A Lily le dolía la cabeza cuando se despertó. Abrió los ojos y vio su entorno familiar, pero aún se sentía somnolienta. La delgada manta que cubría su cuerpo se había caído y el aire tenía un matiz de dulzura.

‘¿Caminé mientras estaba dormida?’.

Recordaba haber comido y bebido con Jenny y Olivia en el restaurante, pero se preguntaba qué habría pasado después. Todo estaba borroso. Por un lado, tenía cierta impresión, pero por otro su memoria no era muy vívida.

Se sintió mareada cuando puso los pies en el suelo e intentó levantarse. Después de permanecer un rato de pie, intentó sentarse de nuevo. Solo entonces se sintió mejor.

“Estás despierta”. Alexander salió de la cocina y vio la situación. Aún no estaba seguro de si estaba sobria o a punto de empezar otra ronda de desvaríos de borracha.

“¿Me… me trajiste a casa?”, preguntó Lily con incertidumbre con una mano en la sien.

“Tu asistente te trajo a casa”. Alexander se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta. “Casualment