Isabella Di’Giotanno.Nos tomamos de las manos, Artemis, Aika y yo, mientras escuchamos recitar:“Aderfí, aderfí se kaló kai se epikaloúmai, páre me sto vasíleió sou, áse me na bo sto vasíleio tis Ekátis”“¿Qué demonios significa eso, Artemis?”Artemis sonríe divertida mientras me responde, “La traducción sería algo como hermana, hermana, llamo tu nombre y te invoco, llévame a tu reino, déjame entrar al reino de Hécate.”“¿Y qué idioma se supone que es?”“¡Griego! ¡Por supuesto!”El viaje hacia el reino de Hécate fue más rápido que el anterior. Llegamos a una casona de tipo colonial oscura, la cual tiene una gran entrada y que es posible leer: “Cuidado a quien traspase estas puertas, porque su alma quedará atrapada en este reino para siempre”“¡Mierda chica! No sé tú, pero yo no entro ahí. No, de ninguna maldita manera.” Observo como Aika se sienta en el suelo sin querer ser movida de ese lugar y luego añade, “Hécate, maldita bruja, ¡puedes besarme mi peludo trasero!”Sonrío a lo que
Isabella Di’Giotanno. Luego del increíble viaje que tuve por los tres reinos de la tríada, mi conciencia vuelve solo para descubrir que estoy en coma. “Aika esto es malo... ¡Esto es muy malo! ¿Cómo demonios nos despertaremos? ¿Hay alguna forma de comunicarse con alguien de la tríada?” “No lo sé, nunca lo he intentado.” “Pues, ¿no crees que es hora de intentarlo?” “Bien, bien, ¡detén tus caballos! ¡Retrocede un cambio, por la diosa!” “¡¡Aika!! ¡Alguien nos está tomando la mano! ¡¡Aika!! Siento que nos están acariciando.” “¿Quieres que intente comunicarme con la tríada o que te escuche? Porque básicamente, ¡aún no aprendo a caminar y a comer goma de mascar a la vez!” “Demonios, pero qué mal genio tienes hoy.” “Perdón, pero hoy no tengo paciencia. Nos separaron de nuestra pareja, mataron a sus padres, murieron muchas personas porque intentaron protegernos. No sabemos si Eric está bien, no sabemos si mamá sobrevivió, y la guinda de la torta, ¡NO PODEMOS DESPERTAR! ¡Déjame en paz!”
Isabella Di’Giotanno.Una vez que desperté, Eric mandó a buscar a todos, los cuales aparecieron a la vez: mamá, Sophia y Marcos. Mis amigos me contaban lo fascinante que fue ver a mi loba matar a todos los picaros al mismo tiempo. Marcos decía que escribiría un libro de acción conmigo como personaje principal y que estaba muy seguro de que sería un best-seller. Me reí mucho con sus ocurrencias.Sophia me contaba lo difícil que ha sido la reconstrucción de la casa de la manda y los trabajos de reforestación del bosque y que Eric determinó que, durante esta semana, todos estábamos de luto, así que las clases estaban suspendidas. Eso le resultaba reconfortante no tener que preparar la tarea de inglés. Siento que los deberes y la escuela son como un sueño lejano.Mamá me contó lo que arrojó la investigación, sobre quién estuvo detrás de los ataques: nada más y nada menos que la familia Abernathy. Jamás creí que Juliette fuera capaz de algo así. Luego del ataque, su familia desapareció s
Isabella Di’Giotanno.Tal como lo supuse, Eric olió la esencia del príncipe Alec en mi mano y casi enloqueció. Sabía que era posesivo, pero en verdad lo vi totalmente enceguecido por los celos.Repetía continuamente que no se la iba a quitar, que esta vez no perdería y que no podía hacer lo que se le viniera en gana, solo por ser un príncipe.Intenté no reírme de la situación, porque solo haría que Eric se enojara más de lo que ya estaba. Aunque, si lo veo fríamente, el príncipe puede hacer lo que se pegue en gana, y las consecuencias no serían tan desastrosas como si las hiciera un lobo ordinario.¿Qué demonios habrá ocurrido entre esos dos? Eric jamás me ha querido contar. La vez que le pregunté, evadió la pregunta. Solo con una buena sesión de besos candentes, su enojo se esfumó. He tenido que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para evitar estar a solas con ambos.Me he quedado en la habitación de mamá por las noches, porque sé que, si paso la noche con Eric, él me marcará. L
