Dos días después Aitana, ya tenía todo listo para partir hacia su nueva vida.
El primer destino que había elegido había sido, Miami. Allí tenía unos amigas, además sabía que el clima era inmejorable y la playa le sentaría bien.Marcos había tratado por todos los medios de contactarla, lo último que le quedaba, era esperar a que en algún momento saliera de su casa. Después de todo lo que había sucedido, él no tenía sosiego, estaba desesperado por verla y hablar con ella.Tenía la necesidad pedirle perdón sinceramente por todo lo que le había hecho. Muy tarde se había dado cuenta, que por preferir engañarla en lugar de amarla como debía, había perdido a una mujer que valía mucho.Su padre lo había regañado hasta más no poder, sus estupideces lo hicieron perder todo lo bueno que tenía. Solo le quedaba su carrera, pero teniendo un enemigo como Lautaro, solo Dios sabía que podía pasar con él.Mientras él vigilaba la casa de Aitana, ella se despedía de su familia allí._ Por favor mamá, no llores _ le decía ella abrazándola _ te llamaré todos los días, lo prometo ¿Si?Quien más destruido estaba era Lautaro, aunque no lo demostraba, bajo ese atractivo e imperturbable rostro, su corazón estaba hecho añicos. No entendía porque Aitana decidía alejarse de ellos, en lugar de quedarse y enfrentar las cosas.Apenas podía soportar despedirla allí, ya que ella no quería que fueran al aeropuerto. Aunque posiblemente verla partir, sería mucho peor.Quien estaba disfrutando con todo ese espectáculo de de sufrimiento y llanto, era Verónica. Ver a su hermana y a Lautaro destruidos era un agradable placer para ella._ Adiós querida... y ya sabes, haz tu vida _ le susurró al oído _ no regreses hasta que te sientas preparada, hazme caso.Ella asintió.La joven abrazó a su hermano y a sus padres por última vez, tenía un enorme nudo en la garganta, que apenas la dejaba hablar._ Los llamaré apenas llegue, descuiden....no se preocupen por mí, estaré bien _ les dijo sonriendo.Cuando se estaba yendo, su pecho comenzó a dolerle del pesar que sentía, abandonaba el hogar donde siempre se había sentido segura solo para aventurarse a algo totalmente desconocido para ella.Cuando se estaba por subir al taxi, se detuvo unos segundos y miró hacia atrás.Volvió corriendo y abrazó muy fuerte a su padre. El no soportó más y comenzó a sollozar._ Por favor, vuelve pronto. Te estaremos esperando... _ le dijo acongojado _ nunca te olvides que te amamos y que puedes contar con nosotros._ Lo sé y yo a ustedes _ dijo secándose las lágrimas.Subió al taxi a toda prisa y ya no miró atrás, no soportaba ver a su querida familia sufriendo de esa manera._ Necesito hacerlo, solo así sabré que tan lejos puedo llegar sola _ musitó tratando de consolarse.Cuando llegó al aeropuerto, tomó su equipaje y se dispuso a entrar para hacer los procedimientos de embarque, deseaba irse de allí cuanto antes._ Aitana...La voz de Marcos la dejó atónita.¿Qué hacía él allí?Siguió adelante como sino lo hubiese escuchado, no quería saber nada más de él, no solo abandonaba la ciudad y el país. Lo abandonaba a él y a cualquier recuerdo que los uniera.El joven corrió hacia ella y se interpuso en su camino para detenerla, se lo notaba demacrado y bastante desalineado, su rostro mostraba la incipiente barba de un par de días._ Déjame pasar Marcos, no quiero perder mi vuelo _ le ordenó ella fríamente _ sino lo haces llamaré a seguridad._ Aitana, necesito que me escuches, aunque sea por última vez pero hazlo _ le rogó él angustiado_ Necesito pedirte perdón por todo lo que te hice, no tengo justificación alguna, soy una basura...Tengo merecido lo que me está pasando, tuve que perderte para darme cuenta lo que significas para mí...Ella respiró hondo y continúó adelante, como sino lo hubiese escuchado._ Necesito que sepas que realmente me enamoré de tí _ le espetó Marcos _ me di cuenta muy tarde , pero es así.La joven se detuvo y apretó su mandíbula, se llenó de ira. Giró sobre sí, su mirada era gélida y oscura._ ¡Sinceramente Marcos, me vale m*erda lo que necesites tú! Para mí, tú estás muerto. Has perdido tu tiempo al venir aquí_ dijo tomando su equipaje para seguir su camino _ Por mi perdón no te preocupes, los