UN DÍA DESPUÉS.
Sophia se sentía destrozada.
La noticia de la fallida boda con Lucas y las acusaciones falsas de infidelidad, por parte de este, que se habían difundido por los medios la habían dejado en un estado de shock.
Se preguntaba cómo había llegado a esta situación y cómo podía recuperar su reputación.
Fue entonces cuando Noah llegó a casa.
Sophia no lo sabía mucho sobre él, pero en el poco tiempo que llevaba de conocerlo le parecía un hombre amable y servicial. Por lo que, cuando él se acercó y le preguntó qué le sucedía, ella decidió contarle lo que había escuchado y visto en las noticias que circulaban por todos los medios de comunicación y redes sociales.
—No te preocupes, Sophia, yo me encargaré de eso. Tú no tienes que hacer nada que estar tranquila —le aseguró con una encantadora sonrisa, que dejaba a la vista una perfecta dentadura.
—No sé si puedo confiar en ti, Noah. Acabo de conocerte —dijo Sophia con voz temblorosa.
—No te culpo por sentirte así, Sophia —respondió Noah ensanchando su sonrisa—. Pero te prometo que haré todo lo que esté en mi poder para ayudarte a aclarar las cosas y para que recuperes tu reputación.
Sophia pensó en sus palabras y decidió darle una oportunidad.
—Está bien —suspiró—. Al fin y al cabo, no creo que pueda ir peor. Pero ¿cómo piensas hacerlo —preguntó, preocupada.
—En serio, no te preocupes. Yo me encargaré. Tú solo entrarás en escena cuando yo te lo diga.
—Pero…
—Ya verás que funcionará. —Sonrió—. Tengo un plan en mente —aseguró Noah con confianza—. Tengo varios amigos en los medios que pueden ayudarnos a desmentir esas mentiras, además, tú harás tu parte. Por favor, confía en mí, aunque no sea tarea fácil.
Sophia se sintió aliviada al saber que no estaba sola en esto. Pero todavía sentía un nudo en el estómago cada vez que pensaba en todo lo que estaba pasando.
¿Cómo había llegado a esa situación?
***
Charles, el padre de Noah, quien estaba al tanto del reciente matrimonio de su hijo con una mujer que no conocía, se sorprendió al ver que esa tal «Sophia» había estado a punto de casarse con Lucas Smith.
El ex prometido de aquella muchacha había dado una gran cantidad de entrevistas, en las cuales había pintado a Sophia como una mujer sin escrúpulos que lo había dejado plantado el día de su boda para casarse con Noah por su dinero y por su posición social.
Por ello, completamente furioso de que aquella mujer fuera su nuera, decidió presentarse en la casa de su hijo para hablar con él sobre su reciente esposa.
Por la tarde, Sophia se encontraba en casa cuidando de Liam, cuando, de pronto, el timbre de la vivienda comenzó a sonar con insistencia.
Sophia frunció el ceño y miró a Liam, antes de alzar la cabeza al ver que Noah pasaba junto a la habitación, camino a la planta baja.
Sin perder tiempo, Sophia se acercó a las escaleras y preguntó:
—¿Qué sucede? ¿Quién es?
La respuesta de Noah no se hizo esperar:
—Es mi padre… —Acto seguido, Sophia escuchó como Noah saludaba a su progenitor—. Buenas tardes, papá, ¿cómo estás? No esperaba que vinieras tan pronto.
—¡Oh, no! —exclamó Sophia en voz baja mientras miraba su atuendo—. ¿Qué hago ahora?
Hacía una hora que se había disfrazado de pony para entretener al pequeño Liam, y no lo había recordado hasta ese momento.
Rápidamente, se encaminó hacia la habitación del niño y, mirándolo con cariño, le dijo:
—Cielo, ahora tengo que cambiarme, porque ha llegado tu abuelo. ¿Puedes esperarme aquí?
