— ¿Por qué me cubriste los ojos? Las sorpresas no suelen alegrarme, al contrario, me llena de ansiedad...— Lamento eso, pero es necesario, solo relájate mujer y recuerda lo que dijo tu terapeuta."intenta encontrar algo que te apasione"¿Cómo olvidarlo? Literalmente estuvo en mi cabeza desde el primer día en que pisé aquel lugar y tal vez por esa razón me animé a dar una vuelta con David pese a que no lo consultó desde antes. La única ventaja era que sujetaba mi mano, logrando así prevenir alguna caída y perdida de mis dientes o alguna extremidad. El chico retiró la venda de mis ojos y sentí mucha ternura al contemplar lo que estaba frente a mi, la verdad nunca antes había hecho un picnic en mi vida porque el arrastrado de Tommy ni siquiera era detallista en ese aspecto.Ojalá alguien me hubiera tratado así antes, supongo que en ese entonces no sabía cuál era mi valor o tal vez era demasiado incondicional con quién no merecía.— ¿No te gusta? Lo hice yo mismo, la verdad quería algo
La pasamos tan bien recorriendo toda su casa y alimentando a sus mascotas luego del picnic que olvidé por completo hacer mis compras, decidimos dejarlo para otro día porque estaba realmente cansada, el motivo era simple:David me dió algunas lecciones para aprender a conducir. Lastimosamente no era mi fuerte y tampoco una tarea fácil al tener a un profesor tan sensual frente a mi, el embarazo me estaba alterando las hormonas en definitiva o tal vez estaba pasando demasiado tiempo con el padre de mi hijo o hija.Pero aún habían muchas cosas de él que me resultaban intrigantes, sólo habló de su madre una vez para referirse a ella como alguien controladora, no mencionaba al resto de su familia en ninguna oración como si de un juramento se trataste, estaba feliz hasta que su celular empezaba a sonar y a veces podría percibir en su mirada que algo lo entristecía.¿La muerte de su padre?¿Cargar con tanta presión siendo joven?Ni siquiera sabía por qué carajos me preocupaba por una persona
Conocí a Tommy en secundaria, éramos el típico cliché de chica popular y mariscal de campo, pero lo que más me gustaba de él era su sentido del humor y sonrisa tierna, pensaba en que no podía pasar un día sin admirarlo o valorar cada mínimo esfuerzo que hacía por mi, supongo que en ese entonces creí que solo eso mantenía una relación. Por supuesto que habían problemas, estaba harto de que mi madre no me permitiera salir con chicos aún siendo casi una adulta pero no podía desobedecer.De igual forma era más fácil ser sincero desde el inicio a engañarme y luego hacerme sentir como si yo no significara nada. Teníamos planes, sueños juntos, ya saben, esas cosas que piensas cuando estás en una relación que se supone es la ideal, pero mi chico olvidó algo sumamente importante.Respetarme.Empezó con cosas simples como no responder mensajes, llegar tarde a los lugares de encuentro, olvidar fechas especiales, seguido por una actitud distante hacia mi persona quién siempre era su esponja que a
Vivir aquel momento me recordó a esas películas de romance en dónde estás a la expectativa esperando el beso de los dos personajes principales y al final siempre aparece algo para cagar la atmósfera romántica e interrumpir una conversación importante, cuando David iba a terminar de hablar su celular empezó a sonar y cómo siempre su semblante cambió por completo.No quería llegar a esos extremos pero en cuanto estuviera sola en la habitación haría una investigación exhaustiva para saber mucho más sobre el CEO de quién estaba esperando una criatura. De pronto David me tomó de la mano con fuerza y me llevó al interior de la casa dejándome mucho mas confundida que antes, lo miré esperando una respuesta mientras que el continuaba discutiendo con alguien por teléfono.E incluso así seguía viéndose perfecto.— ¡No voy a permitir que violen mi privacidad de esa forma! Finalizó colgando el celular y dando un largo suspiro.— ¿Entonces ahora sí me vas a decir que sucede? Porque hace un rato e
