Fue solo un pequeño gesto, pero Alexander se percató. Rápidamente pulsó el botón para levantar la mampara del coche que separaba al chofer del espacio trasero. Sin esperar el consentimiento de Lily, levantó su pie herido y lo colocó sobre su regazo. Con la luz interior encendida, pudo ver que el tobillo de Lily estaba rojo e hinchado.

Alexander frunció el ceño ante lo que vio y preguntó: “¿Cómo te puedes lesionar tan fácilmente?”.

“¿Cómo voy a saberlo?”, respondió Lily en voz baja.

Era como si fuera frágil cuando lo único que tenía era una ligera torcedura. Alexander fue quien causó esto, o más bien, la forma en que Edward condujo el coche.

“Tus huesos están bien. Solo tienes que aplicarte un poco de crema cuando volvamos. No camines tanto durante estos días”. Alexander llegó a esa conclusión después de revisar su pie.

“¿Sabes cómo revisar lesiones?”. Lily se sorprendió.

“Revisar simples moretones y torceduras no es difícil”. Alexander levantó la cabeza para mirarla y su ceño s