Liam la miró con fijeza y respondió a su pregunta con una sonrisa y un suave asentimiento de cabeza.
Sin perder ni un segundo, le devolvió la sonrisa, salió del cuarto y se encaminó hacia su habitación para cambiarse de ropa a toda velocidad.
Cuando terminó de alistarse y maquillarse, inspiró profundo, intentando tranquilizarse, y salió de la habitación.
Al llegar a las escaleras, se acomodó la chaqueta negra que se había colocado y se irguió en toda su altura, antes de bajar.
Cuando bajó las escaleras, dobló a la izquierda y se adentró en la sala de estar.
—No puedo creer que te hayas casado con una cualquiera —oyó que decía Charles, mirando fijamente a Sophia.
Sophia se sintió incómoda ante la mirada de Charles, pero intentó mantener la calma.
—Lo siento si le he dado esa impresión, señor —dijo ella con voz suave haciendo que Noah se girara hacia ella—. Sin embargo, puedo asegurarle que jamás le haría daño a Noah y a Liam. No me he casado con su hijo por el dinero, si es que cree en lo que dice mi ex prometido.
—Papá, te aseguro que no es como crees —aseguró Noah, defendiendo a su esposa—. Todo lo que has visto en la televisión y lo que has leído en la presa no es cierto. Lucas es un hombre celoso y obsesivo que no puede soportar que Sophia lo haya dejado plantado en su boda, por eso mismo está tratando de dañar su reputación. No es más que una venganza. Te aseguro que Sophia era una mujer honesta y trabajadora.
Charles hizo una mueca de disgusto, evidenciando que no creía demasiado en las palabras de su hijo.
—Papá, en serio, debes creerme —dijo Noah con convicción, a pesar de que apenas conocía a Sophia—. Ella es una mujer maravillosa, la mejor que he conocido en la vida. No podría estar más feliz a su lado —afirmó.
Charles suspiró y se pasó las manos por el cabello.
—No lo sé, hijo —suspiró—. Todo esto es muy difícil de creer.
—Entiendo que pueda parecer extraño, señor —dijo Sophia con una sonrisa amable—. Imagino que no es nada fácil para usted procesar que su hijo se haya casado, de un día para otro, conmigo, pero le aseguro que es tal y como dice Noah. Yo no tengo ninguna intención oculta para con su hijo. Lo único que quiero es ayudarlo todo lo que sea posible. Además, Liam es un amor.
Charles se dio cuenta de que Sophia era una mujer fuerte y decidida.
Aunque le costara comprenderlo, no podía juzgarla solo por lo que había leído en la prensa.
—Bueno, quizás te he juzgado demasiado rápido —repuso Charles, luego de unos cuantos segundos de silencio—. Pero, aun así, necesito estar seguro de cuáles son tus intenciones. No puedo permitir que mi hijo y mi nieto sufran. Por eso, quiero que se casen de manera oficial, en una boda tradicional.
Noah y Sophia se miraron el uno al otro, sorprendidos por la petición de Charles.
Tras unos segundos de vacilación, ambos asintieron.
—Está bien, papá —dijo Noah y sonrió—. Déjanos que lo hablemos y pronto te daremos una respuesta más segura.
