Lily permaneció en el laboratorio toda la tarde, y apenas tuvo tiempo incluso para beber agua. Era una trabajadora muy entusiasta y bloqueaba todas las distracciones externas cuando estaba absorta en su trabajo.

Lily solo se dio cuenta de que ya había anochecido cuando alguien llamó a la puerta del laboratorio, instándola a irse. La tarea era más difícil de lo que esperaba, y había calculado mal el tiempo que necesitaría.

Jenny le había dado tres días, y Lily hizo sus planes de acuerdo con sus hábitos en el viejo laboratorio. No había tenido en cuenta que no podría quedarse hasta tan tarde como deseaba.

Tenía que irse a tiempo, ya que nadie tenía permitido pasar la noche en la empresa, con excepción del personal de guardia. Después de todo, había una preocupación por la confidencialidad de la información. Solo se le permitía estar en este laboratorio, por ejemplo.

Lily se quitó el abrigo, el gorro y los guantes antes de lavarse las manos varias veces. Ya eran más de las ocho y el