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Samantha no logra conciliar el sueño, Felipe al igual que ella se mantiene distante, no porque no quiera sino porque necesita encontrar el causante de todo lo que está pasando. Observa el delicado cuerpo de la rubia que está de espalda a él y pasa su brazo por su cintura y la apega a su cuerpo, Samantha siente la electricidad recorriendo cada parte de ella.—¿Estás bien, amor? — susurra en su cuello dejando un beso.Samantha asiente, afirmando algo que no es verdad. Su sexto sentido le grita que algo sucede, piensa en Izan cómo se quedó dormido aferrándose al cuerpo de su padre.—¿Quieres algo de cariño? — le gruñe, mientras su barrote taladra su espalda baja.—Sabes que siempre estaré dispuesta— le dice y se gira para verlo a los ojos, unos ojos que la ven con tristeza—, sin embargo, ya el sexo no maneja mi vida, amor. No lo uses para distraerme.—Sam... Yo no — le coloca un dedo en sus labios.—Escúchame bien— Felipe asiente y pasa sus dedos con delicadeza por su rostro—, yo no voy
Felipe busca a Joseph y le pide todos los videos de las cámaras de seguridad más cercanas a la vivienda de Sergio, el detective que le pagó una gran suma de dinero también le tiene noticias. —Te dejé todo en este pendrive— le informa Joseph mientras acomoda sus gafas. —Quiero que los veas tú, no tengo tiempo. —Felipe, yo también tengo una vida. ¡Joder!, crees que todo gira alrededor de ti… Felipe tensa su mandíbula y aprieta los puños, no es que piense que todo gira en torno a él, sino que no tiene tiempo y debe reunirse con el detective. —¡Es un jodido favor que te estoy pidiendo y no es por nada, pero este maldito puesto lo tiene aquí por mí! — le gruñe entre dientes y Joseph se pone de pie, pasando sus rizos detrás de sus orejas. —No, amigo mío, lo tengo por esto— señala su cabeza—, sabes que con gusto dejo tu maldito puesto. — se quita su carne y lo tira en el pecho de Felipe—. Estoy cansado de dar lo mejor de mí, de tratar de ser tu amigo, pero por años solo me pisoteas y so
Felipe recibe una llamada de Samantha, sin conocimiento de lo que ella vive, apaga el celular. Llega en la vivienda de Lorena y abre la puerta de una patada, volviendo trizas la cerradura, Lorena asustada por el ruido salta de su cama y baja las escaleras de prisa, Felipe está en medio de la sala y al ver su rostro supo que estaba perdida, subió escalera arriba, pero Felipe es más rápido y en tres zancadas, la agarro del cabello y la lanzó escalera abajo.—Te advertí que, si descubría que tenías que ver con el bufete, tendría que esconderse muy bien y por lo que veo no lo hiciste— su agarre le hace arder el cuero cabelludo.—¡Ah, por favor, suéltame! ¡Si me haces algo, te buscarán y sabes algo más, toda tu puta familia correrá peligro y el secretito que guardas también! La levanta de los pelos y la agarra del brazo, Lorena se resiste, pero le es imposible, da una leve mirada hacia las escaleras y vuelve a mirar a Felipe, escupiendo su cara. Felipe se resiste en girarle la cara con la
Samantha abre los ojos y se incorpora en la cama de golpe, mira hacia la ventana y nota que dentro de poco anochecerá; Izan y Felipe llegan a su cabeza. Las pulsaciones se disparan y Samantha quita la vía intravenosa, en eso la puerta se abre y entran Fabián y su hermano. Fabián llamó a Sergio y le informó que Samantha estaba en su clínica y que sabía el cáncer de Felipe. —¡Sergio! ¡Felipe…! — gritó aferrándose a los brazos de su hermano. —Shh, loquita. Calma, estoy aquí— agarra su rostro lleno de lágrimas, nunca pensó que la volvería a ver así de rota. Sonríe con melancolía tratando de darle un poco de ánimo—, ese cabezota no va a morir, confía en mí. —¿Tú…, tú lo sabías…? —Sam… Samantha se siente herida y lo empuja del pecho. —¡Malnacidos todos! ¡Aquí la única sin saber era yo! ¡Joder! —Samantha, no lo agarres con nosotros. No sabes cómo hemos intentado que se trate, pero no quiere, ha perdido mucho tiempo y necesita una intervención. —Fabián, dime todo. ¿Qué tipo de cáncer