muertos no necesitan el perdón de nadie.Marcos se quedó en silencio. Era evidente que ella jamás la haría caso alguno, ni lo perdonaría jamás._¡Cuídate de Verónica! _ le gritó.Pero Aitana ya no lo escuchaba. Ella ya se había perdido en el tumulto de pasajeros. Quizás si lo hubiese escuchado, se hubiera ahorrado muchos disgustos.Pero así de caprichoso es el destino, en el mundo real, no siempre el bien triunfa.Aitana tenía dos amigas de la infancia viviendo en Miami: Bea y Pilar. Apenas la joven las contactó estuvieron encantadas con la idea de su visita. Aunque eran un poco más grandes, siempre se habían llevado bien con ella. _ Desde que supimos que venías a visitarnos, te hemos preparado un recorrido por todo los lugares _ le dijo Bea entusiasmada _ No sé por cuánto tiempo piensas quedarte guapa, pero aquí puedes quedarte todo el tiempo que desees.Aitana suspiró. Ni ella lo sabía, lo que si sabía era que definitivamente no se quedaría mucho tiempo allí, le gustaba la ciudad pero no tanto como para anclarse allí. _ No lo sé..._ dijo algo confundida _ chicas, tengo algo que contarles. Aún no les he dicho la razón de mi visita. Las jóvenes escucharon atentamente el relato de Aitana, quien les contó con mucho dolor lo que le había sucedido._¡Ese malnacido de Marcos! lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil _ dijo Pilar enojada _ Pero no te preocupes nena, tendrá su merecido ...créeme.
Nick Turner poseía una belleza y un atractivo únicos e inigualables. Su extraordinaria fisonomía era producto de la amalgama genética entre la unión de sus padres biólogicos. Era alto y esbelto, tenia el cabello rubio y sus ojos eran de color verde claro . Su piel era blanca, aunque en ese momento tenía un cierto bronceado por el sol tomado en sus cortas vacaciones en la playa. Le gustaba mucho ejercitarse por lo tanto su cuerpo parecía estar tallado por los mismos dioses. Su padre Daniel, nacido en Nueva York era descendiente de irlandeses y su madre Lily era originaria de Australia. Ambos se habían conocido en uno de los tantos viajes que el hombre hacía en barco a aquel lugar. Se enamoraron y se casaron. Queriendo establecerse Daniel, decidió volver a su ciudad natal, buscar un trabajo bien remunerado y formar una familia. En poco tiempo fue contratado por la familia Turner para ser el chófer del joven Steven, el único heredero de una incalculable fortuna. Al tener una relación
Aitana ya no pudo decir más nada. Porque Nick sin decir una palabra la llevó contra una pared y la besó apasionadamente. Ella puso su palma contra el gran pecho del hombre, pero su resistencia quedo inválida ante esos labios tibios que la besaban con experiencia y avidez. Ella por un momento, se dejó llevar por ese hombre extraño que la había sorprendido en medio de la multitud, luego juntó fuerzas y de un empujón lo apartó. _ ¿Pero quién te crees que soy? _ le dijo dandóle una bofetada_ ¡Eres un sivergüenza! Quiso irse, pero él la tomó por la cintura_ Eres la futura madre de mis hijos _ le dijo sonriendo de manera encantadora y sin ningún reparo. Ni siquiera él podía creer lo que le estaba diciendo a esa chica desconocida, pero estaba totalmente cautivado por ella. Aitana se llenó de furia pero no pudo evitar reírse de la tontería que el hombre le había dicho._ ¿¡Pero que dices!? ¿Acaso el alcohol te anima a decir estupideces?...¡Eres un maldito lunático!_ se burló ella _ ¡sue
Esa noche Nick apenas pudo conciliar el sueño, a pesar de que había tenido compañía femenina por un par de horas, no le había bastado. Dió tantas vueltas en la cama que al final, antes del amanecer ya estaba levantado. En un momento, le vino a la mente lo que le había dicho a Aitana la noche anterior._¿La futura madre de mis hijos? ¡¿Le dije eso?! ¡Debo dejar de beber tanto! _ dijo pasándose la mano por la cara _ No pude haberle dicho tantas estúpideces. Quería pensar con coherencia pero no podía, se sentía avergonzado._ ¡¿Pero que diablos me pasa por Dios santo?! Es solo una mujer como tantas. He tenido mejores que ella, es una estupidez estar así _ se dijo mientras se servía un whisky .Podría pensar todo lo que quisiera para consolarse o darse ánimos, pero la imagen de Aitana bailando y luego besándolo había quedado plasmada en su mente y lo más preocupante para él: en su corazón. Sacudió su cabeza, como tratando de librarse de esos pensamientos que a esta altura, comenzaban a
