Tan sólo una posibilidad
Esa tarde llegó cansada a su casa, había estado corriendo por la cancha de fútbol más vueltas de lo normal porque el Entrenador creyó conveniente amonestar a toda la clase por algo que dos compañeros habían hecho.
Sin embargo cuando vio la nota pegada en su puerta sonrió emocionada esperando que lo que dijera, le alegrara su tarde.
«Te veo en mis sueños besando chicos que no son yo y es molesto porque nunca puedo hacer nada para impedirlo»
Luego de leer deseó poder ver al chico y decirle que no se preocupara, ella sólo estaría con él, lo abrazaría a él, lo besaría a él, pero no tenía ni la menor idea de quién podría ser.
Guardó la nota en su bolsillo y entró a su casa; Oliver, su hermano menor se encontraba en la sala haciendo tarea mientras que su madre estaba limpiando los libros en la estantería que tenían. Casi no tocaban esos libros, por lo que solían tener polvo.
— ¡Ya llegaste! —le dijo su mamá, Nina dejó su bolso en el mueble y caminó hacia ella para darle un abrazo—. ¿Qué sucede?
—Tuve que dar diez vueltas a la cancha de más, eso sucede—suspiró y ayudó a colocar los libros en el estante ordenándolos por el orden alfabético de los títulos.
—Yo rengo que hacer tres tareas más y no estoy llorando—dijo Oliver y le sacó la lengua, Nina también le sacó la lengua.
—Hey—habló su madre llamándole la atención—. No te rebajes al nivel de un niño de ocho años.
Nina sólo asintió para volverle a sacar la lengua a Oliver, quién también le hizo lo mismo para luego reírse.
— ¿Recuerdas la nota que leíste la otra vez? —preguntó Nina, no sabía si tenía que contarle pero necesitaba escuchar la opinión de alguien. Su mamá asintió—Bueno, no conozco al chico y me gustaría saber quién es.
— ¿Es un chico?
—No sé, quiero imaginar que sí—le dijo—. No puedo asumirlo pero...
—Claro, entiendo—dijo su mamá—. ¿Entonces quieres conocerlo pero no sabes cómo? —ella negó.
—No tengo ninguna pista.
—Pregúntale al amigo rubio de Bruno—mencionó—. ¿No es él el que siempre sabe de eso?
—No sé si me ayude, está muy ocupado ahora—le dijo—, pero me dio la opción de pedirle a todos que escriban y comparar letras.
—Tardarían mucho.
—Lo sé—mencionó Nina—, pero no tengo más opciones.
—Igual podrías preguntarle al chico si es él quién las escribe.
— ¿Por qué? —frunció el ceño.
—Creo que le gustas.
Nina rió y luego negó la idea que su mamá tenía en mente. ¿Gustarle a Alan? ¡Ya quisiera ella! Alan estaba muy pendiente de ser cupido como para interesarse de alguien.
—No es broma, deberías preguntárselo.
—Aunque lo hiciera, no me lo diría—dijo—, Alan se ve directo, pero le da muchas vueltas a todo.
Su mamá se encogió de hombros y le entregó un libro.
—Tan sólo fue una posibilidad—le dijo y luego se marchó hacia la cocina dejando a su hija pensando en si tenía razón al respecto.
¿Te gusto?Durante el camino hacia el Instituto, Nina pensó en las posibilidades que tenía quién escribía las notas. Para poder llegar a su casa antes que ella y dejarle la nota, tenía que ser mucho más rápido, eso podía significar tres cosas: tenía auto, su amigo tenía auto, lo llevaban sus padres. Cosas que eran bastante generales pero podían descartar a quienes no tuviesen vehículo.También tenía que pensar en la cantidad de post its que la persona gastaba en ella, ¿sería alguien con el dinero suficiente como para gastar en eso? Alguien que le gustase también los colores verde, azul y blanco, ya que eran los que se repetían. Más
¿Quién es él?Nina caminaba por los pasillos de su Instituto buscando a Alan, pero se encontraba tan metida en sus pensamientos que no miró al frente y chocó con el bebedero (y el charco de agua que había), cayendo al suelo.Un chico apareció frente a ella y le tendió la mano para que pudiera levantarse. Ella lo miró y no lo reconoció, aunque parecía haberlo visto antes; tomó su mano y se levantó.—Gracias—dijo avergonzada, el chico se mordió el labio intentando no reírse de más.— ¿Te encuentras bien? —le preguntó, ella
¿Quieres salir conmigo?Se detuvo a unos pasos, Mike tenía la atención en su celular. Se congeló por un momento sin saber qué decirle, lo tenía frente a ella y no podía encontrar una forma de llamar su atención. Volteó a ver a Bianca y ella le hizo señas para que le hablara.— ¿Sucede algo, Nina? —preguntó el chico al notar su presencia y ella volteó rápido a verlo.—Eh...no, digo sí—se apresuró a decir—soltó un poco de aire y lo miró—. ¿Cómo me conoces?El chico frunció el ceño an
Mike es el chico«Me gustaría que cuando me veas, me miraras de la misma forma en la que lo miras a él»Nina le entregó la nota a Bianca cuando llegó a Sunny Ice esa tarde, Bruno y Alan también se encontraban con ella.—Creo que piensa que salgo con alguien—dijo ella—, el problema es que no sé a quién se refiere.Alan tomó la nota y la leyó.—No, él piensa que te gusta alguien—mencionó—. ¿Algún cr
Mike es gay«Albert Einstein decía que la estupidez humana era infinita, así que te amo hasta donde mi estupidez llegue»—Por dios, que cursi—dijo Bruno leyendo la nota que Nina le acababa de enseñar—. Ni Bianca ha sido tan cursi conmigo, y estamos hablando de algo grande—Bianca lo golpeó—. Tus golpes no duelen, cariño—le lanzó un beso.—No es cursi—dijo Nina quitándole la nota—. Es lindo.—Debe ser uno de esos nerds que se la pasan citando frases de científi
Clases de Química«No puedo mirarte sin querer besarte»—«Sólo bésame»—susurró la morena, Alan, quién se encontraba a su lado, la miró confuso.— ¿Qué? —Nina parpadeó regresando a la realidad, miró al chico y luego bajó la cabeza nerviosa.—No, no quise decirte eso—le mostró la nota en sus manos—. Sólo respondía indirectamente al chico de las notas.Alan ri&
Nervios de cita«Tú sabes que si dices ven, yo iré»—Ven Mike, quiero que vengas ya—dijo Nina al leer la nota en su puerta.Ella era de la clase de chica que se fijaba rápido en chicos lindos y más si estos decían lindas palabras. Y aunque ella no supiera quien es el chico en realidad, le estaba empezando a gustar un poco.Era viernes y se encontraría con Mike en el cine, su madre se encargaría de llevarla y esperaba que Mike la acompañase a su casa.&mda
CitaMike miraba entretenido la pantalla grande del cine mientras que Nina lo miraba de reojo, había pasado media hora desde que inició la película y él no había intentado hacer algún movimiento con ella; se sentía frustrada. No era muy fan de creer en lo que decían las revistas pero todas coincidían de que era algo malo.«Quizás es tímido»—pensó Nina, tomó un poco de palomitas y se las llevó a la boca—«Quizás no está interesado»Quiso sacarse idea de la cabeza, si no estaba interesado entonces no hubiese accedido a ir con ella al cine. ¿Y si