Tres… tres semanas han pasado desde la transmisión en vivo, tres semanas desde que Felipe aceptó luchar, tres semanas donde han permanecido unidos como una familia. La segunda semana llegaron los resultados de la biopsia; Fabián maldijo dentro de sí mismo, tenía la esperanza de que el cáncer no fuese maligno, sin embargo, no flaqueo, llamó a dos especialistas con más campo que viajaron de Rusia a Boston. No permitiría que su hermano muriera, menos al verlo desesperado. Tenían que darle la mejor cara y positividad, Samantha se ha hecho cargo de sus empresas junto a Joseph, no continuó con su bufete, para ella eso podía esperar, sin embargo, Felipe y sus empresas que lo son todo para él, no.Todos están reunidos, esperando que busquen a Felipe para la intervención, es una operación riesgosa, no deja de ver Samantha y su hijo. No ha querido dormir, solo le pide que le hable sin cesar. Samantha acaricia su rostro que sé ve cansado y su hijo sostiene su mano y juega con sus anillos que va
La operación duró más de lo esperado; ocho horas en total, gran parte del tumor fue extraído, no obstante, la nueva masa no puede ser retirada porque lamentablemente estaba unida a una membrana del cerebro. Felipe tardó tres horas más en despertar y solo podía sentir una gran dicha al reconocer a la rubia que lo miraba con esa intensidad en sus ojos verdes cargados de amor. No la olvido y con eso le bastaba.Fabián comenzó días después con las quimioterapias, la segunda opción sería más agresiva.Los meses pasaron, Samantha bajaba de peso y se dividía de mil maneras en cuidar a Felipe, que para entonces se le administraban en conjunto la quimioterapia y radioterapia, tenía que manejar la empresa, estar con su hijo y volver cada día con una sonrisa en sus labios, a pesar de que cada parte de su cuerpo estuviera agotada no se detendría, tenía que verla fuerte, aunque su aspecto no dijera lo mismo.Tenía cinco meses y medio de embarazo de una hermosa princesa, había momentos que olvidab
Las semanas pasaron y Samantha continuaba con su rutina, no obstante, esta vez, permanecía en una silla fuera de la habitación, no entraba cuando él estaba despierto. Solamente cuando dormía, así tenía un momento para verlo sin que él se sintiera culpable o sintiera vergüenza de cómo el cáncer lo estaba consumiendo.Felipe caía en una depresión al no verla y no escuchar su voz, la quería y no la quería a su lado al mismo tiempo.Izan quiere ver a su padre, tiene dos meses sin ver su rostro. Samantha, para que se distrajera un poco, lo lleva junto con Alana a la empresa de su padre. Alana corre por las instalaciones con un hermoso vestido de color rosa y su cabello rubio suelto que cae en espalda baja, aunque ya no sea una niñita, ama sus vestidos e Izan los detesta porque según él parece una muñeca, y no tiene nada de lo angelical que quiere aparentar.Samantha está en la oficina de Felipe con ellos, Izan se acerca apoyando sus codos en el escritorio, su madre levanta la mirada entre
El Jeque Rashid permanecía en silencio observando a los niños cómo creaban su coche, aunque su atención estaba más en la niña, le gustaba ver como llevaba el mando en todo. Sin embargo, Izan lo dejaba asombrado también por el gran conocimiento que tenía en cada una de las piezas.Alana reía y miraba a Izan, se debatían en el color, y todavía no llevaban ni medio coche. Los diseñadores le ayudaban con su conocimiento también, no faltaron risas y frías miradas del Jeque que poco a poco se suavizaba su rostro.—Alana, añade las ruedas del F8 Tributo. Es el más potente— ordena Izan. —Recuerda que es un coche para una dama— suelta con altanería Alana y busca otras ruedas—, añade las del FXX-K Bugatti, sin duda ese bebe de color blanco perlado y ruedas de color rosa será lo mejor.—Negras, Alana no hay de color rosa— gruñe Izan y cambia el color de las ruedas, Alana frunce sus labios y los cambia otra vez cruzándose de brazos.Los diseñadores se miran entre sí y deciden intervenir.—Se pue