— Bueno Elena estamos aquí, te escucho. — Sabes que he estado leyendo todo lo relacionado con todas las empresas que la familia dispone, también algunas grandes acciones en algunas empresas muy conocidas. He encontrado una en particular que ha llamado mi atención, la empresa no es nuestra pero tenemos un gran porcentaje de acciones en él que son administradas por un familiar. Bernardino Amato. Filippo solo asentía pero no había emitido palabra alguna con respecto a lo que le estaba comentando. Lo estaba pensando, quería saber qué opinaba de ese negocio, además aún no había expuesto mis verdaderas dudas por lo que seguro él quería escuchar el cuento completo. — Filippo no quiero ser la mala de la historia, pero teniendo en cuenta que las personas que van detrás nuestro tienen un buen arsenal y son personas con recursos. Quiero descartar la idea de la posibilidad de que esta gente se estuviera abasteciendo justamente de un negocio familiar. — Yo no creo que seas la mala de la histor
— ¡Elena! Ay hermana no tienes idea lo feliz que me hace verte. ¿Cómo está el inútil de mi cuñado? — No le digas de esa forma, sabes muy bien que la ha pasado muy mal estos días, se aburre tanto que si lo descuidamos es capaz de arrojarse del techo al suelo. — Si quiere lo puedo ayudar. — Lo miro con el ceño fruncido porque es capaz de hacerlo. — Estoy haciendo un chiste, cómo crees. Descuida hablaré con él y veo si lo alegro un poco ¿Tú que harás? — Por favor, creo que le vendrá muy bien charlar con alguien más que no sea las mujeres de esta casa, Filippo está muy ocupado atendiendo los negocios que no puede tomarse mucho tiempo para él. Y bueno yo… tengo que hablar con Dimitri, necesito pedirle algo. Yuri era un hombre muy perspicaz que siempre sabía leerme mejor que nadie, sabía que estaba ocultando algo y también estaba consciente que Alessio no sabía nada sobre lo que estaba tramando. Estaba preocupada por las interminables preguntas, pero para mi sorpresa él solo me abrazó y
Pude darme cuenta por la cara de sorpresa que había puesto que no se lo había esperado para nada, pero lo grandioso de todo fue como su rostro pasó de la sorpresa al enojo en un segundo. Estaba más que claro que no le había agradado para nada la idea de una auditoría en estos momentos. — Disculpe señora D’Angelo, pero en ningún momento me ha llegado la notificación de que se haría una auditoría por parte suya. Como sabrá no estamos en condiciones debemos de preparar los libros que necesita y muchas otras cosas más. A mi parecer resultaría mejor que volviera dentro de una semana. ¿Este sujeto acaso creía que yo era una tonta? Estaba muy equivocado si creía que me largaría así porque sí. Me acerqué a él con un paso firme y con la mejor cara de “No estoy jugando” que mi hermano me ha enseñado a hacer cuando debía de demostrar que realmente hablaba en serio. — Mire señor Amato, no necesito notificarle absolutamente de nada. Si es mi decisión o la de mi esposo venir a realizar una audi
— ¿Está ahí dentro? — pregunto a Verónica que me mira con unos ojos muy abiertos y con la boca entreabierta sin saber cómo modular para responderme. — Mujer, te acabo de preguntar algo. — Disculpe señora, el señor Amato está en su oficina pero no se encuentra solo. Están con él unos señores que no se ven muy amigables y — se acerca un poco más a mí para susurrarme en el oído — Señora, esos hombres tienen armas, las ví que llevaban en la cintura. ¡Mierda! Ya sabía que este hombre llamaría a la caballería pero creí que me enfrentaría cara a cara, al parecer solo era un cobarde. — Escúchame Verónica, te necesito alerta y muy concentrada. Quiero que les digas a todos en este piso que vayan saliendo lo más calmado posible y sin hacer barullo, no queremos que esos hombres salgan ¿Entendiste? Vayan afuera y quédense ahí, tengo gente que subirá a hacerse cargo. — Si señora, ¿Llamo a la policía? — pregunta y al negar yo con la cabeza sin apartar la mirada de sus ojos — Entiendo, como lo de
