Mia Redford Viñedos "Bella vita" Italia Tercer día en la Toscana, Italia, y apenas salíamos de la habitación, esta vez volvimos a perdernos el uno en el otro y de nuevo casi al amanecer. Todo era tan tranquilo, sin preocupaciones, sin nada de tensión, comenzó a aflorar esa parte en que sus caricias comenzaron a salir más constantemente, me acariciaba como no lo había hecho antes, era como si estuviera conociendo un lado de él que era tan romántico que ni el mismo Michael supiese que lo tuviera. —Buenas tardes, señora Redford. —saludó Alek. —Buenas tardes, Michael está completamente dormido, pero necesito hacer unas compras, ¿Será que me puedes llevar? —él se tensó. — ¿Qué pasa? —No estoy autorizado a llevarla fuera de los viñedos sin autorización del señor Redford, señora. —alcé mis cejas. —Lo haces ver como si estuviera prisionera, solo quiero ir a un súper cerca para cocinar una receta y no tengo algunos ingredientes. —él se puso nervioso. —Hablaré con el señor Redford. —Ale
Mia Redford Viñedos "Bella vita" La Toscana, Italia Estaba sentada en una de las sillas de la isla de mármol de la cocina, concentrada agregando los ingredientes para hacer el pastel, Michael entró con un molde en sus manos.. —Conseguí con el que cuida los viñedos un molde nuevo, ¿Servirá? —sonreí por su ayuda. —Lo iba a hacer en un sartén, pero ese es más que perfecto. —le dije, se acercó y se inclinó para dejar un beso contra mi coronilla, sonreí por qué desde que habíamos llegado a los viñedos, lo sentía más amoroso que al principio de hacer real nuestra relación. Cada rato dejaba besos si no era en mi coronilla, frente o punta de mi nariz, detrás de mi oreja o cuello, pero estos últimos dos, era señal de que no solo quedaría en pequeñas muestras de cariño, era algo más intenso y sabía de inmediato que terminaríamos en la cama. Suspiré y sentí sus manos rodearme desde atrás, dejó su barbilla en mi hombro y se quedó atento a lo que estaba haciendo. — ¿Cuántos cumple mi señora? —
Michael Redford Viñedos "Bella vita" La Toscana, Italia El pánico intentó hacerme flaquear, pero no era tiempo para esto, Alek comenzó a moverse sutilmente pero extendí mi mano para evitar que lo hiciera o llamaría la atención de Caroline que nos apuntaba, pero algo extraño comenzó a pasar delante de mí, Alek comenzó a caminar hacia a ella que aún nos apuntaba…pero bajó el arma a su costado. —Alek—dije, pero era por la decepción que llegó de golpea hacia a mí. — ¿Qué? —dijo sonriendo Carolina, —Hola, baby. —le dijo a Alek, este se inclinó y dejó un beso en la cabeza a Caroline, luego la rodeó por la cintura y dejó su barbilla sobre su hombro. —Sorpresa. —dijo ella en mi dirección y sonrió más. — ¿Cómo has podido? —pregunté hacia a él empezando a enfurecer. — ¿Cómo he podido? —dijo él. —En primera, tuve años soportándote, Redford. Pude haber sido más leal a ti, pero me cansé de ser tu perro, así que dije que esto terminaría hoy, aquí. —No puedo creerlo. —escupí con ira. —Lo sé,
Mia Redford Viñedos "Bella vita", la Toscana, Italia. Me habían dado de alta una semana después del accidente, Michael insistió en que tenía que seguir en observación y si era posible sanar ahí mismo temiendo a que se fuese a infectar la herida o algo, el doctor lo había tranquilizado y le había mostrado parte por parte que podría sanar en casa, que mejoraría más rápido y al escuchar esto, no se diga más, estaba siendo trasladada en ambulancia hasta los viñedos, me bajaron en silla de ruedas para que no hiciera ningún movimiento. Estaba extremadamente controlador, posesivo y estricto. Estaba sentada en la cama, con el vendaje envolviendo parte de mi pecho, hombro, costilla y espalda del lado derecho, miré la vista a los hermosos viñedos desde mi lugar, con la espalda recargada contra la almohada, suspiré. Me había pegado la nostalgia cuando recordé no haber festejado mi cumpleaños como deseaba, pero que mejor regalo el seguir viva, ¿No? —Es hora del baño—dijo Michael entrando a l
