Antes de que Melanie pudiera terminar sus palabras, Frank aflojó su agarre sobre ella, dejándola ir. Sin embargo, su rostro mostraba un claro disgusto.

Verlo con esta expresión hizo que Melanie se sintiera aún más ansiosa que antes. “Lo siento, Frank. Yo...”.

Él se volteó para mirarla. El borde de sus gafas reflejaba una luz escalofriante, y su mirada era fría. “Mel, te dije que debes satisfacerme si quieres que tus sueños se hagan realidad. Así no eres divertida, ¿sabes?”.

Él encendió un cigarrillo mientras hablaba. Luego dio una calada y exhaló, el humo los envolvió, difuminando su rostro de la visión de ella. Hacía que su perfil lateral pareciera misterioso. El cielo también se estaba oscureciendo, así que Melanie no podía salir del coche e irse de allí por su cuenta.

Además, había hecho muchos sacrificios a estas alturas, así que, ¿cómo podía parar ahora? Se mordió el labio y consideró la situación.

Luego, dijo suavemente: “No te enojes, Frank. Tenía dudas de hacerlo porque f