Aitana se despertó con una extraña sensación en su boca, se llevó los dedos a sus labios se dió cuenta que los tenía lastimados. _ ¡Ese maldito arrogante! _ dijo enfadada_ ¡¿Cómo se atrevió a besarme así?! Estaba resentida, herida ... furiosa pero aún así en su interior, tuvo que admitir que el beso de aquel extraño, la había desconcertado. Pero ese sentimiento duró poco ya que unas horas después, la atracción que había sentido se transformó en aversión, ella detestaba a los hombres en general, pero sobre todo a los hombres como Nick. _ ¡Todos son iguales! Creyó que iba a caer en su trampa... maldito borracho mujeriego _ espetó. Se levantó y se dió un baño, preparándose para comenzar el día, tenía que pensar bien lo que haría en los próximos días, no quería quedarse en Miami si bien le gustaba la ciudad, no lo sentia su lugar. La noche anterior, había hablado con Julián. El le contó de donde venía y lo que hacía en aquella ciudad. _ Soy bailarin en un sitio elegante y distinguid
Días despúes Aitana, luego de pensarlo mucho, llegaba a la ciudad de Buenos Aires en compañía de Bea. Ambas jóvenes iban admirando la extraordinaria belleza de la ciudad, mientras se trasladaban en taxi desde el aeropuerto internacional de Ezeiza hacia el lugar que habían rentado para vivir. _ Vaya Aitana, aún no la he recorrido y siento que podría vivir aquí tranquilamente _ le dijo Bea sonriendo encantada _ mientras más observo, más siento que estoy en casa tiene una cierta semejanza con ciertas ciudades europeas. Aitana también lo creyó así. Buenos Aires es conocida como "La Paris de América" por la marcada influencia europea en sus edificaciones en determinadas zonas. La exquisita arquitectura muestra estilos edilicios como art decó, neogótico, fránces borbónico e italianizante amalgámandose con rascacielos modernos. Eso la convierte en una ciudad totalmente atrayente para los millones de turistas que la visitan año a año, quienes disfrutan de las distintas actividades que la m
Lautaro no podía creer lo que estaba oyendo. _ ¡¿Qué estás dónde?! _ exclamó casi a los gritos _¡¿ Acaso te has vuelto loca Aitana?! La joven sonrió divertida, conocía perfectamente a su padre como para saber cuando y como decirle la decisión que había tomado. _ Pues sí, así como lo oyes. Me quedaré a vivir en Buenos Aires, me gusta la ciudad y su gente... ¿Qué tiene de malo eso? ¿Cuál es tu objeción papá? En si, no era por él lugar. Era perder totalmente la esperanza de que su hija regresara a ellos. _ Mi objeción reside en no poder verte hija. Te extrañamos como no te das idea _ le dijo muy triste _ Y tu madre... tu madre cuando lo sepa... ¡no sé ni como va a reaccionar! Aitana suspiró profundamente. Amaba entrañablemente a su familia y sobre todo a su padre, pero comenzó a sentir que de cierta manera la ahogaban con tanta atención. Sabía que tenía a los mejores padres del mundo, pero había comenzado a experimentar la libertad y le gustaba sentir eso, ya no quería ser la ni
Al día siguiente y a la hora pautada, Julián fue por Aitana para ensayar alguna coreografía que la ayudara a pasar la prueba, Bea quiso acompañarlos y de paso recorrer un poco la ciudad. Al llegar al lugar las jóvenes se quedaron fascinadas con el lugar, daba la sensación que era de otra época, destilaba cierta magia que las envolvía. Aitana sonrió de lado. _ Vengan chicas _ le dijo él joven llevándolas por una puerta que estaba al costado del gran salón, subieron una escalera que daba a un estudio de baile y donde se daba clases no solo de tango, sino también de otros ritmos. _ Vaya... es todo tan lindo aquí, que hasta a mi me están dando ganas de aprender! _ exclamó Bea. Julián atendiendo el pedido de la chica, puso un vals y le tomó la mano. _ Ven... _ Le dijo poniendo su mano en la espalda Bea _ Tú solo déjate llevar.El comenzó a darle indicaciones lentamente, bajo la mirada divertida de Aitana. _ ¡Vamos amiga que tu puedes! _ la animó la joven. Después de varias vueltas