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Capítulo 02: Acosando.

Lucas.

Sábado, 13 de Febrero de 2016.

Por fin era Sábado, ya no tendría que ir al instituto a verle la cara a todos esos inútiles. La verdad nunca me agrado ir al instituto, tal vez, porque no tenía amigos. No era un marginado, era uno de los más inteligentes de la clase, pero, todos siempre me ignoraban y solo me buscaban para pedirme su asqueroso favor sobre alguna clase. Y la verdad, odiaba demasiado eso, y si pudiera no volver a regresar allí no lo haría más, aunque me sentiría mal por haber abandonado a Tyson. 

Era Sábado por la noche, muchos adolescentes debían de estar en fiestas o jugando videojuegos, o incluso viendo alguna serie en N*****x. Pero, yo no era como ellos, yo tenía un propósito: conseguir a Tyson. Y por eso debía de estar atento a sus actualizaciones de sus redes sociales.

Por eso, me encontraba a las diez de la noche frente al computador mirando, como por milésima vez, el perfil de F******k de Tyson.

Había pasado horas del día de hoy revisando todas sus redes sociales, y el trasero ya me estaba comenzando a doler de tanto tiempo que había pasado sentado en mi escritorio. Pero, debía de seguir admirando las fotos de Tyson. Dios mio. Él era hermoso.

Sus fotos eran como arte para mis ojos, y su belleza era única en el mundo. Pero, aún así, las mejores fotos de mi Tyson se las había sacado yo mismo con mi cámara.

Me levante de mi escritorio y me encamine a mi pequeña cómoda junto a mi cama para sacar de uno de los gabinetes mi cámara, donde tenía millones y millones de fotos de Tyson Hemmings. Encendí la cámara, y solo comencé a admirar las fotos mientras que me sentaba en la cama. Y en todas las fotos que le había tomado desprevenido y cautelosamente él había salido realmente perfecto, incluso, mejor que en sus fotos de sus redes sociales.

Él era tan hermoso, como un ángel caído del cielo. Oh, si. Un precioso ángel. Y si pudiera volver a ser su amigo, como en nuestra infancia, no volvería a arruinar todo está vez. ¿Por qué tuve que empujarlo de mi techo? ¿Por qué tuve que romperle las piernas? Tal vez, si eso no hubiera ocurrido, ambos seguiríamos siendo amigos y él no hubiera dejado de hablarme. Él no me vería como un bicho raro...

- Lucas- Escuché que alguien me llamó desde el otro lado de la puerta, y apagué rápidamente mi cámara y la volví a ocultar en el gabinete de mi cómoda-. ¿Lucas? Hice un poco de chocolate caliente. ¿Quieres un poco?

No pude ni siquiera responder cuando ya Markie, quien era mi mejor amiga desde mi niñez, había entrado a mi habitación con dos tazas de chocolate caliente en sus pálidas y delgadas manos. 

- ¿Por qué no respondías? Idiota- Murmuró la rubia, mientras que se sentaba en el espacio que le había hecho en la cama junto a mi-. Deberías de ser más considerado conmigo o te echare a patadas de la casa- Bromeó, estirándome una de las tazas de chocolate, y yo solté una risita-.

Markie había sido una de las mejores personas que había conocido, ella me salvo cuando nadie estuvo para mi en la muerte de mis padres. Nadie quería quedarse conmigo, ningún familiar estaba interesado en criarme. Y ella y sus padres lo hicieron, ellos se quedaron con mi custodia y me fui a vivir con ellos desde entonces.

Aunque... no todo fue de color rosa.

- Solo veía unas fotos, lo siento- Contesté, y tomé la taza mientras que abrazaba mis piernas y observaba como la rubia frente a mi le echaba un vistazo a todo en mi habitación-.

- M****a, Lucas. Aveces siento que haces cosas raras- Murmuró, y le dio un sorbo a su taza-.

- Hago cosas más normales que tú- Dije con una risita, y ella me golpeó suavemente en el hombro-.

