Crush
Crush
Por: Alexanderoxox
Prólogo.

Sábado, 15 de Abril de 2006.

Pasado.

Dos niños vestidos con esmóquines negros se encontraban en medio de un atardecer; triste y melancólico para uno de ellos. La brisa les pegaba en sus caras y les alborotaba sus cortas cabelleras llenas de gel. Uno de los dos pequeños, miraba hacía al horizonte desde aquel techo de la casa de su acompañante en donde estaban sentados. Mientras, que el niño más bajo y tímido de los dos se encontraba echo un ovillo junto a él con la cabeza hundida entre sus piernas.

Con tan solo siete años de edad, el mayor y fuerte niño Tyson Hemmings era bastante maduro y comprensivo como para entender que lo que su amigo estaba atravesando en ese momento era algo muy duro. Así que Lucas tenía todo el derecho a estar triste y de llorar, la perdida de sus padres lo había devastado, y no era algo que se superaba tan fácil, ni mucho menos para un niño de seis años como él.

- Sé que lo he repetido un montón de veces... pero lo siento tanto, Lucas- Dijo por lo bajo el mayor, mientras que miraba el naranja atardecer y la puesta de sol-.

El menor no respondió; más bien, hundió aún más su cabeza entre sus piernas y ahogó un sollozo.

- ¿Cuando terminen de velar a tus padres te gustaría venir a mi casa a jugar con mis videojuegos..?- Preguntó Tyson con cautela y delicadeza, ya que el menor había estado muy sensible desde la muerte de sus padres-.

Pero, nuevamente no obtuvo respuesta alguna por parte de Lucas. Él siguió encerrado en su burbuja. Incluso, llego apretar fuerte sus piernas y a temblar por el llanto que estaba soltando.

- Lo siento...- Susurró el mayor suavemente al notar que el menor no quería hablar, y no quería jugar con sus videojuegos como solían hacerlo juntos-. Sabes... no deberías de llorar tanto, Lucas. Luego mojaras tu traje, y... perderás tu estilo- Comentó divertidamente, y el más bajo detuvo el llanto pero no levantó la cabeza-. Ves, así está mejor- Añadió, llevando una de sus manos al hombro del contrario para apretárselo suavemente-.

Lucas se estremeció un poco al recibir el contacto de Tyson, pero al final cedió, y levantó lentamente la cabeza para apoyarla insegura y tímidamente en el hombro del niño mayor. Tyson, a diferencia de Lucas, era un niño muy seguro de si, cosa que siempre le llegaba a gustar al menor.

- ¿Por qué estás aquí..?- Habló Lucas con voz baja y llorosa, mientras que ocultaba su cabeza en el hombro del mayor-. Los demás niños te invitaron a jugar con ellos, y no aceptaste. Creo... que sería mucho mejor haber ido con ellos que estar aquí en un velorio...

Tyson frunció el ceño, y bajó la mirada hacía Lucas, para mirar aquellos ojos negros como la noche, que ahora, estaban llenos de lágrimas.

- Somos amigos, Lucas. No quiero volver a oír que dices algo así de estúpido y tonto- Contestó Tyson con seguridad, y el menor sintió como algo extraño se revolvió en su estómago y como las lágrimas se detenían para darle paso a un extraño rubor en sus mejillas-.

- Tyson... dime, ¿soy tu mejor amigo?- Preguntó Lucas con la intriga y la timidez pintada en sus palabras-.

Y el mayor solo respondió con un seguro asentimiento de cabeza que hizo estremecer de cierto placer al menor; quien se pegó mucho más al cuerpo del contrario.

- Entonces... ¿si iremos a jugar videojuegos en mi casa?- Repitió alegremente el mayor, y él contrario asintió con una muy pequeña tímida sonrisa-. ¡Genial!

Ambos se quedaron en silencio por un momento, mirando el hermoso atardecer de ese triste día. Hasta que Tyson interrumpió ese cómodo silencio para decir algo que desconcertó a Lucas.

- Tengo algo importante que decirte, Lucas.

El menor casi se estremeció ante la firmeza y seguridad de las palabras del mayor, y se apartó de él para mirarlo a la cara.

- ¿Qué pasa..?- Susurró Lucas tímidamente, volviendo abrazar sus piernas-.

Y el mayor desvió la mirada tímidamente del contrario y cerró los ojos con fuerza cuando su cara se puso roja.

- ¡Besé a una niña!- Respondió en un grito, mientras que apretaba la mandíbula y su cara aumentó de rubor-. ¡Besé a la niña que me gusta!

El corazón de Lucas latió tan fuerte, tanto que su corazón pareció una bomba explosiva. Su rostro se ensombreció, y miró indiferente a su amigo. Lucas pudo sentir como la ira se apodero de su cuerpo y como la timidez se iba lentamente.

Tyson abrió los ojos y al ver la rara expresión de Lucas de disgusto y decepción, se puso nervioso y se atrevió a preguntar:

- ¿Qué... Qué ocurre?

El menor no respondió y solo se quedó en silencio, mirando al mayor con ojos enormes llenos de oscuridad.

Tyson se incomodó tanto hasta el punto que comenzó a sudar y se acercó más a su amigo, ya que este se había apartado aún más de él; mostrándose indiferente.

- ¿Qué ocurre, Lucas?- Volvió a preguntar con voz firme está vez, llevando una mano al hombro del menor-. ¿Por qué estás así?

Lucas ni reaccionó, y solo miró a Tyson con poca empatía antes de responder con una voz apagada y irreconocible:

- Porque la besaste.

Tyson se estremeció ante la glacial mirada de Lucas, y antes de que pudiera reaccionar el menor lo empujó con tantas fuerzas que Tyson rodó por el techo hasta que se salió fuera de este y tuvo que agarrarse de las orillas para no caerse con el pánico pintado en su rostro.

- ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Por favor, Lucas! ¡Ayúdame!- Gritó Tyson con el horror y el miedo en su pálido rostro, mientras que se aferraba a las orillas del techo para no caer-. ¡No me dejes caer, Lucas! ¡Por favor, ayúdame!

- ¿Por qué ella te tiene que gustar..?- Murmuró Lucas fríamente antes de levantarse y acercarse al mayor, para pisar fuertemente con sus zapatos sus pequeños dedos-.

Tyson dio un fuerte grito, y no pudo soportar el dolor, ni mucho menos el peso de su cuerpo, y cayó al vacío.

Los adultos que estaban abajo en el velorio comenzaron a gritar y a llamar a una ambulancia. Mientras, que Lucas sonreía levemente y miraba como las piernas de Tyson estaban torcidas, rotas.

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