El doctor dijo que era completamente normal en mi estado sentir náuseas y vomitos, teniendo en cuenta que llevaba dos meses de gestación y era madre primeriza decidí comprar un diario en dónde escribiría todas mis experiencias y anotaría cada paso importante e inspirador para las futuras generaciones, David pensó que sería interesante e incluso me dijo que ayudaría a muchas madres que pasaran por lo mismo que yo en algún punto de sus vidas, así que al final lo que fueron malas noticias y vómitos dentro del auto acabó dejando una buena enseñanza.Yo estaba sentada en una silla justo al lado de David mientras esperábamos a que el auto estuviera limpio nuevamente, intentaba hacerme creer que no habia sido la gran cosa pero seguía avergonzada por lo sucedido y tampoco era muy cómodo permanecer en silencio durante horas en un autolavado, o al menos para alguien tan conversadora cómo yo era un castigo.— Sé que ya lo he hecho un montón de veces hoy pero lo siento, nunca había vomitado un aut
Aunque habían arrestado al responsable de aquella broma pesada y hubiera tenido que pagar por daño a propiedad seguía sintiéndome fatal, otro mes transcurrió y mi reputación aún estaba por los suelos y ya ni siquiera me animaba a salir a la calle sin importar cuántas veces mi psicólogo me dijera que pusiera de mi parte, siempre supe que la opinión de los demás hacia mi era irrelevante porque las críticas siempre existirán, pero que miles de personas tomarán minutos de su tiempo para destilar su odio era cada vez más duro.Me sentía atrapada, con ganas de desaparecer y que nadie jamás volviera a saber de mi, pero mi bebé se había convertido en mi razón de ser, mi equilibrio, alguien que me amaría por encima de todas las cosas. Fuera de eso me había reasignado a pasar el resto de mis días encerrada en mi habitación sin recibir ningún tipo de visitas.Ni siquiera deseaba ver a David.Ví en tv cómo lo invadian de preguntas acerca de mi persona y la verdad no podía imaginar lo estresante
— Ya deja de llorar Jules, lo vamos a resolver ¿Si? Todo tiene una solución y las cosas material...— Si dices que las cosas materiales se recuperan te voy a tumbar los dientes — Murmuré está vez con enojo.— En serio que el embarazo te está afectando cada vez más, tienes suerte de tener una amiga como yo con paciencia.— ¡Acabo de arrojar diez mil dólares por el maldito acantilado! — Grité al borde del colapso.— ¿Has considerado ir alguna vez a la iglesia? Jamás me volveré a quejar de mi vida después de ser testigo de la tuya, Dios, es como si alguien te hubiera arrojado un maleficio.Le lancé una mirada de muerte a Silvanna mientras ella alzaba sus manos en señal de rendición.Aunque no podía negar que no se escapaba de la realidad, y es que ni siquiera había forma de encontrar algo positivo porque no lo había, salir tampoco era una opción dado que casi media población del país me odiaba y me había quedado sin dinero para comprar el material necesario para mí emprendimiento.Maldi
Había decidido tomarme todo con calma y dejar de sufrir pensando en cosas que no podía cambiar por más que quisiera, pero era más fácil decirlo que hacerlo y el ver a David entrar a la habitación donde yo descansaba lo hacía todo un poco más complicado, no entendía porqué me había sentido mal de verlo en tv negar cualquier comunicación conmigo, sabía que era por el bien de todos pero aún así no podía ocultar mis sentimientos y mi reputación estaba por los suelos, era de esperarse que quisiera huir de este mundo si era posible.El chico guardaba silencio mientras se acercaba sutilmente hacia mi y terminó por sentarse al pie de mi cama.— Sé que estuvo mal lo que dije en aquella entrevista, pero pensé en ese momento que era necesario para evitar que todos tus problemas aumentarán, ví lo que pasó en internet y creo que sí la prensa se unia sería mucho más sofocante para ti. Solo quería disculparme por eso, en el instante asumí que estaba bien y olvidé pensar en como te sentirías al resp