A Sophia le costo mucho dormirse, estaba realmente furiosa con su jefe y las ganas de ir a su habitación a seguir discutiendo eran muchas pero sabía que esta vez no lograría que estuviera callado durante tanto tiempo y no terminarían más.

Todavía le costaba creer todo lo sucedido hoy, al parecer la paz mental no entraba en el trato. Siempre pasaba algo que le alteraba los nervios. 

Su viaje para desconectar y pasar tiempo con su tía se transformo en una novela, estaba agotada y todavía quedaba el desayuno y almuerzo.

Se levanto y fue hacia la ventana, las luces y sonidos lograban distraerla pero esta vez solo la alteraban más. Se prometio un día de spa cuando la agenda se lo permitiera. Aunque pensándolo mejor no pensaba consultar la agenda, se tomaría cualquier día y no le avisaría a su jefe, si tres secretarias no le alcanzaban pues Vicente tendría que