Tatiana mira muy fijamente, al misterioso hombre que la llevo hasta el hospital. Él por su parte, la observa con mucha aprehensión y de inmediato Tati le dice: —Creo haberlo visto, de alguno lado antes. —Así es muchacha, tú y yo nos conocemos muy bien—velozmente el señor, arranca su bigote postizo y desordena su cabello—soy yo Tatiana Salvatore DiNozzo. —¿Qué? Es una broma—musita Tatiana con asombro. —No es una broma, estoy vivo regrese de la muerte, a poner orden en mi familia y a encarar a Mónica—expone Salvatore sin mesura. —Usted miente señor, yo misma fui al funeral, del señor Salvatore DiNozzo. Me está asustando—se muestra Tatiana muy incrédula. —Tranquilízate muchacha, mi intención no es asustarte, tú te cruzaste en mi camino repentinamente. Iba a tu boda con Marlon. Extraño a mis hijos, concebí que era el momento de volver del mas allá. —Sigo sin entender nada. —Ya te contaré todo Tatiana. Te agradezco, por haberle devuelto a la constructora DiNozzo, lo que le correspon
Días después... Constructora DiNozzo. Llegan Tatiana, con el señor Salvatore y lo oculta muy ágilmente, de la vista de todos. —Ya voy a hablar con Aníbal, para que converse con sus hijos, hoy es un día muy importante—apunta Tatiana con entusiasmo. —Hoy es el gran día Tatiana. Mi corazón, late a máxima velocidad. —Por favor cálmese, no se alteré. No le vaya a dar, un infarto fulminante. —Gracias Tati, eres tan buena, Estaban hizo un gran trabajo contigo, como padre. —Esperé acá, ya vuelvo por usted—se persigna Tati y se dirige, a la oficina de Aníbal. No hay nadie fuera, porque lo que entra sin ser anunciada. —Hola Aníbal, buen día. —Tatiana, días sin verte ¿Todo bien con el bebé? —Si Aníbal todo está bien, necesitaba alejarme de todo, para poner en orden mis ideas. —Me imagino, quiero que sepas, que no te juzgo por lo que le hiciste a Marlon, aunque no estuvo bien, sigues conservando mi afecto. De igual forma, tu hijo es parte de mi familia—expone Aníbal inmediatamente. —G
Olvidan por instante, todos los roces y errores cometidos. Se internalizan juntos en una inmensa alegría. La emoción los invade hasta las lágrimas. Sin embargo, Aníbal quiere una respuesta para la siguiente pregunta: —Es inverosímil creer, que estuviste oculto, tanto tiempo y nos engañaste, perfectamente a todos. De seguro tuviste un gran aliado, dime papá ¿Quién te ayudó y de paso, te mantuvo informado de todo lo que hacíamos? —Eres bien perspicaz y curioso Aníbal, en eso eres idéntico a mí. Y si tuve un gran aliado. —¿Quién papá? —pregunta Marlon con asombro. —Pierre Pinott. —¿Qué? ¿Hablas en serio? Hasta dude de Mara—enfatiza Aníbal. —Ya lo demás lo saben, se los mencioné hace rato. La traición de Mónica, junto con el desfalco que realizó Erick, eso me devastó y entre en una profunda depresión y tristeza. Pierre me mantuvo oculto, en una sus propiedades en Florencia y desde allí, puede descansar y alejarme de tanto tormento—expone Salvatore con mesura. —Vaya papá, lo que me c
Mansión DiNozzo. —Buen día hijo, tengo entendido que vivías sólo—menciona Salvatore a Marlon con asombro. —Pues ayer, me quedé con Erick aquí en la casa, nos pusimos a platicar y se hizo tarde para ir a casa—explica Marlon, desde que se separó de Tatiana, decidió irse a vivir solo. —Me gusta mucho, que por fin se lleven como hermanos. A pesar de lo que pasó con Tatiana. —Por favor, no me la menciones. —Marlon tú no eres, de los que guarda rencor. —Así es papá, sin embargo, lo que me hizo Tatiana no tiene perdón. —Te sugiero, que hables con ella y arreglen las cosas, la verás muy seguido es la propietaria de Benzina, nuestra constructora aliada—apunta su padre con sensatez. —Lo sé papá y puedes que tengas razón, es mejor sanar heridas y avanzar cada uno con su vida. —Ese es mi hijo, mi buen Marlon. —¡Que falta me hiciste todo esté tiempo papá! —exclama Marlon con afecto. Repentinamente baja Mónica y se queda patitiesa al ver a Salvatore, presume enseguida que es un fantasma y
Constructora Benzzinca. A la mañana siguiente, llega Marlon de sopetón a la oficina de Tatiana, quién había llegado muy temprano a trabajar. —Buen día Tatiana—la mira con mucho recelo y se muestra con serenidad. —¿Marlon, te puedo ayudar en algo? —Si Tatiana, viene a que me expliques, porque me dejaste plantado y albergaste falsas ilusiones en mí. Por lo visto, le aprendiste muy bien a Erick—reclama velozmente, y suelta todo lo que tiene reprimido en su interior. —Lo siento, por favor perdóname. No fue mi intención lastimarte créeme—se excusa Tatiana. —Discúlpame, por compararte con Erick—rectifica Marlon su actitud. —Descuida, es el dolor que habla por ti y no tus sentimientos—se muestra Tati comprensiva. —Seguramente. Pero, ya quiero pasar la página, de mi historia contigo la cual, tuvo un triste final al menos para mí. —Se cómo te sientes, sólo te pido que no me odies. —Poco a poco, te olvidaré y seguiré adelante, el hablar con mi padre me hizo mucho bien—asienta Marlon.
