Él le levantó la mano y le plantó un beso en el dorso.

Plas, plas.

El público estalló en aplausos mientras Melanie retiraba la mano inmediatamente. La mayoría de la gente solo pudo ver el beso que Frank le plantó en la mano, pero también le había lamido la mano. Fue breve, y él le soltó la mano al instante. Fue como si nunca hubiera ocurrido.

La zona que él había lamido y besado le ardía. Era una sensación de cosquilleo, como la lengua de un gato. Eso hizo que su corazón le diera un vuelco.

Las mejillas de Melanie se sonrojaron, pero no se atrevió a exponer lo que él acababa de hacer delante del público. Ella sonrió y bajó la cabeza tímidamente, actuando como si todos los elogios que acababa de recibir la avergonzaran.

Solo Lily entrecerró los ojos hacia ellos y miró a Melanie con una sonrisa de satisfacción. Lily estaba demasiado lejos para darse cuenta de lo que Frank había hecho, pero basándose en la reacción de Melanie, sabía que no se debía a los elogios que había r