Lautaro y Julieta apenas podían creer lo que Verónica les estaba diciendo.
_ Lo siento, he tratado de convencerla de que lo piense bien, pero parece decidida a hacer sus maletas e irse _ les dijo la mujer simulando tristeza _ No es para menos, es una gran humillación por todo esto que está pasando y gracias a ese hombre. ¡Te dije que lo había visto con otra mujer y tú preferiste hacer silencio en lugar de decírselo!_ Le reprochó a su hermana.Lautaro apretó los dientes con fuerza._ ¡No voy a avalar esta locura! Ella tiene una vida aquí. Si alguien tiene que desaparecer de aquí es ese maldito canalla. _ miró a Julieta _ ¿Porqué no te tomas unos días y te vas a Nueva York con ella ? O a cualquier lugar que más les guste, hasta que todo esto pase.Julieta asintió. Verónica iba a decir algo, pero fue la propia Aitana quien le respondió a su padre._ Me iré sola papá. Ya me han cuidado lo suficiente _ le dijo la joven firmemente, parándose frente a él _ Basta de protegerme tanto, necesito hacer esto por mí.Su tono era tan vehemente y frío que su padre se quedó impávido. Esa joven que le hablaba de esa manera, no era su pequeña niña dulce y amable de siempre, era como si de repente toda aquella situación, le hubiese robado su ingenuidad y dulzura._ Aitana, escúchame. No te estoy diciendo que no te vayas, solo hazlo pero hasta que esto se calme... tú madre te acompañará _ fue hasta ella y la abrazó _ te prometo que en unos días cuando regreses, todo esto habrá pasado.Quizás para los demás, si. Pero para ella,no. Había demasiados recuerdos en ese lugar como para superar un desengaño tan grande.No, su tía tenía razón. Basta de ser la Aitana sobreprotegida y mimada de siempre. Tenía que aprender de una vez y para siempre lo que realmente era la vida y dejar de permitir que sus padres decidieran por ella._ Lo siento papá, ya está decidido _ le dijo ella soltandose del amarre de Lautaro _ Y antes que me digas que no vas a darme dinero para esta locura, tengo el mío y me moveré con eso.Lautaro sintió algo parecido a un gran golpe en el pecho. Le costaba asumir que su hija, era lo suficientemente adulta como para tomar esa clase de decisiones sin que él o su madre pudiera interferir._ Vale, haz lo que quieras _ le dijo sin poner objeciones, mientras Julieta lo miraba como suplicando que no cediera tan fácil._ Lautaro..._ susurró su esposa _ no... no...El la miró fríamente. Sabía muy bien que cuanto más le insistieran, su hija más se empecinaria en hacer lo contrario a lo que le pidieran._ Gracias papá _ le dijo ella dándole un beso _ prefiero irme sin discutir contigo...Julieta comenzó a llorar, mientras Verónica trataba de disimular su alegría y satisfacción.¡Al fin les tocaba sufrir un poco a ellos!_ Madre, por favor no hagas de esto un drama. Confía en la educación que me han dado. Quiero hacerlo y ya no soy una niña _ le dijo inconmovible _ ¿Además, para qué me quieren aquí? ¿Para ser el hazmerreír de todo el mundo?_ Si, es por eso _ le dijo Lautaro enojado _ déjame hacer lo que tengo que hacer con ese maldito y veremos de quien se ríen después. Su padre ya me ha llamado rogándome que no corte los negocios que tengo con ellos. ¡No pienso seguir trabajando con gente que ha educado a semejante estúpido!_ Papá, no te ensucies las manos por alguien como Marcos... ya no me importa. Por mí, se puede morir ahora mismo _ le dijo dándose vueltas para ir a su habitación._ Hija... ¿Cúanto tiempo piensas irte? _ le dijo Julieta angustiada._ No lo sé mamá _ la miró seria y determinante _ ¡Lo único que sé es que quiero irme de esta condenada ciudad!Los padres vieron la estilizada figura de su hija yéndose rápidamente hacia su habitación.Verónica suspiró hondo y fue hasta su hermana tratando de consolarla. Julieta la abrazó angustiada, mientras la otra le acariciaba el cabello en modo de consuelo._ ¡Ay hermanita... cuanto lo siento! Pero ella es grande, ya sabe lo que hace.Lautaro la miró fijamente. ¿Porqué no le creía ni una sola palabra a esa mujer?. Estaba convencido de que ella tenía mucho que ver en la decisión de su hija, pero como no tenía pruebas, no podía acusarla, además no quería discutir con su esposa. Nunca importaba lo que hiciera Verónica, ella siempre la defendería.Si Julieta hubiera sabido lo que su hermana realmente sentía por ella y todo lo que podía llegar a hacerle impulsada por los celos y la envidia, moriría de tristeza._ ¿Puedes dejarnos solos Verónica? Necesito hablar con mi esposa_ le ordenó Lautaro.Ella asintió y salió. Pero se quedó lo suficientemente cerca para oír lo que decían._ Mi amor, no llores... _ le dijo él secándole las lágrimas a su esposa _ Mira, Aitana jamás se ha separado de nosotros, volverá en poco tiempo... serán unos días, unas semanas como mucho. La conoces... Ya no llores más, sabes que no puedo verte así.Verónica apretó los labios de rabia. Ella no soportaba que Lautaro amara tanto a su hermana, ese amor era inquebrantable, no importaba cuantos años pasarán, siempre la amaría profundamente. Jamás habría otra mujer más que Julieta para él.