaba agobiado, sentía que no le comprendían, todo lo que quería era estar con Norma, su primer gran amor. Ella era tan tierna e inocente, tan dulce, que José podía sentir que ella le daba todo el cariño que él no recibía en casa. Al transcurrir los días, Mercedes notando la conducta extraña e inadecuada de José, busca de manera casi inmediata la forma de buscar en que ocuparlo, ya que él no quería estudiar, pero ella no lo podía dejar sin hacer nada, ya que el tiempo ocio nunca deja nada bueno.Él tampoco quería trabajar, por lo que Mercedes evaluando las opciones que tenía, no dudó ni por un momento en llamar a uno de sus amigos quien ahora era además su compadre y padrino de Eduardo para consultarle si entre sus conocidos tenía a alguien que la ayudará a ingresar a José Antonio en la aviación. Y de esa manera, afortunadamente, Mercedes acertó y efectivamente si encontró un contacto dentro de e la aviación, quien fue quien la ayudo a realizar todos lo