Constructora Benzzinca. Al no hallar la respuesta que buscaba con Aníbal, de inmediato Mónica se refugia en su retoño preferido. —Erick tienes que ayudarme. Tu padre resultó ser un ingrato. —¿Cuál de los dos? —pregunta Erick en tono jocoso. —Salvatore. —Ah caray, ya el viejo por lo visto te desterró de su vida. —¿Me estás prestando atención Erick? —Claro madre ¿Qué quieres haga por ti? —realmente Erick, continúa pensando en la mujer latina o en la marroquí. Conociéndolo, su distracción tiene nombre de mujer. —Que me ayudes, y que hables con Salvatore rápidamente y de paso necesito dinero, para ir al cirujano. —¡Oh por Dios! —exclama Erick ante su petición. —¿Ah que no adivinas las ocurrencias de tu padre? —¿Cuál de los dos? —Salvatore Erick, ya deja el relajo. —Ja, ja, ja resulta muy divertido el tener dos papás—apunta Erick carcajeándose. —Quiere que trabaje, para vivir yo una mujer de alta sociedad, trabajar como una asalariada más. Se volvió completamente loco. —Bueno
Meses después. En los días venideros, ya inaugurarán la posada de Pierre en Venecia, en la cual se trabajo día y noche con mucho entusiasmo. Por su parte, Tatiana está próxima en dar a luz a su hermosa niña. La cariñosa Tatiana, traerá al mundo a una bebé muy sana. Mónica la madre de Erick, es ahora la nueva recepcionista de la constructora Benzzinca. Esa fue la solución que halló Erick a sus problemas, por lo que no le quedó de otra sino aceptar. Salvatore DiNozzo, por otro lado, no estaba dispuesto en ceder antes sus chantajes emocionales y no tuvo más opción que firmar el divorcio. Ahora es Mónica Bertuccine, una mujer divorciada y de paso asalariada. Todos se preparan, para la gran recepción que hará Pierre, en su restaurante para celebrar la culminación de la excelsa obra. Y luego partirán formalmente a Venecia, Tatiana será la gran ausente, con su embarazo ya avanzado apenas si puede caminar, por lo que solo los acompañará a la recepción de esta noche. A Erick por lo visto las
Oficina de Tatiana. Ya la piñata está a punto de reventar, los malestares están haciendo estragos en ella. Sin embargo, aun así, se dispone a trabajar. Ingresa Erick, repentinamente y Tatiana lo mira se reojos. —¿Cómo vas Tatiana? ¿Cómo está mi hija? Erickita—menciona sonriendo. —Ni sueñes que se llamará así—señala Tatiana con mucha seriedad. —Es mi hija también y tengo derecho a ponerle el nombre. —¿Qué se te ofrece Erick? —pregunta Tatiana, ante que se desvié del tema. —Vine a verlas, ¿acaso no puedo? —Estamos bien—responde con reserva. —Sabes algo Tatiana esto de la paternidad, aunque me sigue pareciendo extraño. No obstante, concibo que me gusta. Y más cuando tengo el presentimiento, que esa niña será idéntica a su padre. —¡Ni lo mandé Dios! —exclama Tatiana espantada. —Piensa lo del nombre—sugiere Erick. —No tengo nada, que pensar mi hija tiene uno, el cual le puse yo. —Nuestra hija—apunta Erick velozmente. —Lamentablemente así es. —Por lo visto, jamás me perdonarás