Rápidamente, Tatiana ingresa a su casa, sube su habitación y se sienta en la cama, con la prueba de embarazo en la mano, mirando a su horizonte con mucha angustia. Ambiciona, que sus sospechas sean ficticias y que, todo sea una falsa alarma. Traer un niño a este mundo, en medio de la inestable condición, que se halla con Erick, no sería lo más recomendable, para ella en este momento. Aprovecha, que su madre fue al mercado, por unas cosas para el almuerzo, ya que no ve el carrito de compras por ningún lado. Se interna en el baño, aprovechando la soledad en su hogar y se dispone, a realizar la prueba casera. Minutos más tarde, sale del baño y deja la prueba, de lado a la espera del resultado. Repentinamente llaman a la puerta, comprueba quién es por el ojo mágico y es su mejor amigo Matías, quién va a visitarla aprovechando, que no se encuentra Esteban. —Hola primor, hace ratito vi a tu madre entrar al mercado, me invitó almorzar y pues, aquí estoy—se carcajea Matías ante su comentar
—¡Oh por Dios Matías! Esta situación, se torna contradictoria desde ya—manifiesta Tatiana, con los ojos llorosos. —Ay querida, ve el lado positivo, un hijo es una bendición—busca Matías de darle ánimos. —¿Cómo le diré la verdad a mis padres y a Erick? —sigue Tatiana muy consternada. —Pienso en tu papá y posiblemente, le dé un infarto cuando se enteré. —No digas eso, me haces sentir peor. —Tatiana por Favor, ya eres toda una mujer. No puedes sentirte, así por el hecho de tener un hijo. Obviamente, si no te cuidaste saldrías embarazada ¿Lo hiciste apropósito, para mejorar la raza? —apunta Matías un comentario satírico. —Esto es serio Matías. —Huy lo siento, primor. —Más que mi papá, me preocupa cómo, vaya a reaccionar Erick—sigue poniendo a su galán, en primer lugar. —Me imagino, que también se desmayará. —Por ahora, no mencionaré nada de mi embarazo. —Por Dios, Tatiana tu barriga crecerá, es mejor que digas la verdad ahora. Y si es por dinero, eres la dueña de la constructora
Llega Tatiana, muy sigilosamente a su casa, de repente se enciende la luz y de inmediato, entra en pánico. —Ay mamá me asusto, pensé que era papá—reacciona Tatiana, con los nervios de punta. —Necesito hablar, muy seriamente contigo Tatiana Lagos—la mira su madre, con mucha seriedad. —¿Qué ocurre mamá? ¿Por qué me habla así? —se maravilla Tati enseguida. —Ven conmigo, vamos a la cocina aprovechando, que tu papá se durmió. Se dirigen juntas, a la cocina y Tatiana se halla, muy extrañada por la tónica de su madre. —¡Estás embarazada! Y no me mientas, que esta prueba lo confirma —va la señora Amanda directo al grano y le muestra, la prueba casera que, Tatiana inconscientemente había olvidado en el baño. —¡Rayos! —exclama Tati. —¿Quién es el padre Tatiana? —pregunta su madre, sin miramientos. —Por favor, mamá no quiero hablar de eso. —Pues tendrás que hacerlo, no te dejaré ir a tu cuarto hasta, que cuentes toda la verdad. Donde quedaron tus modales Tatiana y todo, lo que se te ens
Días después… Oh la bella Venecia, declarada patrimonio cultural de la humanidad. Su particular geografía así, como su milenaria historia, hace que ese lugar, sea uno de los más, impactantes y populares del mundo. —Este lugar es un sueño—expresa el apuesto, magnate Pierre Pinott, al llegar a la mágica cuidad. —Es muy hermoso, tu posada será todo éxito—indica Tatiana. —Claro que sí, y más siendo tú, quien llevas las riendas, de este ambicionado proyecto. Eres tan eficiente Tatiana—elogia sus aptitudes. —Gracias Pierre. —¿Y quién es el caballero que te acompaña? —Es mi mejor amigo Matías. —Ya veo—sonríe Pierre al percatarse, de cómo Matías es realmente. —Esta congeniando, muy bien con tu asistente—señala Tatiana, al ver la confabulación que, existe entre ambos. —Al igual, que lo hizo Erick—manifiesta Pierre y Tatiana, se pone muy seria de inmediato. —¿Son ideas mías o te pusiste celosa? —Seguro son ideas tuyas—trata rápidamente, de disimular su enojo. —¿Me permites un consej