¡Diablos! ¡Pero qué rápido es! No puedo creer que me ha tenido las últimas dos horas entrenando MUY duro. Ya decía yo lo mucho que me intrigaba su calidad de entrenamiento, pero ¡Retiro lo dicho! ¡Estas personas están dementes! Me ha lanzado, me ha golpeado y, como si esto no fuera poco, ¡se ha burlado! Es lógico que a Aika y a mí se nos dificulte atacar en forma de lobo, si ella llegó a mi vida hace casi dos semanas y una de ellas estuve en coma. El príncipe Alec dice que no debo confiar en mis dones, ya que son solo la mitad de mis activos. Debo ser capaz de defenderme en forma de humana, como loba, y en última instancia utilizar mis dones. Suena igual que Eric. ¡Genial! ¡Malditos alfas!Cuando cambiamos a forma de lobo, él se quedó en su forma humana. Me explicó que no puede transformarse en su licántropo a no ser que sea estrictamente necesario. Una bestia de 3 metros dentro del óvalo, ¡no es una buena idea! A pesar de eso, me causa mucha curiosidad saber cómo es, escucharlo o
Punto de vista de alguien desconocido.Así que la loba ha salido con vida. ¡Y qué poder tiene! Matar a todos mis picaros de una sola vez. Si solo hubiera sabido que sería una loba convergente la que había nacido. No hubiera desperdiciado a los pícaros. Habría sacado la maquinaria pesada. ¡Pero qué extraordinario ejemplar es! Al verla en plena acción, hizo que mi polla se pusiera dura de excitación. ¡Ja! ¡Me masturbé viendo la clase de destrucción que es capaz de hacer! Mientras lo hacía, me la imaginaba chupándome la polla y yo agarrándole el pelo, follándomela duro, ¡hasta hacerla vomitar mi semen! Y aún no tiene idea el gran poder que alberga. Aún no se imagina lo mucho que puede aportar a mi investigación. Necesito esa loba aquí. ¡Lo antes posible! Necesito estudiarla, necesito ponerle mi… mano encima.De solo pensar en todo lo que haría con ella aquí, mi polla se endurece. Creo que tendré que liberar esta tensión con una de las pícaras. Total, para eso están… para follárselas
Alec Tassara. ¡Me dejó hablando solo! Esta belleza de mujer se atrevió a dejarme hablando solo. Nadie, desde que tengo uso de razón, se ha atrevido a darme la espalda y a dejarme hablando solo. ¡Esta mujer será mi perdición! Acaba de encender una llama que no podrá extinguirse. Y siendo honesto, no quiero que se apague. La veo alejarse de mí a su propio paso, y lo único que quiero es correr hacia ella y abrazarla, suplicarle perdón. ¿Eh? ¿Perdón? ¿Yo? ¿Suplicar? ¡Jamás! Ella será la que me suplicará. Será ella la que me implore que ocupe su cama. Me dirijo hacia los vestidores, y me doy cuenta de que ya no quedan chicas, así que Isabella está sola. Corro y me ducho rápidamente, de modo de estar esperándola afuera para poder aclarar esta situación. No toleraré de que ella sea así de insolente con un miembro de la realeza. No, ella deberá pagar su insolencia. Cuando estoy listo, salgo de prisa y me quedo afuera de los camerinos femeninos en la oscuridad, de modo de observarla salir
Isabella Di´Giotanno.Salí de los vestidores totalmente afectada por lo que sucedió con Alec. Mientras conduzco mi escarabajo, pienso como aún no puedo creer lo que acaba de hacer.Pero creo que lo peor de toda la situación es que me dejé llevar por lo que Alec me hizo sentir. Me gustó.Me gustaron sus caricias, me gustó el contacto de su boca con la mía y como fue capaz de llevarme al límite de la cordura.Me siento culpable y sumamente confundida. Siento una pena que proviene desde mi pecho, y la cual no puedo detener.Aika aúlla en mi cabeza, perdiéndose en la tristeza que sentimos ambas.“¿Por qué Alec actuó así, Isa? ¡No lo entiendo! Creí que de verdad le gustábamos y solo resultó que nos estaba usando. Es tan frustrante.”“Te entiendo tanto, Aika. Yo, de verdad, que le creí. ¿Cómo algo que se sentía tan bien resultó ser tan malo? Debimos haberle hecho caso a Eric. Él nos dijo que nos mantuviéramos alejadas de Alec, porque nada bueno sale de él.”“Tienes razón, Isa. Debimos confi