Él sintió que algo sospechoso estaba sucediendo, pero la actitud de Melanie no parecía diferente.

Echó un rápido vistazo a su alrededor y vio que el teléfono de ella sobresalía de su bolsa, que se había caído a un lado de la cama grande. Nathaniel se acercó rápidamente y lo cogió después de echar un vistazo a la puerta cerrada del baño.

La contraseña de la pantalla de bloqueo no se había cambiado, así que accedió a su WhatsApp sin ningún problema y localizó el número de Frank. El chat estaba vacío, sin ningún mensaje. Luego miró la galería, otros mensajes de texto y los registros de llamadas, pero todo parecía normal. Nathaniel revisó todos los lugares probables, pero no encontró nada fuera de lo normal.

¿Acaso estaba pensando demasiado?

Nathaniel se sentía confundido. Justo entonces, dejó de escucharse el sonido de la regadera. Él se apresuró a apagar el teléfono y volvió a guardarlo en la bolsa. Al darse la vuelta, vio a Melanie salir en pijama.

“¿Por qué te vestiste tan rápido