Hola hola! ¿Qué piensan de los nuevos descubrimientos de Dalila? Los leo! Bso Kika
Lucas—Lucas... Lucas... Oh Dios... estoy tan feliz de que hayas despertado— me decía una voz hermosa y cuando la veía y para mí era como una especie de visión. Mi esposa se veía completamente nerviosa y desvelada, yo me encontraba en lo que parecía ser una habitación de hospital. No sé cuánto tiempo había pasado, pero en cuanto me intentaba mover sentía que me dolía el pecho. —Shhh shhh no te muevas, vas a estar bien, pero tuvieron que hacerte una operación y curarte. Pero ya estás fuera de peligro, lo importante era que despertarás— dice ella sonriéndome colocando suavemente sus manos en mis hombros y ayudándome a acostarme de nuevo. Tiene una apariencia preocupada, pero a la vez... sonríe aliviada cuando la observo —Pensé lo peor Lucas... realmente me diste un gran susto... te ruego no lo vuelvas a hacer. Pensé... que te perdía... —dice triste y yo levanto mi mano con cuidado. Observo que también están vendadas. Pero ella entiende mi intención y se acerca a mí. Acaricia mi rostr
Dalila Yo vivía prácticamente en el hospital yendo de un lado a otro, hablando con los médicos, con Octavio, visitando a Victoria en su habitación, conversando con Owens y con la secretaria de Lucas para que todos estuviera en tema y sin problemas. Había sido un verdadero caos, pero él había despertado, era todo lo que me importaba. Y definitivamente me ayudaba mucho estar atenta y concentrada en otras cosas, así que agradecí inmensamente todo el trabajo que había caído en mis manos. Lucas era un hombre muy trabajador y perfeccionista, pero había tenido la suficiente paciencia para dejarse llevar por lo menos a lo que yo decía y me escuchaba. Yo iba aprendiendo y él indicándome, y creía que él se iba fortaleciendo y yo mejorando con cada día que pasaba. También al ocuparme de tantas cosas, me hacía tener un poco más de libertad y de moverme enfocándome también en mis propios problemas y sin duda uno de los más complicados era lo que había descubierto con el doctor Wilson. Neces
Dalila No sé si para bien o para mal, pero llegan las enfermeras para ver qué había sucedido por el cambio de la respiración y los latidos del corazón de Lucas, pensando que algo malo le había sucedido. ¡Por dios que vergüenza! La enfermera nos mira levantando una ceja. Lucas sonríe prácticamente complacido mientras yo me sonrojo, no deja de tomarme la mano y de verme con amor. —El señor ha mejorado mucho... realmente tiene mucha fortaleza, ha pasado por mucho… pero ya va quedando atrás— dice la enfermera sonriendo mientras lo examina. Mide su tensión y chequea sus medicamentos.—Y una esposa muy dedicada también— agrega él y yo sonrío. Me hace sentirme aún más nerviosa.—Espero que esté descansando así…quizás dentro de poco, se le dará de alta, señor ¿Qué le parece— —Me parece excelente… solo quiero volver a mi vida de siempre en mi casa, con mi bella esposa— responde él, y me derrite. —Muy bien… entonces compórtense bien y les traeremos buenas noticias— dice antes agregar antes
Lucas —Muy bien señor Dantes... debo decir que está en una excelente condición física que lo ha ayudado a recuperarse más fácilmente. Ahora descanse un poco y continuaremos con las terapias en los próximos días— me decía el doctor. El pecho a veces me dolía, pero estaba muy agradecido con haber sobrevivido sin problemas ni males mayores. Victoria estaba bien, mis hombres se habían recuperado o lo harían poco a poco... y mi esposa estaba perfectamente, inclusive mejor que nunca. No había recuperado su memoria pero la veía cada vez más activa y efectiva. —Octavio, ¿estás seguro de que está todo en orden y que ellos no han tomado nada de mi estudio, ni realmente nada de la casa? — —Así es señor... no tuvieron oportunidad de entrar a su estudio, la puerta de seguridad se los impidió y cuando iban a intentar entrar por la ventana usted justamente se interpuso entre ellos— me decía mi asistente. —Rebuscaron en la habitación de usted pero el ensañamiento fue con la de ella— —¿Enton