Mientras tanto, en la mansión de los Jones, Sophia se encontraba furiosa con el móvil contra su oreja.—¿No se les puede pedir nada? —preguntó con los dientes apretados—. No me importa. En serio que no me importa ninguna de tus excusas, Martins. Te encargué una única tarea y ni tú ni tus hombres han sido capaces de cumplirla. Quedarán suspendidos por un mes. —El hombre, al otro lado de la línea, se quejó—. No, Martins, no me vas a convencer. Solo tenías que atrapar a Sophia, a una muchacha debilucha que no te podría hacer frente… —Escuchó atentamente, mientras alzaba las cejas—. ¿Qué? ¿De qué estás hablando? —Frunció el ceño—. Está bien, ahora lo veré, pero la suspensión sigue en pie —sentenció y cortó la comunicación.—¡No puedo creer que hayan fallado en su única tarea! —gritó mientras golpeaba el escritorio con su puño cerrado.Lucas, quien se encontraba con Emily en el despacho de la mansión, se acercó a ella en su silla de ruedas y preguntó:—¿Qué vamos a hacer ahora?Emily lo mi
UN MES DESPUÉS. El día de la boda.Lucas estaba sumamente preocupado. Que Sophia se hubiera casado con Noah Williams había hecho que la ira fuera en aumento.En ese instante, se encontraba en la oficina de Emily, debatiendo sobre qué podían hacer.Sin embargo, por muchas vueltas que le diera al asunto, no lograban hallar una solución factible.—¡No puede ser! —exclamó Emily con los ojos desorbitados mientras miraba su teléfono móvil.Lucas alzó la cabeza y suspiró.—¿Y ahora qué pasa? —preguntó con el ceño fruncido.Realmente, estaba sumamente harto de recibir una mala noticia tras otra. Y, por el rostro de Emily, no le cabía dudas de que esta era una más.—Sophia... —murmuró la mujer en un susurro apenas audible.—¿Y ahora qué sucede con esa zorra? —preguntó con los dientes apretados.—Se va a casar —respondió con furia.—¿Por eso reaccionas así? Ya lo sabíamos. Pensé que habías visto algo nuevo —dijo y succionó sus mejillas.Emily lo fulminó con la mirada.—¿Y si te digo que se va
—En serio, Lucas, ¿qué crees que estás haciendo? —exclamó Sophia, su voz temblorosa y cargada de dolor.Sus ojos, llenos de lágrimas, reflejaban la profunda herida que sus palabras le habían causado.Lucas mantuvo la mirada fija en Sophia, una mezcla de frustración y determinación en su rostro. Con una media sonrisa, respondió con voz entrecortada:—Contar la verdad, Sophia. Ya no puedo seguir ocultando la realidad.Sophia se sentía aturdida, con el corazón roto por las palabras hirientes de Lucas.Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, su voz apenas un susurro cargado de desesperación:—No puedes hablarme así, Lucas. No merezco ese trato. Si alguna vez me amaste, por favor, detente.El pequeño Liam, quien había permanecido en silencio durante toda la conversación, se acercó a Lucas en un instante, movido por la intensidad del momento.Con una mezcla de ira y tristeza en sus ojos, su mano temblorosa buscó algo, cualquier forma de aliviar el dolor de Sophia. Pero sus palabra
Noah tomó bruscamente la mano de Sophia, sintiendo cómo temblaba violentamente.Sus ojos ardían con una mezcla de amor y rabia mientras sostenía entre sus dedos un pequeño estuche, como si contuviera el peso del destino.Con manos temblorosas, lo abrió revelando un hermoso anillo, una joya ahora teñida de sombras.—Sophia —dijo Noah con voz entrecortada, sintiendo un nudo en su garganta que amenazaba con sofocarlo—. Esta noche, quiero hacerte una promesa. Quiero que este anillo sea el símbolo de nuestro amor y compromiso eterno. Pero también quiero que sepas algo más... —respiró hondo, sus ojos en llamas clavados en los suyos—. Los edificios en los que se encuentra la fundación, son míos y, con esta unión, ahora también son tuyos.—¿De qué estás hablando? —preguntó Sophia, su voz llena de incredulidad y temor, sus ojos dilatados como platos.—Así es, tan impactante como suena: poseo todo, y ahora, como marido y mujer, también son tuyos.Sophia quedó petrificada, su mente luchando por
