Mamá no solía hablar de su familia, y lo poco que sabía era que no eran buenas personas, al menos eso fue lo que dijo una vez cuando hice preguntas que para ser una niña eran normales. Así que pasaron los años y no insistí más con el tema, creía en que si mi mamá estuviera equivocada ya habrían ido a conocerme o preguntar por mi, pero eso nunca pasó, tal vez por eso tenía sentimientos encontrados y me resultaba increíble que después de tantos años me dieran noticias de su existencia.

— No estás en condiciones para salir Juju, necesitas reposo, deja que yo me encargue ¿Bien? — Dijo David mirándome con dulzura.

Aunque deseaba ir yo, tenía razón, estaba bajo reposo y mi bebé era mucho más importante aunque me sentía terrible, ¿Por qué tenían que aparecer justo en ese momento?

Mamá estaba muerta y jamás tuvo la ayuda y apoyo de nadie, ella sola se las arregló para salir adelante y lidiar con tantas cosas porque su familia nunca estuvo presente en nada, eran básicamente personas extrañas