Capítulo 4 – ¿Y Noah?

UN DÍA DESPUÉS.

Sophia se sentía destrozada.

La noticia de la fallida boda con Lucas y las acusaciones falsas de infidelidad, por parte de este, que se habían difundido por los medios la habían dejado en un estado de shock.

Se preguntaba cómo había llegado a esta situación y cómo podía recuperar su reputación.

Fue entonces cuando Noah llegó a casa.

Sophia no lo sabía mucho sobre él, pero en el poco tiempo que llevaba de conocerlo le parecía un hombre amable y servicial. Por lo que, cuando él se acercó y le preguntó qué le sucedía, ella decidió contarle lo que había escuchado y visto en las noticias que circulaban por todos los medios de comunicación y redes sociales.

—No te preocupes, Sophia, yo me encargaré de eso. Tú no tienes que hacer nada que estar tranquila —le aseguró con una encantadora sonrisa, que dejaba a la vista una perfecta dentadura.

—No sé si puedo confiar en ti, Noah. Acabo de conocerte —dijo Sophia con voz temblorosa.

—No te culpo por sentirte así, Sophia —respondió Noah ensanchando su sonrisa—. Pero te prometo que haré todo lo que esté en mi poder para ayudarte a aclarar las cosas y para que recuperes tu reputación.

Sophia pensó en sus palabras y decidió darle una oportunidad.

—Está bien —suspiró—. Al fin y al cabo, no creo que pueda ir peor. Pero ¿cómo piensas hacerlo —preguntó, preocupada.

—En serio, no te preocupes. Yo me encargaré. Tú solo entrarás en escena cuando yo te lo diga.

—Pero…

—Ya verás que funcionará. —Sonrió—. Tengo un plan en mente —aseguró Noah con confianza—. Tengo varios amigos en los medios que pueden ayudarnos a desmentir esas mentiras, además, tú harás tu parte. Por favor, confía en mí, aunque no sea tarea fácil.

Sophia se sintió aliviada al saber que no estaba sola en esto. Pero todavía sentía un nudo en el estómago cada vez que pensaba en todo lo que estaba pasando.

¿Cómo había llegado a esa situación?

***

Charles, el padre de Noah, quien estaba al tanto del reciente matrimonio de su hijo con una mujer que no conocía, se sorprendió al ver que esa tal «Sophia» había estado a punto de casarse con Lucas Smith. 

El ex prometido de aquella muchacha había dado una gran cantidad de entrevistas, en las cuales había pintado a Sophia como una mujer sin escrúpulos que lo había dejado plantado el día de su boda para casarse con Noah por su dinero y por su posición social.

Por ello, completamente furioso de que aquella mujer fuera su nuera, decidió presentarse en la casa de su hijo para hablar con él sobre su reciente esposa.

Por la tarde, Sophia se encontraba en casa cuidando de Liam, cuando, de pronto, el timbre de la vivienda comenzó a sonar con insistencia.

Sophia frunció el ceño y miró a Liam, antes de alzar la cabeza al ver que Noah pasaba junto a la habitación, camino a la planta baja.

Sin perder tiempo, Sophia se acercó a las escaleras y preguntó:

—¿Qué sucede? ¿Quién es?

La respuesta de Noah no se hizo esperar:

—Es mi padre… —Acto seguido, Sophia escuchó como Noah saludaba a su progenitor—. Buenas tardes, papá, ¿cómo estás? No esperaba que vinieras tan pronto.

—¡Oh, no! —exclamó Sophia en voz baja mientras miraba su atuendo—. ¿Qué hago ahora?

Hacía una hora que se había disfrazado de pony para entretener al pequeño Liam, y no lo había recordado hasta ese momento.

Rápidamente, se encaminó hacia la habitación del niño y, mirándolo con cariño, le dijo:

—Cielo, ahora tengo que cambiarme, porque ha llegado tu abuelo. ¿Puedes esperarme aquí?

Liam la miró con fijeza y respondió a su pregunta con una sonrisa y un suave asentimiento de cabeza.

Sin perder ni un segundo, le devolvió la sonrisa, salió del cuarto y se encaminó hacia su habitación para cambiarse de ropa a toda velocidad.

Cuando terminó de alistarse y maquillarse, inspiró profundo, intentando tranquilizarse, y salió de la habitación.

Al llegar a las escaleras, se acomodó la chaqueta negra que se había colocado y se irguió en toda su altura, antes de bajar.

Cuando bajó las escaleras, dobló a la izquierda y se adentró en la sala de estar.

—No puedo creer que te hayas casado con una cualquiera —oyó que decía Charles, mirando fijamente a Sophia.

Sophia se sintió incómoda ante la mirada de Charles, pero intentó mantener la calma.

—Lo siento si le he dado esa impresión, señor —dijo ella con voz suave haciendo que Noah se girara hacia ella—. Sin embargo, puedo asegurarle que jamás le haría daño a Noah y a Liam. No me he casado con su hijo por el dinero, si es que cree en lo que dice mi ex prometido.

—Papá, te aseguro que no es como crees —aseguró Noah, defendiendo a su esposa—. Todo lo que has visto en la televisión y lo que has leído en la presa no es cierto. Lucas es un hombre celoso y obsesivo que no puede soportar que Sophia lo haya dejado plantado en su boda, por eso mismo está tratando de dañar su reputación. No es más que una venganza. Te aseguro que Sophia era una mujer honesta y trabajadora.

Charles hizo una mueca de disgusto, evidenciando que no creía demasiado en las palabras de su hijo.

—Papá, en serio, debes creerme —dijo Noah con convicción, a pesar de que apenas conocía a Sophia—. Ella es una mujer maravillosa, la mejor que he conocido en la vida. No podría estar más feliz a su lado —afirmó.

Charles suspiró y se pasó las manos por el cabello.

—No lo sé, hijo —suspiró—. Todo esto es muy difícil de creer.

—Entiendo que pueda parecer extraño, señor —dijo Sophia con una sonrisa amable—. Imagino que no es nada fácil para usted procesar que su hijo se haya casado, de un día para otro, conmigo, pero le aseguro que es tal y como dice Noah. Yo no tengo ninguna intención oculta para con su hijo. Lo único que quiero es ayudarlo todo lo que sea posible. Además, Liam es un amor.

Charles se dio cuenta de que Sophia era una mujer fuerte y decidida.

Aunque le costara comprenderlo, no podía juzgarla solo por lo que había leído en la prensa.

—Bueno, quizás te he juzgado demasiado rápido —repuso Charles, luego de unos cuantos segundos de silencio—. Pero, aun así, necesito estar seguro de cuáles son tus intenciones. No puedo permitir que mi hijo y mi nieto sufran. Por eso, quiero que se casen de manera oficial, en una boda tradicional.

Noah y Sophia se miraron el uno al otro, sorprendidos por la petición de Charles.

Tras unos segundos de vacilación, ambos asintieron.

—Está bien, papá —dijo Noah y sonrió—. Déjanos que lo hablemos y pronto te daremos una respuesta más segura.

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