Lucas —Detective Roberts.... me han dicho que existe la posibilidad de que hayan encontrado alguna prueba que nos ayude, ¿es eso cierto?— pregunto emocionado. Si teníamos avances era un paso más para encontrar a la gente que nos hizo esto. Yo estaba preocupado, todo esto olía a Devon Smith… pero esta gente estaba preparada, era más que una piedra lanzada a mi casa con una amenaza… no estaban jugando. Era algo serio que no se debía repetir.—Así es señor... fíjense aquí... se ve claramente que este señala que buscan un papel, una documentación de la señora Dalila… y dicen que la tiene ella, por eso van a su cuarto y casi lo desarman— explica la detective que había seguido investigando por pedido mío.—Un documento… eso no tiene sentido— Octavio y Owens me ven sorprendidos. —No tiene lugar preguntar a la señora, porque posiblemente ella no lo recuerda— señala mi asistente y es así. ¿Qué papel podría tener ella?Cuando se casó conmigo y dejó Grupo Ferrero, prácticamente no se trajo n
DalilaUnos años atrás—Papá... ¿Me llamabas?— digo entrando a su estudio en la casa. Antes había muchos libros, estaba rodeado de estantes y muchos documentos. Ahora había aparatos médicos para ayudarlo a respirar, medicinas, una silla de ruedas. Él se negaba a muchas cosas, pero las terminaba usando. Yo sabía que estaba en sus últimos días, pero con todo y eso no dejaba de trabajar. Así había sido siempre, él trabajaba día y noche, y al aparecer así había sido desde que mi madre murió. Poco lo veíamos, casi que sabíamos más de él por los periódicos que por nosotras mismas. El gran Fabio Ferrero, CEO y empresario importante de New York. Padre ausente que casi yo desconocía. —Si… pasa Dalila, por favor— me decía. Yo entraba aquí más de niña, intentando llamar su atención, hasta que me di cuenta de que era una molestia y no iba a lograr nada. Al menos que fuera una lista con números, acciones y datos… nada era importante para él. —Quería… hablarte de algo importante. Me han dicho
Lucas —El supuesto doctor Wilson está completamente desaparecido, y con él toda la información que podíamos tener de la salud de la señora Dalila — me decía Owens al teléfono. Era todo particularmente raro, pero qué no lo era en estos últimos días. —El único avance que encontramos es que el auto ni siquiera era del estado de Nueva York, sino que venía del norte. Buscamos al propietario y solo hace poco tiempo había dicho que estaba robado— —Tiene que ser entonces algo de mentira, quizás lo había prestado con otros fines o vendido y solo después de lo que sucedió fue que lo declaró como robado— digo. —Esa es la teoría que también nosotros manejamos. Además de eso había una especie de llavero, un adorno colgado en el auto... — —¿Tienen alguna foto o idea de qué podría ser? — Recibía en mi celular la imagen de lo que parece ser un amuleto pero uno muy particular utilizado en juegos de azar, uno que yo conocía muy bien. Tenía un trébol de la suerte y recuerdo lo que ella me había
Dalila—Entonces es cierto…—dice él, y su cara es de sorpresa y a la vez de angustia, sin duda es una confirmación.—¿Lo sabías? ¿Realmente lo sabías desde hace tiempo?— pregunto aún incrédula. Él parece ahora extremadamente preocupado. —¡No! ¡Por supuesto que no! Me enteré hace poco…— dice.—¡Lo juro Dalila! ¡Por favor tienes que creerme! Te lo suplico… — me insiste. Yo no puedo más.—Yo… yo estaba embarazada cuando sucedió el accidente…y me dejaste ahí… sola, tirada. Yo… perdí ese bebé… nuestro bebé…— digo y sin poder evitarlo me echó a llorar, me acerco a la cama y me siento desesperada, él se acerca a mí y se arrodilla frente a mí, angustiado. —Yo jamás... jamás te hubiese dejado sola y embarazada tal como dices. Me siento el peor hombre del mundo solo con saberlo. Ni siquiera tenía sospechas, puesto que estaba seguro de que se me dificultaba tener hijos y ahora lo confirmé— dice él y ahora yo lo miro aturdida. No puede ser. —¿Crees... que no era tuyo? ¿Crees que existe la posi