- ¿Qué esperabas de una oficial de policía? Tengo que hacer cosas raras para atrapar a los criminales- Contestó Markie en su defensa, mientras que trataba de sonar seria y no echarse a reír como yo-.

Ella era tres años mayor que yo, y había comenzando a trabajar como policía de la ciudad en la que vivíamos llamada: Evotica. Y aunque recién había iniciado con ese trabajo luego de haber sido la mejor de su clase y de haberse graduado con honores, no era del todo una oficial. Ya que Markie era una novata para los demás policías, y por eso solo estaba a cargo de los parquimetros de la ciudad a pesar de que ella siempre intentaba mentirme diciéndome que estaba a cargo de un caso.

- Ya cállate novata- Dije entre risas y ella dejó su taza de chocolate sobre mi cómoda antes de lanzarse sobre mi para comenzar a golpearme divertidamente en el pecho-.

- Markie, basta- Pedí entre risas, mientras que trataba de sostener con fuerzas la taza, que no tardo en derramar el liquido caliente sobre mi camiseta negra por los bruscos movimientos-. ¡Mierda!- Exclamé de dolor-.

Markie se apartó de mi rápidamente avergonzada, y yo tuve que quitarme la camiseta que estaba llena de chocolate caliente y que me quemaba la piel. Fruncí el ceño y me fui a lavar el torso al baño de mi habitación, y Markie fue detrás de mi apenada por lo que había causado.

- Lo siento, Lucas. Yo no... Déjame ayudarte- Dijo por lo bajo, y se adelantó para ayudarme a limpiar mi torso con una de las toallas húmedas del baño, pero yo la detuve-.

- Markie, estuvo rico el chocolate. Pero, ya fue suficiente, déjame solo, tengo cosas importantes que hacer- Le contesté con cierta severidad y distancia-.

Su rostro alegre se apagó un poco por la brusquedad de mis palabras, y ella solo bajó la cabeza para retirarse de la habitación. Pero, cuando estuvo a punto de salir se quedó observando fijamente la pantalla de mi computador que se encontraba mostrando en primer plano la galería de fotos del perfil de F******k de Tyson. Me quedé mudo.

- Espera... ¿ese no es Tyson Hemmings?- Murmuró-. Lucas... ¿eres gay?

- ¡Lárgate, Markie!- Grité bruscamente-. ¡Te dije que salieras de aquí!

Ella casi se estremeció por mi actitud, pero no dijo nada y está vez si salió sin decir ni una palabra. Sabía mejor que nadie que la había hecho sentir mal, pero últimamente no estaba de humor para estar tolerando sus estupideces y sus preguntas. 

También sabía mejor que nadie que Markie solo quería pasar tiempo conmigo, ya que ella había estado muy ausente en casa desde que comenzó el trabajo como policía de Evotica, y podía sentir que necesitaba apoyo ahora. Últimamente la había estado notando triste, quizás porque sus padres ya no vivían con nosotros, o tal vez porque su trabajo estaba siendo un poco fuerte para ella. 

Pero, igual no quería que ella interfiriera en mi vida. No quería que Markie se enterara sobre mi amor por Tyson. Tal vez, tenía miedo al rechazo, a que ella no aceptara mi sexualidad. O quizás... solo no le quería romper el corazón a ella. La quería, lo hacía, pero no de esa manera como ella me veía. No era estúpido, sabía que ella había estado sintiendo algo por mi desde hace años. Algo que era triste, porque jamas estaría con ella. Yo le pertenecía a Tyson, y él a mi.

Una vez que terminé de limpiar el chocolate pegajoso de mi torso desnudo, me fui a poner una limpia camiseta y volví a mi escritorio para volver a seguir revisando las redes sociales de Tyson por unas horas más, mientras que pensaba en como sacaría las bolas para confesarme mañana por la noche.

Además, estaba también concentrado en lo que haría en la madrugada cuando Markie estuviera dormida y todos en el vecindario también.

