Fiore se detuvo en seco, su pequeño cuerpo se tensó al escuchar esa voz. Miró hacia la entrada de la finca y vio a Nicol, su madre biológica, de pie con los brazos abiertos, esperando que corriera hacia ella. Pero en lugar de eso, Fiore retrocedió, con sus ojos llenos de miedo y confusión, y se escondió rápidamente detrás de las faldas de Evelyn.Evelyn sintió que la furia se encendía dentro de ella. Con calma, se agachó para abrazar a Fiore y la miró a los ojos con ternura.—Tranquila, mi amor, todo está bien —susurró—. Ve con Leo adentro, ¿sí? Estaré contigo en un momento.Fiore asintió con timidez, aún aferrada a la falda de su abuela. Evelyn le dio un suave empujón hacia la casa, asegurándose de que ambos niños entraran antes de volverse hacia Nicol, con su expresión ahora endurecida.Nicol, viendo que Fiore no había corrido hacia ella, frunció el ceño, la irritación se hizo evidente en su rostro.—¿Qué crees que estás haciendo aquí, Nicol? —preguntó Evelyn con frialdad—. ¿Después
Después de hablar con Fiore, Liam se encontró con Aiden en la cocina. Ella estaba revisando las provisiones para la cena de esa noche, pero al ver la expresión seria en el rostro de Liam, dejó lo que estaba haciendo y se acercó a él.—¿Cómo está Fiore? —preguntó Aiden con preocupación en su voz.Liam suspiró y se apoyó en la encimera, mirando a Aiden a los ojos.—No quiere estar con Nicol. Me dijo que prefiere quedarse aquí, con nosotros, porque Nicol nunca fue cariñosa con ella. Fiore siente que la abandonó y que... tú eres quien realmente la cuida y le da amor —relató Liam, sus palabras estaban llenas de emoción.Aiden sintió una punzada de alivio y tristeza a la vez. Sabía que Nicol había hecho mucho daño a su hija, y ahora era su responsabilidad ayudar a Fiore a sanar.—Liam, creo que sería conveniente llevar a Fiore a terapia. Ha pasado por mucho, y hablar con un profesional podría ayudarla a procesar sus sentimientos y a sanar —sugirió Aiden, acariciando el brazo de Liam en un g
El sol de la mañana iluminaba suavemente la finca mientras Aiden y Liam se sentaban a la mesa para desayunar junto a Evelyn. Los niños, después de comer, salieron a jugar en el patio, llenando el aire con sus risas despreocupadas. Sin embargo, dentro de la casa, el ambiente era tenso.Evelyn miraba su taza de café, indecisa sobre cómo abordar el tema que la había estado carcomiendo desde la tarde anterior. Sabía que tenía que decirlo, pero el temor a las reacciones de Aiden y Liam la hacía dudar. Finalmente, respiró hondo y decidió hablar.—Hay algo de lo que debemos hablar —comenzó Evelyn, su voz temblaba, pero se mantuvo firme—. Algo que descubrí recientemente y que no puedo seguir guardando.Liam y Aiden intercambiaron miradas, sintiendo la seriedad en el tono de Evelyn. Se quedaron en silencio, esperando que continuara.—Ayer, mientras hablaba con mi amiga en el pueblo, ella me confesó algo que sabía desde hace tiempo... —Evelyn tragó saliva, tratando de mantener la calma—. Edward
El juez los observó por un momento antes de asentir, como si tomara una decisión interna.—Denme hasta la tarde —respondió con seguridad—. Haré lo necesario para que todo esté en orden, y les aseguro que tendrán lo que han venido a buscar, quizás en una semana.Una sonrisa triunfante apareció en el rostro de Mathew, y Nicol no pudo evitar que una chispa de emoción le recorriera el cuerpo. Sabían que su plan estaba en marcha y que las cosas pronto cambiarían a su favor.—Gracias, amigo —dijo Mathew, estrechando la mano del juez con gratitud—. Sabemos que podemos contar contigo.El juez esbozó una sonrisa críptica mientras se despedían.—Siempre es un placer ayudar a quienes lo merecen —expresó con un tono que parecía encerrar mucho más de lo que las palabras dejaban ver.Mathew y Nicol abandonaron la oficina con una sensación de victoria inminente. Mientras caminaban por los pasillos del juzgado, Nicol miró a Mathew y vio en sus ojos la misma determinación que sentía en su interior.—E
