Los días transcurrieron lo suficiente para asimilar todo lo que había ocurrido una vez fui dada de alta y mi experiencia como madre era un constante vaivén de emociones, durante una semana no pude dormir debido a que Gäel lloraba constantemente, la buena noticia es que había logrado mantener la situación y arrullar al niño mientras caminaba por toda la casa parecía la solución perfecta.

David no había estado muy presente porque estaba enfocándose de lleno en su nuevo proyecto en la empresa y aunque habiamos pasado tiempo juntos era regular ya que debía estar al pendiente de mi tienda y el cuidado de nuestro bebé.

— No puedo creer que haya pasado un mes, recuerdo que dejé la universidad para llegar hasta el hospital y mis padres casi enloquecen cuando los vecinos dijeron que David estaba inconsciente y luego un pelirrojo los había raptado — Dijo Vanna reprimiendo una risa.

Debido a que tenía el día libre había decidido pasarlo junto a mi y su sobrino, habíamos permanecido en el sofá