Su cuerpo se congeló al instante. Melanie quería liberarse inconscientemente, pero oyó la voz de Frank resonando en sus oídos: “¿Te gusta el lugar?”.

Su acento se escuchaba un poco extraño, pero le recordó a Melanie quién era y que no podía ofenderlo. Ella mantuvo su cuerpo firme y se dejó abrazar por él, sin atreverse a moverse. Su cuello se congeló mientras asentía: “Por… por supuesto que sí”.

“¿Quieres... tenerlo todo?”, volvió a preguntar Frank.

Esta vez, Melanie respondió de forma mucho más gentil y rápida: “¡Sí, claro que sí!”.

‘¡Qué genial sería eso!’.

Su único deseo en la vida era ascender al escalón más alto de la sociedad, ser una esposa rica, ser mimada, disfrutar de la gloria y no tener que volver a sentir dolor. Melanie sentía que su círculo social determinaba su importancia, y el único al que podía aferrarse era Nathaniel. Sin embargo, pensó que era una buena inversión y que seguramente tendría éxito algún día.

Vio cómo MN Inc. se iba expandiendo poco a poco y sinti