Jenny se sorprendió por un momento. Miró a Lily con atención y dijo: “Bueno, si estabas enojada, no se te notaba”.

Lily se rio entre dientes. “No tengo por qué mostrarlo. Además, estamos representando a la empresa en un evento tan importante. ¿Por qué me alteraría por alguien como ella? No estoy loca”.

“¡Jaja!”. Jenny se rio ante lo que dijo.

“Aun así, no tiene sentido enojarse. Como dice el viejo refrán, la venganza es un plato que se sirve frío. No tengo prisa por obtener mi venganza. Quiero ver quién es la última de nosotras que queda en pie”, dijo ella con indiferencia.

Asintiendo pensativamente, Jenny comprendió mejor a Lily y la apreció aún más.

“Tengo una pregunta…”, dijo Jenny con vacilación. Parecía una pregunta difícil.

Lily levantó las cejas y respondió: “Claro, adelante”.

Ella también consideraba a Jenny como una amiga a estas alturas. Sabía que Jenny había sido dura con ella en el pasado debido a la desconfianza y a la aversión instintiva hacia los ladrones y trai