Alexa
Ha sido maravilloso sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, me ha hecho sentir viva de nuevo, aun me siento en una nube del orgasmo que me ha dado con sus dedos. Ha sido muy intenso.
A pesar que siento mis piernas desfallecer, sus fuertes brazos me sostienen. Sus caricias no paran. Siento en mi vientre la señal que está completamente excitado.
—Mon amour, Je te veux tellement —sigue susurrando Pierre en mi oído mientras sus manos siguen acariciándome—. No puedo esperar para estar dentro de ti.
—Hay demasiada ropa entre nosotros, Pierre.
Mis manos fueron directo a los botones de su camisa, mientras se los desabrochaba nos miramos a los ojos, tenía un pecho perfecto, mis manos le acariciaron, mientras él lanzaba un gruñido de placer, la camisa cayó en el piso, nuevamente su boca estaba sobre la mía, mientras sus caderas y
Tomé un taxi, accioné como una autómata al darle la dirección de donde quería ir, y cuando volví en mí, estaba frente al edificio donde vivías Cass, miré el reloj, apenas eran las ocho de la noche, ¿cómo había pasado tanto en tan poco tiempo?, me deje llevar, fue mi única respuesta.Bajé del taxi y me encaminé hacia el apartamento, aún estoy aturdida por todo lo que había pasado, entro y el portero me saluda, le correspondo y me dirijo al ascensor, miro mi aspecto en el espejo, me arreglo el cabello y trato de alisar mi ropa, me siento nerviosa y alterada.Toco el timbre y oigo los pasos de Cass y el ruido de la puerta al abrirse.Cass me mira y enseguida se da cuenta que algo no va bien, me conoce demasiado.—Alexa, ¿qué pasó?, ¿qué tienes? —abre la puerta y me deja pasar.Entro
PierreQuedarme desnudo en medio de mi oficina no era una opción, no era lo que tenía en mente, pero sucedió. Ver a Alexa vestirse me dejó paralizado, quería retenerla, pero no sabía cómo. No me dejaba hablar, la veía recogiendo su ropa y caminar de un lado a otro mientras hablaba, ¿se sentía arrepentida? ¿Algo le habría molestado?Aunque sentí su entrega, su cuerpo fundirse con el mío, su boca recibiéndome con pasión desenfrenada, no puedo explicar qué le pasó simplemente salió de la oficina dejándome desconcertado.No podía correr detrás de ella, aunque quisiera. La vi demasiado turbada.Me vestí rápidamente, quería salir de la oficina. Todo allí olía a ella, me fui directo al Club, necesita despejarme
Ver salir a Pierre de la oficina de esa manera generó un silencio extraño, la primera en romperlo es Cass con una estruendosa carcajada.—Vaya que el francesito salió mandón —dice Cass riendo.Yo aún sin poder articular palabra, miro a Cass con fijación y de repente estallo en carcajadas como una loca, me río tanto que se me salen las lágrimas.Cass, quien al principio se me quedó mirando con extrañeza ante la reacción, se une a mí, y reímos ambas como hace tanto tiempo que no lo hacíamos.—Si el francés ha logrado hacerte reír de esa manera, es mi nuevo héroe —dice Cass riendo aún.—Ciertamente es un mandón —digo—. Y no va a ser tu héroe Cass, simplemente me causó gracia su actitud, no hagas rollo de la nada.—Sí, claro —dice Cass eleva
Despierto con calor, y todo el cuerpo adolorido, sonrío al recordar toda la lujuria y pasión desenfrenada que tuve con Pierre, nos dormimos muy tarde, su mano descansa en mi cintura y estamos enrollados con las piernas, necesito ir al baño, pero no quiero despertarlo, se ve realmente hermoso dormido.Me fijo en el reloj de la mesa de noche, son las seis de la mañana, trato de zafarme con delicadeza, pero me agarra con más fuerza apretándome más hacia él, me río en silencio mientras lo observo. Sus facciones relajadas me llenan de tranquilidad y de un extraño sentimiento, amanecer a su lado ha sido toda una experiencia.—En la vida no hay nada más gratificante que despertarse siendo observado por una hermosa mujer —me habla con los ojos aún cerrados.Yo me carcajeo ante su ocurrencia.—Buenos días —contesto.—Buenos días, m
Ya casi es la hora de la cena, ordeno todo y voy a refrescarme, quiero estar lista para cuando llegue Pierre, aún pienso en la llamada, espero me cuente.A mi celular llega un mensaje, al verlo sonrío, es Pierre que me anuncia que ya está en el estacionamiento esperándome. Le contesto rápidamente que ya lo alcanzo.Bajo con rapidez para encontrarme con él, al verlo no puedo evitar correr a sus brazos en un impulso, realmente me emociona verlo, el me recibe con los brazos abiertos y me da un apasionado beso no apto para menores de edad, un beso donde siento que me entrega el alma y yo le correspondo.Cuando nos separamos nos falta el aire, ambos reímos y el primero en decir algo es él—¿Me extrañaste?—Tanto como tú —le digo con coquetería.—Vamos, que una suculenta cena nos espera, mon amour.Nos montamos en el auto y el trayect
Pierre Haberle contado a Alexa parte de mi vida fue revelador hasta para mí, no me había abierto nunca con nadie en ese sentido, ahora me sentía más relajado con respecto a ella, veía como a través de mi relato ella mantenía interés y curiosidad, cuando al fin terminé, esperaba cualquier reacción de su parte menos el silencio.Un silencio que tensaba el ambiente, ella se veía en shock, empecé a preocuparme por lo que le dije:—Dime algo, Alexa, por favor —la angustia se reflejaba en mi voz.Alexa me veía a los ojos de una manera que pareciera que quisiera traspasarme, nuestras miradas se conectaron como si quien realmente hablara fuera el alma, no sé si fueron segundos, minutos u horas, pero había algo en ella que me decía que quería decirme algo importante también, esta
AlexaDesperté desorientada, por un momento no recordé donde estaba, y mi cuerpo se tensó inconscientemente. La calidez del cuerpo de Pierre en mi espalda me calmó enseguida. Su abrazo se hizo más fuerte, acercándome más a su cuerpo, ¡como si fuera posible!, sus manos empezaron un suave y lento recorrido por mis muslos, que hizo que toda mi piel se erizara.Sentí una oleada de deseo, una sensación placentera recorría mi vientre y me hizo gemir. Mi cuerpo se movía en círculos contra su piel. Su miembro duro rozaba mis nalgas, sus manos recorrieron mis pechos, los masajeaba con firmeza, mis pezones estaban tan duros que dolían, las ansias de tenerlo dentro de mí se hicieron más fuertes, mi cuerpo se movía en sintonía con sus caricias, mientras su boca recorría mi cuello con devoción, hacien
AlexaNos levantamos temprano. Cass me ayuda a terminar de arreglar las maletas. Juntas hicimos el desayuno. Son las diez de mañana cuando llega Pierre, come con nosotras, me importa mucho la interacción con la que es mi hermana de vida, con alegría veo que se llevan bien, bromean y quedamos que al volver iremos al Club y ella puede invitar a quien quiera, a Cass se le iluminan los ojos y yo ya me imagino a quién está pensando invitar, sus ojos llenos de picardía se cruzan con los míos y nos soltamos a reír.Pierre, que no comprende mucho, nos mira y sólo se alza de hombros, —¡cosas de chicas! —Bufa y nosotras seguimos riendo.Nos despedimos sin más, Cass recuerda que la llame al llegar y le cuente cómo va todo, yo sólo asiento.Hicimos unas cuantas diligencias más. Cerca de las dos de la tarde pasamos p