“Hay otras formas en las que puedes ayudarme”. Frank puso sus manos en los hombros de ella y la giró con fuerza. “¡Siempre puedes intentar algo creativo!”.

“¿Algo creativo?”. Melanie estaba confundida, pero comprendió a qué se refería cuando se encontró con su mirada astuta.

Le disgustaba solo pensar en eso, pero no quería hacerlo enojar, así que intentó razonar con suavidad: “Frank, si tan solo tuvieras un poco más de paciencia, ¡conseguiré a alguien hermosa de la industria! ¿Qué hay de tus compañeras de trabajo? ¡Podría llevarte allí! Todavía tengo náuseas matutinas, así que sería un lío y...”.

Antes de que pudiera terminar, Frank la agarró por el pelo y le tiró bruscamente de la cabeza hacia atrás. “¡Basta de tonterías! ¿Qué tiene que ver tu embarazo conmigo? ¿Acaso el bebé es mío? ¡Mel, deberías saber que no puedes jugar conmigo! ¡No olvides que aún me necesitas para que te ayude a ganar tu campeonato de fin de año!”.

Él la miró de forma amenazadora. “Deberías sentirte ho