Dalila Además de descarada, poco le importa mencionar quién es su especial “patrocinador”. Celeste y yo nos quedamos mirando. Yo pago rápidamente y tomando mi bolsa salimos volando de ahí. —¿Eso fue lo que yo creo que...fue?— me pregunta ella mientras tomamos el primer taxi que conseguimos directo a mi casa. — Todo indica que sí— digo pensativa. —Devon Smith... ¿Y ella?— que alivio me dio escuchar eso y no que era Lucas. Tampoco Carter, no se merece algo así. —Si... no solo está en lo que quedó de grupo Ferrero con Claudia... si no que está completamente metida con esa familia. Jugando a más de un lado— digo yo pensativa. Me despido de mi amiga luego de una tarde realmente exitosa, olvidando mi vestido comprado y pensando en que tengo que hablar con Carter y con Lucas. Mi esposo me había llamado ya varias veces y yo le contestaba con pequeños mensajes. Sé que intentaba no molestarme y que solo quería saber si estaba bien... pero yo no quería enfrentarlo, al menos no toda
Lucas —¿Crees que esto va a funcionar? ——¡Por supuesto que sí! ¿Crees que Mabel está conmigo porque me aprecia o porque tiene interés de algún futuro conmigo? ¿O porque me quiere? Es obvio que está conmigo por interés, me encantaría decir que es la única, pero lamentablemente no es así. ¿por qué crees que admiro tanto tu relación con Dalila? Porque es real y hace tiempo en mi vida, nada es tan real— me dice Carter. Yo tenía ya días rompiéndome la cabeza en cómo demostrarle a ella, que lo que había visto en esas fotos era una cosa totalmente diferente de lo que le hacían creer. Por supuesto que entendía sus dudas, si hubiese sido el caso contrario, yo hubiese estado peor. Y había sido un hombre completamente desdichado, tomando whisky y sintiéndome deplorable, pensando y repensando esos momentos, completamente convencido de que pude haber actuado de otra manera. Ella era infeliz, era mi culpa y eso me amargaba—Además, tú mismo dijiste que la única forma de que ella creyera es esc
Dalila —¿Crees que esas marcas fueron provocadas realmente por Claudia? — me pregunta él. —Lamentablemente, sí, ese día en Grupo Ferrero que ella me atacó... dejó unas parecidas. No he ido al médico, pero todo parece indicar que ya me había atacado así antes y quizás peor…— le digo yo mientras me veo en el espejo con un vestido fantástico. Es exquisito y a él parece encantarle. Él está detrás de mí, admirándome, me abraza por la espalda y me da pequeños besos en el cuello. Las cicatrices están ahí… pero no me afectan. Habíamos tenido unos días maravillosos juntos, se podría decir que estábamos recuperando el tiempo perdido. Había días en donde él salía tarde a la oficina del tiempo que pasamos en la cama. Él se seguía protegiendo para que yo no quedara embarazada y yo aún no había vuelto a traer el tema de tener hijos, sabía que yo no tenía problemas para concebir, quizás era él… pero tampoco había hablado de mi aborto. Seguramente era una cobarde pero estábamos en una burbuja
Dalila —Es ridículo esto. Si es posible es la peor situación para ellos, puesto que ambos han invertido en esa empresa fraudulenta. Grupo Ferrero está en peores condiciones que nunca— decía Lucas viéndolos con rechazo. —Están realmente unidos... haciendo un frente contra ustedes, sin duda. Yo me imaginaba que tenía algún tipo de relación con Claudia, que posiblemente la estaba usando. Y Claudia pues... andaba con varios hombres pero pareciera que estaba buscando cuál era el mejor partido para sacarle dinero y también para que manejara la empresa... bueno lo que le queda de empresa— decía CarterYo no sabía ni qué pensar. No podía salir de mi asombro, de que el hombre con el que yo estaba comprometida no hace mucho se iba a casar con mi hermana. Que fueran tan cínico y descarado para hacer todo esto —¿Estás bien mi amor? Pareces haber visto un fantasma... ¿Te afecta de alguna manera verlo con ella? —me pregunta Lucas en voz baja, viéndome con preocupación. Yo niego rápidamente —No