Tatiana se internaliza en el trabajo, se toma muy en serio su labor, mientras que Benjamín la acompaña por los terrenos, donde se ejecuta la obra y repentinamente, siente un pequeño mareo: —¿Tati te sientes bien? ¡Estás muy pálida! Ven sentemos—indica Ben y la mira muy fijamente. —Si ya estoy bien. —Si quieres, puedes ir al hotel a descansar un poco. —No, estoy muy bien Ben—se levanta y sigue con su trabajo. Por su parte, Ben la mira con rareza. A la obra se incorpora Pierre, para constatar con van los avances de su posada. Enseguida se le arrima a Tatiana: —Todo está quedando de maravilla, ya en unos meses, el proyecto estará culminado. —Sí, todo marcha a pedir de boca. —¿Sola ejecutas todo? ¿Dónde está tu jefe? Si se le puede llamar así—arquea Pierre el entrecejo al referirse a Pierre. —No lo sé, seguro está por llegar. —Mira que, irresponsable no entiendo a que ha venido. Seguro a figurar, patiquines como ese sobran en este mundo—Tatiana lo mira de reojos. —Seguro tuvo un
Tatiana y Pierre, se dirigen juntos a embarcarse en una góndola, la toma de la mano y la ayuda a subir. Una vez instalados, comienza la conversación: —Ahora sí Tatiana, ¿me vas a decir, que es lo que tanto te atormenta? —Estoy embarazada—imprime Tati sin miramientos. Pierre, por su parte no se perturba, sino se conmueve. —Que grata noticia, felicidades querida. Maravilloso—la felicita velozmente—No entiendo tu angustia. —Son muchas cosas Pierre, a las que tengo que afrontar, por mi embarazo—manifiesta su congoja. —Ya me imagino ¿Se trata del padre de tu hijo? —pregunta Pierre. Sin embargo, intuye de quién se trata. —Sí y también está mi padre, me matará cuando se entere—responde Tati. —Entiendo, el siciliano es extremadamente conservador, supongo que te imaginó de blanco, entrando a un altar y sueña, con verte felizmente casada. —Así es. —No te aflijas que, ni has nada malo y, por tu padre no te preocupes, de unos cuantos ladridos no pasará—ambos se sonríen. —Gracias por tus
Ingresa Pierre, atormentado a su lujosa habitación y se tumba, inmediatamente en la cama, está a punto de colapsar mentalmente, tiene los nervios de punta, por lo que evidenció en Erick. Rápidamente se levanta, quita su camina y se mira, al espejo musitando: —Dios mío, no puede ser que Erick, tenga la misma marca que, caracteriza a la dinastía Pinott. Será él mi hijo, esta vez debo de actuar, con mucha cautela, para hallar una pronta respuesta—la dudas y la incertidumbre, lo acobijan intempestivamente. Toma el teléfono y pide, un servicio especial de whisky a la habitación, ya que siente que lo precisa. Por otra parte, llama a Dina de inmediato. Para que, lo ayude con lo que, tiene en mente: —Querida, en treinta minutos nos vemos en el lobby. —Perfecto—responde ella, acuciosamente y cuelgan la llamada. Al cabo de unos minutos, llega el joven mozo con la bebida que ordenó, sin mesura coge la botella y se la empina. El chico, queda maravillado y le dice: —Permítame y le sirvo señ
Se han regresado todos a la capital italiana, Esteban esperaba con ansias, a su hija y está llega de sopetón. —Tatianita hija, cómo te extrañe—la abraza y la chequea completamente—Tatiana estás más gordita, para el pico hija—menciona con gracia y su madre, quién conoce toda la verdad traga saliva. —Estoy exhausta, pero fue un buen viaje—manifiesta Tati. —¿Cómo está Pierre? —Ese fue a su pent-house papá. —Supongo que, no te dejo a solas con Erick, ¿verdad? —pregunta con recelo y Tatiana lo mira de reojos. —Ya viejo, no atosigues a la niña—rápidamente interviene su cariñosa madre. —Gracias mamá, me voy a descansar. —En un rato subo mi amor—apunta Amanda. De inmediato, Esteban le menciona a su mujer: —Vieja Tatiana está rara, no se la veo distinta—intuye algo extraño en ella. —Tú siempre viendo, cosas raras en donde, no las hay Esteban. —¿Me ocultan algo? —Por Dios Esteban—frunce Amanda el ceño. —Lo siento querida, con los años me estoy volviendo paranoico. —No nos hemos da