《 Siempre ella, ella y ella. Y sino es mi hermana es la idiota de su hija 》pensó celosa.Ahí yacía el gran problema de Verónica: Amaba a Lautaro desde siempre, pero el hombre ni siquiera la miraba._ Estás muy equivocado Lautaro... de mi cuenta corre que no veas a tu hija por mucho tiempo _ musitó con odio _ ¡Te vas a arrepentir por haberme rechazado!Se fue de allí sigilosamente. Como la serpiente que era.Dos días después Aitana, ya tenía todo listo para partir hacia su nueva vida. El primer destino que había elegido había sido, Miami. Allí tenía unos amigas, además sabía que el clima era inmejorable y la playa le sentaría bien. Marcos había tratado por todos los medios de contactarla, lo último que le quedaba, era esperar a que en algún momento saliera de su casa. Después de todo lo que había sucedido, él no tenía sosiego, estaba desesperado por verla y hablar con ella.Tenía la necesidad pedirle perdón sinceramente por todo lo que le había hecho. Muy tarde se había dado cuenta, que por preferir engañarla en lugar de amarla como debía, había perdido a una mujer que valía mucho. Su padre lo había regañado hasta más no poder, sus estupideces lo hicieron perder todo lo bueno que tenía. Solo le quedaba su carrera, pero teniendo un enemigo como Lautaro, solo Dios sabía que podía pasar con él. Mientras él vigilaba la casa de Aitana, ella se despedía de su familia allí._ Por favor mamá,
Aitana tenía dos amigas de la infancia viviendo en Miami: Bea y Pilar. Apenas la joven las contactó estuvieron encantadas con la idea de su visita. Aunque eran un poco más grandes, siempre se habían llevado bien con ella. _ Desde que supimos que venías a visitarnos, te hemos preparado un recorrido por todo los lugares _ le dijo Bea entusiasmada _ No sé por cuánto tiempo piensas quedarte guapa, pero aquí puedes quedarte todo el tiempo que desees.Aitana suspiró. Ni ella lo sabía, lo que si sabía era que definitivamente no se quedaría mucho tiempo allí, le gustaba la ciudad pero no tanto como para anclarse allí. _ No lo sé..._ dijo algo confundida _ chicas, tengo algo que contarles. Aún no les he dicho la razón de mi visita. Las jóvenes escucharon atentamente el relato de Aitana, quien les contó con mucho dolor lo que le había sucedido._¡Ese malnacido de Marcos! lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil _ dijo Pilar enojada _ Pero no te preocupes nena, tendrá su merecido ...créeme.
Nick Turner poseía una belleza y un atractivo únicos e inigualables. Su extraordinaria fisonomía era producto de la amalgama genética entre la unión de sus padres biólogicos. Era alto y esbelto, tenia el cabello rubio y sus ojos eran de color verde claro . Su piel era blanca, aunque en ese momento tenía un cierto bronceado por el sol tomado en sus cortas vacaciones en la playa. Le gustaba mucho ejercitarse por lo tanto su cuerpo parecía estar tallado por los mismos dioses. Su padre Daniel, nacido en Nueva York era descendiente de irlandeses y su madre Lily era originaria de Australia. Ambos se habían conocido en uno de los tantos viajes que el hombre hacía en barco a aquel lugar. Se enamoraron y se casaron. Queriendo establecerse Daniel, decidió volver a su ciudad natal, buscar un trabajo bien remunerado y formar una familia. En poco tiempo fue contratado por la familia Turner para ser el chófer del joven Steven, el único heredero de una incalculable fortuna. Al tener una relación