***

Era una buena persona, al menos, yo me veía a mi mismo como una buena imagen a seguir. Pero, me sentía un poco raro cada vez que hacía lo mismo una vez por semana. Aunque, siempre lograba olvidar ese sentimiento cuando veía lo mucho que había valido la pena.

Cuando la casa quedó en completo silencio y oscuridad, al igual que las demás casas del vecindario, supe que todos dormían, y que Markie también. Por eso, no tuve ningún problema en bajar a la entrada con mi pequeña cámara metida entre mi suéter negro. Y una vez que salí de casa y tomé mi bicicleta azul, pedalee rápidamente por la calle hasta la siguiente, que era en donde Tyson vivía.

Necesitaba entrar a su casa otra vez. 

Necesitaba verlo.

Necesitaba tomarle nuevas fotos para mi colección.

Y cuando finalmente llegué a su casa, observé como siempre, que la ventana de su dormitorio estaba abierta, cediéndome la entrada a su hogar. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, y me bajé de la bici una vez que la oculté entre los arbustos de Tyson, para comenzar a trepar fácilmente el árbol que estaba junto a la ventana de mi chico. 

Por suerte nunca tenía problemas en subir, mi cuerpo a pesar de ser delgado tenía músculos, ya que aveces ejercitaba mi cuerpo para Tyson. Además, no tenía inconvenientes ya que Tyson vivía relativamente solo, ya que sus padres siempre estaban en viajes de trabajo y nunca estaban en casa.

Trepé con agilidad y rapidez el tronco del árbol, y cuando estuve a una distancia considerable de la ventana abierta de mi chico, salté cautelosamente a esa dirección para aferrarme a la ventana y entrar finalmente a la oscura habitación. Y aunque el dormitorio estaba a oscuras la luz de la luna que se filtraba lograba iluminarla un poco, y me hacía ver las cosas a mi alrededor, a pesar de que aún así yo me sabía absolutamente las posiciones de todo en la habitación de Tyson.

El dormitorio estaba desordenado, había mucha ropa tirada en el suelo y cajas de pizzas vacías también. Pero, no me importo para nada. Y cuando mis ojos se encontraron con la hermosa presencia de aquel ángel mi corazón me dio un vuelco, y sentí que mis mejillas se enrojecían.

Tyson estaba durmiendo sobre su cama en una posición que me había parecido graciosa y bastante tierna para un enorme e intimidante chico como él. Se encontraba tan solo en ropa interior, y aquellos boxers hacían resaltar bastante bien el bulto de su paquete, y me mordí el labio al ver aquello. ¿Cómo será su pene?

Paseaba la mirada por su muy fornida y masculina figura, relamiendome los labios y admirando cada musculo de su cuerpo. Lo vi moverse, pero no me sobresalté o reaccioné, sabía que Tyson era alguien que siempre cambiaba de posición a la hora de dormir, pero que nunca se despertaba.

Por eso, podía acercarme a él. Podía oler su piel. Podía acariciar levemente su corta y castaña cabellera y él jamás reaccionaria ante eso. 

Dejé de oler la fragancia dulce de sus cabellos cuando note que había tenido una erección por él. Me maldije mentalmente por haberme puesto duro. Pero, luego tuve una idea, o más bien una fantasía que quería cumplir ahora. 

Decidí tomar las fotos luego de un rato, y solo me incliné para tomar una de las prendas del suelo, logrando tomar una de la ropa interior de Tyson que no dude en llevarme a la nariz y comenzar a inhalar su aroma. Estaban usados, y podía oler la fragancia del pene de Tyson sobre la tela. 

Sentí mi rostro enrojecerse aún más, y que la lujuria y el placer me invadían. Así que me desabroche los pantalones antes de bajarlos, y luego de también haber bajado mi ropa interior comencé a masturbarme mientras que lamía y inhalaba el olor de la ropa interior sucia de Tyson.

Comencé a gemir por lo bajo mientras que me tocaba, y solo desee que ya fuera el momento de declararme a Tyson. Estaba preparado. Él iba a aceptar mis sentimientos.

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