Antes de que Melanie pudiera suspirar con alivio, sintió que la cargaban y la colocaban en la mesa detrás de ella. Entró en pánico al recordar los consejos del médico. Intentó detener a Frank empujando contra su pecho. ¡Frank, espera, no podemos!”.

“¿No podemos?”. Su rostro sonriente se ensombreció de inmediato. “Mel, ¿cómo puedes simplemente dejarme después de haberme usado? No lo olvides. ¡Todavía me necesitas!”.

“¡No! No es que intente evitarte. Es solo que...”. Melanie aún lo necesitaba, así que no podía hacerlo infeliz. Se mordió el labio y decidió decirle la verdad: “Estoy embarazada, así que no puedo...”.

Un destello de sorpresa brilló en los ojos azules de Frank, pero entonces recordó: “¿Del Señor Hall?”.

Melanie asintió: “El médico ha dicho que mi embarazo no es muy estable, así que no es mi intención rechazarte, pero debes saber que tengo mis razones”.

Después de escuchar su explicación, Frank finalmente la soltó. Parecía que había perdido el interés en continuar. “¿Está