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Capítulo 4 Persuadida

Verónica trataba de entender el porqué su sensible y dulce sobrina, estaba tranquila y sin rastro de haber sufrido, al contrario estaba muy bien maquillada y vestida.

_ ¿Estás bien mi amor? _ le dijo su tía cariñosamente _ Siento tanto lo que te está sucediendo ... nunca me agradó ese malnacido, había algo en él que no me gustaba, yo traté de advertírselo a tu mamá y ella no me hizo caso alguno. ¿Te dijo que le conté que yo lo había visto con esa fulana en un restaurante?

La manipuladora Verónica comenzó a arrojar dardos de veneno, si lo de Marcos no la había podido derribar, al menos trataría de sembrar la discordia en la familia.

Aitana parpadeó ligeramente e hizo una mueca demostrando su perplejidad.

_ No... _ susurró la joven.

La mujer suspiró hondamente, como si estuviese muy angustiada.

_ Oh... yo no quise decírtelo porque con lo enamorada que estás de ese hombre, ni siquiera me hubieses hecho caso_ le dijo abrazándola por la espalda y recostando su cabeza en el hombro de la chica _ pero bueno, ya vez parece que tu madre... tampoco creyó en mi.

Aitana le tomó la mano a su tía y se la apretó.

_ Mi familia me ha protegido tanto, que no he sabido ver, que hay personas que pueden hacerme daño sin piedad _ dijo Aitana muy seria _ Te agradezco tía porque tú siempre has sido sincera y buena conmigo. Nunca voy a olvidar tu gesto hacía mi... y si me lo hubieras dicho, yo si te hubiese creído. Tú eres mi confidente, te diría mi mejor amiga... tu fuiste la primera que supo cuando me enamoré de ese hombre...

_ Bueno no seas tan dura con tu familia... ellos siempre han creído que criarte así de mimada y cuidada a sido lo mejor, en mi opinión te han subestimado, quizás creyeron que no podías hacerle frente a las situaciones adversas de la vida tú sola ... en cambio yo _ le dijo sonriendo acariciándole la mejilla _ Yo sé que si puedes hacerlo.

Era hora de que su hermana Julieta supiera que su vida perfecta, ya no lo sería tanto y que su cuñado Lautaro, quien nunca la había querido y que veía con malos ojos que ella estuviera al lado de Aitana, recibiera un golpe del que le costaría reponerse.

" Ya verás lo que haré con tu mocosa consentida Lautaro" pensó divertida.

_ Aitana... yo creo que es hora que le demuestres a tus padres quien eres realmente y que puedes hacer por ti misma ... _ le dijo la tía yendo hacia la ventana y encendiendo un cigarrillo.

La joven la miró de manera interrogante.

_ ¿A qué te refieres tía? _ le dijo la joven mirándola perpleja.

Verónica sonrió.

"Niña tonta".

_ A que tú tienes una solución para salir de este escándalo, en donde has quedado expuesta a humillación y burlas _ le dijo compungida Verónica _ y a la vez, mostrarle a tus padres que puedes perfectamente valerte por ti misma...¿Qué dices? ... ¿Te animas?

Aitana ...miró hacia abajo tratando de asimilar esa posibilidad. Lo que le decía su tía tenía bastante sentido. El tema era como hacer tal cosa.

_ Si, es posible que tengas razón. ¿ Qué me sugieres hacer? _ le dijo la joven mirando atentamente a su tía _ Hasta ahora jamás había considerado, irme a vivir sola.

Verónica apagó si cigarrillo, girando la colilla sobre una mesita de la habitación, sonriendo maliciosamente.

_ Lo que te estoy sugiriendo es ... no solo que te vayas de tu casa sino del país. Un lugar donde nadie te conozca y puedas hacer lo que te plazca y nadie te esté señalando "por ser hija de" . ¿Qué piensas? _ le dijo acercándose a la joven y mirándola cruzandosé de brazos.

Viendo que Aitana comenzaba a dudar, ella decidió implementar otro sistema de persuasión, lo que comúnmente se le dice "psicología inversa".

_ Deja... ha sido una mala idea... olvida lo que te dije. Eres demasiado joven y no estás preparada para vivir sin tu familia, ha sido una terrible tontería lo que te he dicho _ dijo tomando su bolso para irse _ Creo que hoy no soy buena dando consejos.

Aitana elevó sus ojos fríos y vacios hacia ella.

_ Tía... lo haré _ le dijo secamente _ no soy ninguna niña, puedo hacerlo. Por favor, no me subestimes tú también, todos lo han hecho, hasta Marcos ... ahora no lo hagas tú.

Verónica festejó internamente su triunfo, se volvió hacia ella de manera diligente.

_ Cuenta conmigo, si es lo que quieres hacer... yo te ayudaré _ suspiró hondo _ sabes bien que siempre contarás con mi apoyo. Eso sí ... cuando le digas a tus padres, no le digas que fui yo quien te lo sugirió. Tu madre jamás me lo perdonaría y ni hablar de tu padre, directamente me mataría, lo conoces muy bien.

Se tenia que cubrir las espaldas y que su sobrina cargara con el peso de su decisión.

_ No te preocupes por nada tía... jamás te expondría a ti a semejante cosa. No has hecho más que ayudarme _ le dijo Aitana dandóle un beso en la mejilla _ descuida.

_ Bien, si necesitas apoyo ... estaré allí. Por lo pronto, creo que te iré preparando el terreno _ le dijo Verónica sonriendo y tocandóle la nariz con su dedo.

Aitana cerró la puerta y se apoyó contra ella.

_ Es mejor que me largue de aquí y no vea como se burlan de mi porque me pusieron los cuernos prácticamente en mi cara, usaré el dinero que tengo y me largaré de aquí _ dijo buscando su pasaporte _ y cuando se me acabe trabajaré de lo que sea. De hambre no moriré.

La jugada maestra de Verónica había dado muy buen resultado.

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