Dalila Hace un par de años atrás Ernest Smith era él sin duda alguna el hombre al que todas miraban cuando llegaba a la oficina. Era el hijo de Devon Smith y solía venir algunas reuniones de vez en cuando. Y paralizaba este pobre lugar con su presencia ¿Como no verlo? Para ser honesta, todas las chicas en la oficina nos lo quedábamos viendo, era imposible no verlo. Era alto, muy rubio, con gran porte y excelentemente bien vestido. Uno de los solteros cotizados de New York. Exquisito, sexy, divertido, el chico con onda y famoso de la ciudad. Es un sueño Ernest Smith, esa era la verdad. Y yo pues… nadie me veía. —Les voy a decir que cada vez luce mejor, y sin duda que es un gran partido porque tiene mucho dinero — escucho decir a una compañera. —Su padre tiene intenciones de tomar la ciudad y tener un puesto político importante, ¿se imaginan si algo así como la reina de Nueva York si fueran su novia?— dice otra. —Dicen que varias herederas importantes se lo pelean…— Él era esp
DalilaEra como si todo ese recuerdo me viniera de repente. Ernest y yo besándonos, tal cual sucedía ahora. Pero yo no podía pensar en eso en este momento, tenía que alejarme de aquí, pues estaba convencida de que corría peligro. Sin contar que la situación me asqueaba.—¡Suéltame! ¿Cómo se te ocurre tocarme? — gritó desesperada y lo empujó. Él se viene hacia mí y yo me defiendo prácticamente con uñas y manos, entramos en un forcejeo, en el que yo voy directamente a su cara y rasguño su mejilla. Lo escucho gritar e inmediatamente, me empuja y yo choco contra la pared jadeando. —¡Bruja! ¡Maldita mujer!— dice él tocándose la cara y debe sentir ardor porque inmediatamente deja la herida. No es profunda, pero lo suficientemente molesta como para que me haya dejado. —¡No se te ocurra volver a tocarme! ¡Eres un desgraciado, aprovechado... y jamás volveré a estar de tu lado! ¡Ya he visto quién eres y no me cansaré hasta verte acabado!— grito yo con furia, con una emoción que prácticamente
Lucas —La señora está muy preocupada ——Sí, me he dado cuenta y le he preguntado ya varias veces y no me da una explicación diferente. Pasan tantas cosas a la vez Octavio, que la pregunta debería ser ¿de qué no está preocupada? ——Es muy cierto, sin embargo... es necesario que esté tranquila. La salud de ella es primordial, sobre todo después de ese accidente— me dice Octavio y yo le sonrío. Me da satisfacción que todos se preocupen tanto por ella. Victoria la acompaña siempre que ella se lo pida, Octavio no la pierdas de vista y siempre está dándole tés, y comida. Todos en los servicios de la casa son atentos con ella, y mi esposa trata con amabilidad y consideración a todos. Pero en vez de consentirla y tenerla en casa, me di cuenta de que lo que ella necesitaba era estar ocupada, puesto que así no pensaba en todo lo que nos caía encima: eso que encontramos en el auto, los misterios en Belle Harbor, Claudia, Ernest y Devon con sus amenazas... y toda la cantidad de porquería que h
Dalila —Necesito que me prometas, que vas a estar tranquila con esto ¿Okay? Probablemente, esas acusaciones de que estás involucrada en temas ilegales de Grupo Ferrero es mentira y solo quieren asustarte, quebrarnos, como siempre — —Pero saldremos adelante... — le digo yo y él me da un dulce beso. —Así es... ¿Seguro que no quieres que te acompañe al doctor? Tengo miedo de que te dé alguna noticia desesperante por las cicatrices... y te sientas mal—me dice él con amor. —Estoy segura de que voy a poder con todo pero gracias por preocuparte por mí — respondo y con un último beso nos separamos. Afortunadamente, Owens estaba en Belle Harbor haciendo algunas averiguaciones y no me iba a acompañar a New Jersey para mi consulta. Lucas se había sorprendido bastante de que hubiese elegido un médico lejos, pero yo lo había logrado convencer de que era un doctor importante que manejaba mucho este tema y en general él parecía querer complacerme en todo y no puso muchas objeciones. Yo bási