Sospechosos 14 y 15: Adrián Astori y Dante De Luca
Ella debería haber entendido la primera vez que se lo dijeron, porque si se lo decían mucho era porque podía ser real, ¿no? Nina lo pensó tantas veces, ¿por qué siempre le decían lo mismo? ¿Por qué se decepcionaría? Se había creado una idea del chico detrás de las palabras que a veces ningún rostro encajaba con lo que ella tenía en mente.
Lo peor de conocer la verdad, era lo decepcionante que podía llegar a ser.
—¿Creen que el chico no me quisiera?
—No digo eso—mencionó
Evan Brown«¿Te quedó claro que me gustas o te mando mil notas más?»—Podrías mandarme mil notas más a ver si con eso logro adivinar quién eres—dijo Nina en voz alta parada fuera de su casa.Pensó que sería una buena idea pasar el rato en otro lugar, así podría mejorar su estado de ánimo. Caminó hasta la parada de autobús y se dirigió a la Clave de Sol.Quedaban tres chicos y existía la posibilidad de que Evan fuese el chico; uno de ellos tenía que es
El chico de las notasNina sacó la última nota que le había dado el chico y se la mostró a Oliver y a Kike, ambos chicos se acercaron un poco para leerla juntos, Kike se echó a reír por las cursis palabras que le habían escrito y Oliver sólo negó reprendiendo a su amigo.—No te rías, imbécil—le dijo Oliver, Kike dejó de reír, sin embargo una sonrisita apareció en su rostro.—Disculpa—dijo y Nina se encogió de hombros—. No escribo las notas.—Yo tampoco—mencionó Oliver—, ¿Evan?
Creí que era para míNina estaba sentada en las escaleras fuera de su casa junto a Gastón, aun la idea de que él fuera el que escribiera todas esas lindas palabras no era captaba por ella. Es que Gastón era tan opuesto a la imagen que ella tenía del chico, no podía imaginárselo enamorado de alguien.— ¿Por qué empezaste a escribirle notas? —le preguntó, Gastón sonrió,—Sé que suena extraño que un chico de dieciocho años se fije en una mujer de treinta y tantos pero la verdad es que Kenzie es hermosa y mandarle notas era la manera menos fuerte de que ella me rechazara. Cómo te dije una
Así es cómo todo iniciaNina sacaba la basura cuando observó una pequeña nota azul que se encontraba pegada en su puerta, la miró con curiosidad desde donde se encontraba y pensó que podría tratarse de algún folleto que solía entregar los grupos religiosos que acostumbrabas a tocarle la puerta cada mañana.Se acercó para botarla pero se dio cuenta de que no era un folleto, es más, había algo escrito en ella.«Esto tal vez sea extraño pero me gustas mucho»
Parece un admiradorNina se describía a sí misma como una chica tranquila, un poco enamoradiza y bastante curiosa respecto al mundo que la rodeaba, por esa razón no podía dejar de pensar en la nota que habían dejado en su puerto el día anterior. No le había dicho a nadie sobre ella, no sabía si era lo correcto porque podría estar equivocándose sobre ella.Se despidió de su mejor amigo, quién también era su vecino y se dirigió a su casa encontrándose con su madre en la entrada. Su corazón latió con rapidez al ver que ella sostenía con su mano la nota, y cualquier plan de mantener eso en secreto se había arruinado.
¿Nuevo look?El día anterior se había quedado con Brenda hasta tarde pensando en las posibilidades de que la persona que le escribía las notas apareciera. Nina no era amiga de muchas personas en su salón de clases, en realidad, casi no hablaba con ellos, por eso se le hacía un poco difícil pensar que alguno de los chicos (o chicas), se tomase el tiempo de escribirle algo y dejárselo al frente de su casa.Podía ser alguien tímido que no se atrevía a confesar cómo se sentía.Y si era así, dudaba que pudiese encontrarla tan rápido. Normalmente as personas tímidas tendían a pasar desapercibidas y ella de p
Ayúdanos CupidoBruno y Nina se encontraban en la sala de Alan esa tarde, la morena le entregó la nota que le habían dejado ese día a Alan y este la tomó para leerla.«Me gustan mucho tus ojos, el verde siempre ha sido mi color favorito»El chico hizo una mueca, le parecía un mensaje bastante cursi pero podía entender a la persona, si te enamorabas, no medías los cursi que podías llegar a ser.—Diría que es alguien cursi pero al mismo
Tan sólo una posibilidadEsa tarde llegó cansada a su casa, había estado corriendo por la cancha de fútbol más vueltas de lo normal porque el Entrenador creyó conveniente amonestar a toda la clase por algo que dos compañeros habían hecho.Sin embargo cuando vio la nota pegada en su puerta sonrió emocionada esperando que lo que dijera, le alegrara su tarde.«Te veo en mis sueños besando chicos que no son yo y es molesto porque nunca puedo hacer nada para impedirlo»
Último capítulo