Melanie estaba lista, pero no recibió ninguna llamada de Frank. Melanie pensó que algo no cuadraba, así que fue directamente a la habitación de Frank a buscarlo. Después de llamar al timbre durante un buen rato, nadie respondió a la puerta. En su lugar, llamó la atención de un trabajador del hotel. “¿Puedo ayudarla, señorita?”.

“Estoy buscando al Señor Moreau. No contesta. Me preocupa que le haya pasado algo”, dijo ella con preocupación.

“Oh, el Señor Moreau se fue hace media hora”, respondió el trabajador con una sonrisa.

“¡¿Se fue?! ¡No, eso es imposible!”. Melanie no podía creer lo que había oído. “Acordamos ir juntos, pero aún no me ha llamado. ¿Cómo pudo… ?”.

De repente, algo le vino a su mente, y su corazón empezó a acelerarse. ‘¿Acaso fue porque rechacé a Frank? No, eso no puede ser. ¿Acaso no dijo que no lo forzaría si yo no quería? ¡No puede haberme dejado plantada porque lo rechacé!’.

Puede ser que el comité organizador hubiera invitado a Melanie al evento, pero nada pod