Waylon notó el cambio en ella, pero supuso que le parecía tan repulsivo, que simplemente no lo soportaba, y habría estado en lo correcto, porque alguien como Lara no soportaría nunca a alguien como Rowdy, al verdadero Rowdy, no así al que conoció antes, al falso, al mentiroso, al embaucador que solo buscaba endeudarla para luego reclutarla para su negocio sucio después de hacerla su pu*ta personal.Las náuseas la arrollaron y las arcadas amenazaban con hacer una escenita y arruinar el costoso traje de Waylon.— Cariño, no me siento bien, puedes cancelar con Ashley, ¿Por favor? — Ella apenas pudo pronunciar escondiendo el rostro en su pecho.El CEO tomó su rostro entre las manos y observó su extraña palidez preocupándose por ella sin importarle su juego, ni nada más.— Lara, te lo pregunté mil veces, ¿Por qué no me lo dijiste? — Sonando a reclamo.— Waylon, ahora no, en verdad no me siento bien.— ¡Wao! ¿Tienes mareos? ¿Nauseas? Hermanito, a lo mejor ya la embarazaste y no lo sabes… —
En el consultorio del médico privado de Waylon:— Doctor, entonces… ¿Ella está bien? — Waylon preguntó por tercera vez al galeno que apuntaba algo en un récipe médico.— Sí, señor Scott, créame cuando le digo que lo que la señorita tiene es mucha presión, ¿Hay algo que le esté causando tanto estrés? — El hombre levntó la vista del papel en el que escribía.— Deben ser los preparativos para la boda, cariño, es que… ha sido mucha carga… — Lara se apresuró a decir para justificarse delante de ambos.El médico enarcó una ceja.— Puede ser, esta clase de eventos suelen causar mucha tensión por lo complicado de su preparación, sin embargo, señorita, debería delegar funciones y tratar de tomarse todo con soda, o estará mal de los nervios la próxima semana.— Sí, claro, como usted diga doctor…— Sin embargo, voy a recetarle unas vitaminas que no estarán de más, y un oxigenante cerebral que puede ayudarle mucho a evitar mareos y desmayos, pero si sigue sintiéndose mal, debe acudir a la consulta
Los días que faltaban para la boda se pasaron volando, para Lara fue difícil tener que verse con Ashley y la planeadora varias veces en la última semana y fingir que estaba encantada con todo lo que organizaban para la boda, cuando en verdad no entendía la mitad de lo que hablaban, y constantemente tenía que buscar en línea para tener una vaga idea de lo que estaban hablando.Como cuando decidieron el bufé, y ella apenas si entendía que conversaban sobre la comida que se ofrecería en la fiesta.Más de una vez tuvo que asentir y sonreír como estúpida a las propuestas de la morena sin saber a qué carajos se refería, por lo menos ella conocía bien las alergias de Waylon y sabía que no pediría ninguna cosa que le hiciera daño, cosa que ya era ganancia y se conformaba con eso, y con su excelente buen gusto, cosa que no podía negar.También tuvo que llevar todas sus cosas a la mansión, ya Waylon se lo había advertido: “Un par de días antes tendrás que mudarte, algunos eventos se harán en la
Los tres habían entrado al despacho y Walter limpiaba con cuidado la herida del brazo de Lara cuando Rowdy irrumpió en la habitación.— No sabía que estaban aquí… — Dejó salir un poco sorprendido, había intentado abrir la caja fuerte de Walter desde hacía varios días y pensó que esa noche sería fácil tomando en cuenta que toda la servidumbre estaba ocupada y su padre y hermano también estarían cada cual en lo suyo, pero se equivocó — ¡Lara! ¡Te pasó algo? — Fingiendo sorpresa.La mirada de la rubia no fue bonita. Ella trató de disimular lo mejor que pudo, pero Walter era un zorro viejo y lo notó de inmediato. Vio en su expresión la animadversión de la chica hacia Rowdy. Pero no la culpaba, sabía lo antipático y molesto que podía llegar a ser.— No es nada, cuñado, tu padre ya se hizo cargo, es un excelente enfermero — añadió al final realmente agradecida por el gesto de Walter.Si otras fueran las circunstancias, a Lara le habría gustado mucho tenerlo como suegro real, era la viva ima