Aiden sintió que el mundo se detenía cuando el doctor pronunció esas palabras. Su corazón comenzó a latir más rápido, y una mezcla de emociones la envolvió: sorpresa, alegría, y también un poco de miedo.—¿Estoy... estoy embarazada? —preguntó Aiden, como si necesitara escuchar esas palabras una vez más para creerlo.El doctor asintió, sonriendo con calidez.—Así es. Felicidades, señora Harper, debe sacar una cita con su ginecólogo para que la examine —recomendó.Aiden se quedó en silencio por un momento, dejando que la noticia se asentara en su mente. No había anticipado esto, no en medio de todo lo que estaba sucediendo. Pero ahora, una nueva vida crecía dentro de ella, y eso lo cambiaba todo. A pesar del miedo y las dudas, una sensación de ternura y emoción la recorrió.—Gracias, doctor —murmuró finalmente, con una pequeña sonrisa en los labios.Cuando salió de la consulta, encontró a Evelyn esperándola en la sala, con los niños distraídos jugando cerca. Aiden caminó hacia ella, y E
Aiden vio la mezcla de dolor y determinación en el rostro de Liam, y supo que esto era algo que él necesitaba hacer para poder sanar y seguir adelante.—Entiendo, Liam —respondió Aiden, tomando su mano—. Debes hacerlo. Y quiero que sepas que estoy contigo, que te apoyo en esto.Liam la miró, agradecido por su comprensión y su apoyo. No era fácil para él enfrentar este tipo de verdades, pero tener a Aiden a su lado hacía que todo fuera un poco más soportable.—Gracias, Aiden. Significa mucho para mí que estés aquí —aseguró, apretando suavemente su mano.Aiden asintió, y aunque quería contarle sobre el embarazo, decidió que era mejor esperar. Quería que Liam estuviera en paz antes de darle la noticia, así que guardó silencio por el momento.Esa noche, no mencionaron nada a Evelyn sobre el viaje a la ciudad. Aiden sabía que Liam necesitaba enfrentar esto solo, y que era su decisión cómo manejar la situación con su padre. Al día siguiente, Liam partiría con la esperanza de encontrar respu
Rita intentó intervenir, su voz temblaba por la tensión del momento.—Liam, Edward siempre supo quién era su padre. Yo... yo nunca le mentí —dijo, con una mezcla de culpa y defensa.Esas palabras no hicieron más que avivar la furia de Liam. Saber que Edward había vivido toda su vida con la verdad, mientras él había sido abandonado y olvidado, hizo que su rabia creciera aún más.—¿Y qué hay de mí? —gritó Liam, su voz quebrada por el dolor—. ¿Dónde estabas tú, Joseph, mientras yo crecía sin un padre? ¿Por qué Edward tuvo tu atención mientras a mí me dejabas a mi suerte?Joseph, aún sin saber qué decir, intentó justificar su comportamiento, pero su voz sonaba débil.—Liam... las cosas no eran tan sencillas...—¡No me vengas con eso! —lo interrumpió Liam, su rostro reflejaba el sufrimiento de todos esos años—. No hay excusa para lo que hiciste. Abandonaste a tu familia, a tu verdadero hijo, mientras te dedicabas a cuidar de otro. ¡Y tú, Rita! ¿Cómo pudiste permitir que Edward viviera sabi
Nicol, con una sonrisa de autosuficiencia, extendió un documento hacia Liam.—Me llevaré a Fiore conmigo —declaró, con la satisfacción de quien cree haber ganado—. Este documento prueba que el padre biológico de Fiore es Edward, no tú. Ya no tienes ningún derecho sobre ella.Liam agarró el papel con fuerza, sus manos temblaban de rabia mientras lo leía rápidamente. Su rostro se endureció, y levantó la mirada, clavando sus ojos en los de Nicol, intentando contener su furia. —Esto es una mentira —espetó, su voz gélida—. No permitiré que te la lleves, Nicol. No dejaré que arruines su vida con tus mentiras.Los representantes de servicios sociales se acercaron, intentando calmar la situación, aunque sabían que el conflicto estaba lejos de resolverse.—Señor Donovan, nosotros solo cumplimos órdenes. Este documento es legal, y tenemos que llevarnos a la niña —dijo uno de ellos, tratando de mantener la calma.Liam se colocó entre Nicol y la puerta de la casa, su postura protectora y desafia