— Tu hermano nos matará si algo llegara a ocurrirte, me matará porque sabíamos que la posibilidad de que ocurriera esto era alta. — No dejaré que te diga nada, esto fue idea mía y mira lo que he logrado en la primera. Él y Filippo llevan investigando esto desde hace mucho más tiempo y no lograron nada. Mi hermano deberá de guardarse toda su rabia porque tenía razón y pretendía echarle en cara todo eso. Habían buscado pistas por todas partes y siempre se encontraban con paredes o simplemente personas que no eran tan importantes para dicha organización, pero en la primera que me decido en investigar sin embargo encuentro algo realmente bueno. Desmantelar su distribuidora de armas era un paso realmente importante porque era una pérdida muy significativa para ellos. Una pérdida que sin lugar a dudas les dolería y les afectaría muchísimo porque las armas que utilizaban para atacarnos justamente provenían de este lugar. Lo que realmente llamaba mi atención era la necesidad de callar a B
El plan parecía un poco loco pero había sido idea de Yuri por lo tanto podría esperarse buenos resultados. Como carnada debía llamar la atención de este sujeto, desafiarlo utilizando su debilidad en su contra, pero resultaba que su debilidad era su mejor cualidad. Su ansia por la adrenalina, la sangre y los enfrentamientos. No sería fácil pero podía lograrlo, yo sé que sí. Después de lo que me contó Filippo acerca de cómo enfrentó a Bernardino Amato como toda una mafiosa entrenada, supe que mi esposa no me había dicho muchas cosas de su vida como hija de un pakhan. Recordé la vez que la fuimos a rescatar, la ferocidad con la que había luchado. No la había reconocido de inmediato en aquella oportunidad, porque la mujer que conocí a las afueras del teatro había sido alguien delicada, dulce y muy pacífica. Al contrario de aquella noche cuando la fuimos a rescatar una mujer con garras fue quien había conocido. A pesar de no tener la certeza de poder defenderse para salvar su vida y sal
— Bueno Elena, creo que tu día de aventura ha terminado, mereces ir a descansar y luego seguimos conversando.Mi hermano tenía razón, por lo menos por hoy quería dejar atrás todo lo ocurrido con esos sujetos lo único que esperaba hacer era descansar. Estaba muy exhausta, la verdad el enfrentamiento me dejó rendida y sentía que cada segundo que pasaba mis músculos se agarrotaban cada vez más. — Creo que tu hermano está en lo cierto, debes estar muy cansada. Vamos al cuarto ¿Quieres? Yo también necesito una siesta. Nos despedimos de Yuri y Filippo, Dimitri me aparto por un momento nuevamente para decirme que mientras descanso él revisará algunas de las cosas que trajimos de las empresas. Documentos, libros de cuentas y demás, además luego de lo ocurrido era necesario una investigación interna para poder lograr atrapar a más involucrados si es que los hay. Alessio me acompañó hasta el cuarto que estábamos ocupando por el momento, apenas entramos fuí directo hasta el baño para una duch
Irina. Las cosas se habían puesto un poco locas ese día, nadie quería decirme nada pero lo sabía, algo andaba muy mal. Me había percatado de la ausencia de Elena durante todo el día desde que Yuri y Dimitri habían llegado a la casa. Había querido sacar información de Filippo pero me fue imposible, él mismo tenía la cabeza partida en miles de pedazos que estaba como loco. ¿Qué habría hecho esta vez mi amiga que los tenía tan desesperados? Me había dado cuenta que también Dimitri había desaparecido, por lo tanto podía asumir que se encontraba con Elena. Cuando en un momento fui a buscar a Yuri se encontraba hablando con Alessio de lo más bien, los había estado observando con atención un buen rato pero de un momento a otro Filippo se acercó a ellos y se llevó consigo a Yuri. Alessio parecía muy tranquilo y no lo notaba para nada preocupado, entonces creí que sería algo relacionado con la empresa. Traté de calmar mis nervios y me dediqué a velar por la casa y que estuviera funcional,