Michael RedfordViñedos "Bella vita" La Toscana, Italia.Mia se había quedado profundamente dormida una vez que se había desahogado, cuando la abrigué, bajé a la primera planta y me encontré con Alek esperando al pie de la escalera.—Dame buenas noticias, por favor. —le dije, pero él solo negó lentamente. Cuando llegué le hice señas de que fuésemos a la sala principal, —Entonces dime que pasa ahora, por qué ese silencio en toda la semana se me hace extraño, no ha llamado Dimitri para decir algo de mi demanda contra su hija. —me dejé caer sobre el sillón y luego mi cabeza hacia atrás, lo de momentos atrás con Mia me había dejado pasmado, inquieto, ¿Y si se me ha pasado la mano con mi forma de ser con ella? regresé al momento, miré a Alek que se había sentado en el otro sillón. —El señor Salvatore ha llegado a Italia. —arqueé una ceja. —Ya era hora que llegara. ¿Y viene solo?—él negó. —Viene con el resto de su familia. —Bien, me lo imaginé. Supongo que vendrán a Italia a buscarme pa
Queridos lectores, entro rápido por qué no tardan en acabarse mis datos, no he podido actualizar como estaba organizado por una situación que se ha salido de mis manos, mi madre está internada de situación totalmente GRAVE en el hospital de hace días atrás, es por eso mi ausencia no es tanto por que no les quiera dar capítulos, sabiendo que amo escribir, pero mi priorioridad en este momento es ella, espero que puedan entender, empezaré a escribir en mi rato libre por la noche desde mi celular (No se asusten si me como una palabra o una coma o acento) y daré todo de mí para que puedan seguir leyendo esta historia y las demás. Hay capítulos que iré programando en estos días para no dejarlos sin historia y yo no perder más de esos días que a nosotros los escritores nos da la plataforma libres y no perder bonos. Gracias por tomarte el tiempo de leer este anuncio y de comprender. Daré todo lo que pueda de mí para darte más historia. Mara Caballero.
Mia RedfordLos viñedos “Bella vita” La Toscana, Italia. Akira se movió por la cocina de un lado a otro de manera elegante y segura, ella se volvió hacia a mí en medio de la isla de mármol y puso ambas manos en la superficie.―Tiene que subir a descansar, señora Redford. ―suspiré.―No está Michael, ¿Qué tal si me ayudas a hacer algo antes de que regrese?―pregunté y ella sonrió.― ¿Qué es lo que necesita?―preguntó. Después de organizar los ingredientes, Akira tenía todo listo casi una hora después, entre conversaciones acerca de su viaje a Japón para visitar a su familia y el alivio de regresar con nosotros, teníamos lo que hace mucho deseaba. ―Me encanta como te ha quedado―le dije emocionada, era el mejor pastel de chocolate que había ayudado a hacer. ―Tiene que probarlo, ―había dejado un poco de mezcla y sonreí cuando acercó la pala con un poco hacia a mí.―Oh, Dios mío―solté emocionada, tomé la pala y cuando el sabor tocó mi boca, era el mejor chocolate que había probado en toda
Michael RedfordLos viñedos “Bella vita” La Toscana, Italia. “Esto no está pasando” me repetí a mí mismo, el pastel de chocolate estaba destrozado a los pies de Mia, su mirada era de terror y su palidez aumento conforme pasó los segundos, tenía aun mi mano en mi cuello intentando apaciguar el dolor que había provocado el agarre de Dimitri. Ella miró más allá de mí y seguí la mirada con dificultad, Dimitri se había desvanecido en la alfombra, y Alek con dos hombres más, se acercaron a ayudarnos.— ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —la voz atropellada de Mia llegó de golpe a mí, cuando reaccioné, ella estaba a mi lado.—Quédate a un lado por favor—pedí, no quería que me viera así.—No me iré. —dijo tajante y decidida. —Llamaré al doctor y…—las puertas se abrieron y apareció el doctor que le revisó la herida en estos días de manera constante, pero por la adrenalina ya había olvidado lo que había pasado. Después de un rato, el doctor nos había revisado así como a Dimitri, quien se había desm