Lara también había tomado una ducha antes de dormir, se puso un camisón de seda con tirantes que le daba a media pierna, y se deslizó bajo las sábanas esperando poder descansar, pero estaba demasiado ansiosa como para poder pegar un ojo.Del otro lado Waylon continuaba dando vueltas en la cama. La incomodidad por tener más de una cosa atorada en la garganta no lo dejaba dormir. Además, había algo en el aire que no supo identificar, una pesadez como cuando presientes que algo no está del todo bien pero no terminas de saber que es.— ¿Y si me levanto y voy a hablar con ella? — Pensó en voz alta — No debería molestarla, seguro está rendida de cansancio — Girándose por enésima vez hacia el otro lado.Lara escuchó un par de golpes en la puerta y echó una ojeada en su dirección.— Puede pasar… — Respondió incorporándose a medias en la cama.La manilla de la puerta se movió un poco, pero nadie empujó, ella recordó haberle puesto el seguro.— Espere
¡Ring!El teléfono se desarmaba de tanto sonar, Lara salió de la ducha envolviéndose en el albornoz para tomar la llamada, pero al mirar en su pantalla no reconoció el número de teléfono.—¿Si? ¿Diga?—¿Eres Lara Santa Cruz? — Preguntó con prepotencia la mujer del otro lado.—Sí, con ella habla…Los labios teñidos de rojo sangre sonrieron malévolamente antes de continuar.—¡Estoy en la suite presidencial del Crowne Plaza, a punto de que Rowdy me haga suya! — dijo con aire victorioso.¡Lara quedó petrificada en el sitio! Hacía ya un tiempo largo que salía con Rowdy, y hasta ahora le había demostrado que era todo un amor.Se sentía afortunada de que alguien como él fuera su novio. Un hombre guapo y generoso que la había apoyado con los pagos del tratamiento de Teo, su hermanito menor, ella le estaba inmensamente agradecida.Nada de esto podía ser verdad, Lara se negaba a creerlo.—¡Mientes! — Lara bufó sin pensarlo dos veces.Desde el otro lado escuchó la risa chillona y malintencionada
Lara acababa de descubrir que su novio era en realidad un hombre muy rico, y que la había estado utilizando como un vil juguete esperando sacar partido de ella en cualquier momento.Se le partía el corazón en dos al pensar que ella estaba feliz por tener a su lado a alguien como él, lo creyó un caballero, pensó que la amaba y que por esa razón había sido tan generoso con sus aportes a los gastos médicos de Teo, pero en realidad, estaba viéndola como una mercancía en la que se invierte para luego sacar provecho.Lo que más le dolía de todo, era que ella le había abierto el pecho de par en par para contarle sus más íntimos anhelos, el deseo que la había impulsado a venir a América y toda su lucha desde que salió de su nación con el sueño de darle una buena salud a su hermanito que batallaba a diario por su vida con esa terrible enfermedad.La cardiopatía de Teo no le permitía mantenerse sin tratamiento constante, y desde hacía algún tiempo estaba internado en el hospital bajo estricta v
—¿La bestia? — la frase quedó colgada en el aire con la expresión de asombro de Waylon.Lara maldijo por lo bajo, no podía creer que la situación se pusiera más difícil de lo que ya era.Como si ya no fuera suficientemente duro tener que darle su virginidad a un desconocido por dinero, ¡Ahora resultaba que ese desconocido era el bruto que casi la mata la en la mañana!Tragó grueso, seguramente la bestia la echaría como un perro y perdería su oportunidad de ganar ese dinero, y realmente no estaba en posición de obtenerlo de otra forma tan rápida, el niño ya no tenía tiempo.Se aclaró la garganta e inspiró profundo y se acercó a él tratando de verse sensual y deseable, pero terminó haciendo el ridículo.Waylon la miró de arriba a abajo y se cruzó de brazos.—Entonces, ¡Eres prostituta! Quien lo hubiera creído, esta mañana parecías muy digna.Lara levantó la mirada llena de furia. Este animal no tenía la más mínima idea de lo que ella estaba haciendo, ni conocía sus razones.—¡Eres un hi