Punto de vista de Maximus:

Habían pasado tres días desde que los padres de Sarina regresaron al campo, pero era difícil sacar de mi mente su persistente aprobación hacia Jason y su preocupación por él.

Saber que confiaban en ese hombre para cuidar de Sarina mientras ella estuviera aquí se sintió como un cuchillo retorciéndose en mi pecho.

No sabían que yo ya estaba casado con su hija y eso empeoró las cosas.

No podía olvidar lo rápido que Sarina negó que le gustaba cuando su padre le preguntó. Eso me dolió profundamente, especialmente porque me estaba enamorando de ella.

Sin embargo, no podía admitirlo, no ahora, no cuando estaba seguro de que ella no sentía nada por mí. El orgullo me detuvo, aunque me dolía el corazón por decírselo.

Los pequeños momentos íntimos como pareja casada significaron muchísimo para mí. Yo los atesoraba, especialmente cuando sus mejillas se sonrojaban, como si todavía no estuviera acostumbrada a estar tan cerca de mí, incluso después de meses de estar a