UNA SEMANA DESPUÉS DE LA BODA.El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, Sophia se encontraba sentada en el sofá, absorta en sus pensamientos, mientras Liam jugaba en el suelo con sus bloques de construcción.—Mamá, ¿puedo hacerte una pregunta? —preguntó Liam con una expresión curiosa en su rostro.Sophia, quien aún no se acostumbraba a que Liam la llamara «mamá», miró al pequeño con ternura y asintió.—Claro, cariño. ¿Qué quieres preguntarme?Liam frunció el ceño, intentando encontrar las palabras adecuadas para su pregunta.—¿Por qué no duermes en la misma cama que papá? —inquirió con curiosidad infantil.Sophia se sorprendió por la pregunta. A pesar de su corta edad, siempre lograba captar detalles que otros pasarían por alto.—Bueno, Liam, mamá y papá decidimos tener habitaciones separadas porque cada uno necesita su propio espacio para descansar —explicó, tratando de simplificarlo para que él pudiera entender.El pequeño asintió, pero sus ojos brillaban con una chispa de dete
Sophia se encontraba en su despacho revisando algunos documentos cuando una noticia impactó su mundo.Rumores maliciosos habían comenzado a circular acerca de la fundación, sembrando dudas y desconfianza entre los colaboradores y los accionistas clave.La sombra de la sospecha se cernía sobre ella y sobre la obra que tanto había luchado por mantener, luego de que su padre le cediera el poder sobre las fundaciones.Con el paso de los días, Sophia vio cómo varios colaboradores, cegados por los rumores, dejaban de brindarle su apoyo.Por otra parte, los accionistas más poderosos habían comenzado a mostrar una actitud hostil y a cuestionar su liderazgo.Sophia se encontraba ante una encrucijada, enfrentando la posibilidad de ver cómo todo lo que había construido se desmoronaba frente a sus ojos.Noah, consciente del peligro que acechaba a Sophia, dado que ella lo había hecho partícipe de la noticia, decidió abordar el problema.De inmediato, consciente de que tenían que hacer algo, Noah l
Cuando el empresario se marchó, Sophia se giró hacia Noah, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y confusión. Había una mirada inquisitiva en sus ojos mientras esperaba una explicación convincente.—¿Qué haces aquí? —Estaba visiblemente sorprendida.—Te seguí —respondió Noah, sin rodeos—. Y me alegra haberlo hecho, de no haber sido así… no lo sé… —Tragó saliva.—¿Por qué me seguiste? —inquirió la mujer.—Liam te extraña mucho y pues… —contestó, tragándose para sí que él también la extrañaba, y suspiró—. Además, veo que necesitabas ayuda.Sophia se sentía abrumada. Si no podía cuidar una fundación por sí sola, ¿cómo pensaba que podría cuidar de Liam?—Noah —comenzó a decir con voz temblorosa—, si no puedo cuidar la fundación por mi cuenta, ¿cómo puedes esperar que me haga cargo de Liam?—Sophia —dijo Noah con ternura—, créeme que te entiendo, entiendo tus dudas y temores, pero te aseguro de que eres más fuerte de lo que piensas. Has demostrado tu valentía y tu determinación al pr
Al despertar, Noah lo hizo con una sensación de desorientación total.Al abrir los ojos, no comprendía muy bien dónde estaba, hasta que su mente, poco a poco, comenzó a procesar la información, recordando cómo había llegado hasta allí.La imagen borrosa y los sonidos le indicaron que había perdido el conocimiento y, en ese momento, se encontraba en un entorno que le resultaba sumamente incómodo.Con esfuerzo, intentó recordar cómo había terminado allí y por qué había perdido el conocimiento, sin embargo, su mente estaba completamente nublada.Mientras luchaba para recobrar la claridad de su mente, su mirada se posó en Sophia, quien, en cuclillas, abrazaba a Liam y lo mecía con suavidad.Una suave sonrisa se formó en su rostro mientras observaba aquella acogedora escena.Sin embargo, la imagen de Sophia meciendo a su hijo, además de reconfortante y cálida, despertaba aún más los recuerdos que lo habían llevado a perder el conocimiento.A medida que se despertaba por completo, un nuevo