Aitana ya no pudo decir más nada. Porque Nick sin decir una palabra la llevó contra una pared y la besó apasionadamente. Ella puso su palma contra el gran pecho del hombre, pero su resistencia quedo inválida ante esos labios tibios que la besaban con experiencia y avidez. Ella por un momento, se dejó llevar por ese hombre extraño que la había sorprendido en medio de la multitud, luego juntó fuerzas y de un empujón lo apartó. _ ¿Pero quién te crees que soy? _ le dijo dandóle una bofetada_ ¡Eres un sivergüenza! Quiso irse, pero él la tomó por la cintura_ Eres la futura madre de mis hijos _ le dijo sonriendo de manera encantadora y sin ningún reparo. Ni siquiera él podía creer lo que le estaba diciendo a esa chica desconocida, pero estaba totalmente cautivado por ella. Aitana se llenó de furia pero no pudo evitar reírse de la tontería que el hombre le había dicho._ ¿¡Pero que dices!? ¿Acaso el alcohol te anima a decir estupideces?...¡Eres un maldito lunático!_ se burló ella _ ¡sue
Esa noche Nick apenas pudo conciliar el sueño, a pesar de que había tenido compañía femenina por un par de horas, no le había bastado. Dió tantas vueltas en la cama que al final, antes del amanecer ya estaba levantado. En un momento, le vino a la mente lo que le había dicho a Aitana la noche anterior._¿La futura madre de mis hijos? ¡¿Le dije eso?! ¡Debo dejar de beber tanto! _ dijo pasándose la mano por la cara _ No pude haberle dicho tantas estúpideces. Quería pensar con coherencia pero no podía, se sentía avergonzado._ ¡¿Pero que diablos me pasa por Dios santo?! Es solo una mujer como tantas. He tenido mejores que ella, es una estupidez estar así _ se dijo mientras se servía un whisky .Podría pensar todo lo que quisiera para consolarse o darse ánimos, pero la imagen de Aitana bailando y luego besándolo había quedado plasmada en su mente y lo más preocupante para él: en su corazón. Sacudió su cabeza, como tratando de librarse de esos pensamientos que a esta altura, comenzaban a
Aitana se despertó con una extraña sensación en su boca, se llevó los dedos a sus labios se dió cuenta que los tenía lastimados. _ ¡Ese maldito arrogante! _ dijo enfadada_ ¡¿Cómo se atrevió a besarme así?! Estaba resentida, herida ... furiosa pero aún así en su interior, tuvo que admitir que el beso de aquel extraño, la había desconcertado. Pero ese sentimiento duró poco ya que unas horas después, la atracción que había sentido se transformó en aversión, ella detestaba a los hombres en general, pero sobre todo a los hombres como Nick. _ ¡Todos son iguales! Creyó que iba a caer en su trampa... maldito borracho mujeriego _ espetó. Se levantó y se dió un baño, preparándose para comenzar el día, tenía que pensar bien lo que haría en los próximos días, no quería quedarse en Miami si bien le gustaba la ciudad, no lo sentia su lugar. La noche anterior, había hablado con Julián. El le contó de donde venía y lo que hacía en aquella ciudad. _ Soy bailarin en un sitio elegante y distinguid
Días despúes Aitana, luego de pensarlo mucho, llegaba a la ciudad de Buenos Aires en compañía de Bea. Ambas jóvenes iban admirando la extraordinaria belleza de la ciudad, mientras se trasladaban en taxi desde el aeropuerto internacional de Ezeiza hacia el lugar que habían rentado para vivir. _ Vaya Aitana, aún no la he recorrido y siento que podría vivir aquí tranquilamente _ le dijo Bea sonriendo encantada _ mientras más observo, más siento que estoy en casa tiene una cierta semejanza con ciertas ciudades europeas. Aitana también lo creyó así. Buenos Aires es conocida como "La Paris de América" por la marcada influencia europea en sus edificaciones en determinadas zonas. La exquisita arquitectura muestra estilos edilicios como art decó, neogótico, fránces borbónico e italianizante amalgámandose con rascacielos modernos. Eso la convierte en una ciudad totalmente atrayente para los millones de turistas que la visitan año a año, quienes disfrutan de las distintas actividades que la m
Lautaro no podía creer lo que estaba oyendo. _ ¡¿Qué estás dónde?! _ exclamó casi a los gritos _¡¿ Acaso te has vuelto loca Aitana?! La joven sonrió divertida, conocía perfectamente a su padre como para saber cuando y como decirle la decisión que había tomado. _ Pues sí, así como lo oyes. Me quedaré a vivir en Buenos Aires, me gusta la ciudad y su gente... ¿Qué tiene de malo eso? ¿Cuál es tu objeción papá? En si, no era por él lugar. Era perder totalmente la esperanza de que su hija regresara a ellos. _ Mi objeción reside en no poder verte hija. Te extrañamos como no te das idea _ le dijo muy triste _ Y tu madre... tu madre cuando lo sepa... ¡no sé ni como va a reaccionar! Aitana suspiró profundamente. Amaba entrañablemente a su familia y sobre todo a su padre, pero comenzó a sentir que de cierta manera la ahogaban con tanta atención. Sabía que tenía a los mejores padres del mundo, pero había comenzado a experimentar la libertad y le gustaba sentir eso, ya no quería ser la ni