—En serio, Lucas, ¿qué crees que estás haciendo? —exclamó Sophia, su voz temblorosa y cargada de dolor.Sus ojos, llenos de lágrimas, reflejaban la profunda herida que sus palabras le habían causado.Lucas mantuvo la mirada fija en Sophia, una mezcla de frustración y determinación en su rostro. Con una media sonrisa, respondió con voz entrecortada:—Contar la verdad, Sophia. Ya no puedo seguir ocultando la realidad.Sophia se sentía aturdida, con el corazón roto por las palabras hirientes de Lucas.Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, su voz apenas un susurro cargado de desesperación:—No puedes hablarme así, Lucas. No merezco ese trato. Si alguna vez me amaste, por favor, detente.El pequeño Liam, quien había permanecido en silencio durante toda la conversación, se acercó a Lucas en un instante, movido por la intensidad del momento.Con una mezcla de ira y tristeza en sus ojos, su mano temblorosa buscó algo, cualquier forma de aliviar el dolor de Sophia. Pero sus palabra
Noah tomó bruscamente la mano de Sophia, sintiendo cómo temblaba violentamente.Sus ojos ardían con una mezcla de amor y rabia mientras sostenía entre sus dedos un pequeño estuche, como si contuviera el peso del destino.Con manos temblorosas, lo abrió revelando un hermoso anillo, una joya ahora teñida de sombras.—Sophia —dijo Noah con voz entrecortada, sintiendo un nudo en su garganta que amenazaba con sofocarlo—. Esta noche, quiero hacerte una promesa. Quiero que este anillo sea el símbolo de nuestro amor y compromiso eterno. Pero también quiero que sepas algo más... —respiró hondo, sus ojos en llamas clavados en los suyos—. Los edificios en los que se encuentra la fundación, son míos y, con esta unión, ahora también son tuyos.—¿De qué estás hablando? —preguntó Sophia, su voz llena de incredulidad y temor, sus ojos dilatados como platos.—Así es, tan impactante como suena: poseo todo, y ahora, como marido y mujer, también son tuyos.Sophia quedó petrificada, su mente luchando por
UNA SEMANA DESPUÉS DE LA BODA.El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, Sophia se encontraba sentada en el sofá, absorta en sus pensamientos, mientras Liam jugaba en el suelo con sus bloques de construcción.—Mamá, ¿puedo hacerte una pregunta? —preguntó Liam con una expresión curiosa en su rostro.Sophia, quien aún no se acostumbraba a que Liam la llamara «mamá», miró al pequeño con ternura y asintió.—Claro, cariño. ¿Qué quieres preguntarme?Liam frunció el ceño, intentando encontrar las palabras adecuadas para su pregunta.—¿Por qué no duermes en la misma cama que papá? —inquirió con curiosidad infantil.Sophia se sorprendió por la pregunta. A pesar de su corta edad, siempre lograba captar detalles que otros pasarían por alto.—Bueno, Liam, mamá y papá decidimos tener habitaciones separadas porque cada uno necesita su propio espacio para descansar —explicó, tratando de simplificarlo para que él pudiera entender.El pequeño asintió, pero sus ojos brillaban con una chispa de dete
Sophia se encontraba en su despacho revisando algunos documentos cuando una noticia impactó su mundo.Rumores maliciosos habían comenzado a circular acerca de la fundación, sembrando dudas y desconfianza entre los colaboradores y los accionistas clave.La sombra de la sospecha se cernía sobre ella y sobre la obra que tanto había luchado por mantener, luego de que su padre le cediera el poder sobre las fundaciones.Con el paso de los días, Sophia vio cómo varios colaboradores, cegados por los rumores, dejaban de brindarle su apoyo.Por otra parte, los accionistas más poderosos habían comenzado a mostrar una actitud hostil y a cuestionar su liderazgo.Sophia se encontraba ante una encrucijada, enfrentando la posibilidad de ver cómo todo lo que había construido se desmoronaba frente a sus ojos.Noah, consciente del peligro que acechaba a Sophia, dado que ella lo había hecho partícipe de la noticia, decidió abordar el problema.De inmediato, consciente de que tenían que hacer algo, Noah l
Cuando el empresario se marchó, Sophia se giró hacia Noah, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y confusión. Había una mirada inquisitiva en sus ojos mientras esperaba una explicación convincente.—¿Qué haces aquí? —Estaba visiblemente sorprendida.—Te seguí —respondió Noah, sin rodeos—. Y me alegra haberlo hecho, de no haber sido así… no lo sé… —Tragó saliva.—¿Por qué me seguiste? —inquirió la mujer.—Liam te extraña mucho y pues… —contestó, tragándose para sí que él también la extrañaba, y suspiró—. Además, veo que necesitabas ayuda.Sophia se sentía abrumada. Si no podía cuidar una fundación por sí sola, ¿cómo pensaba que podría cuidar de Liam?—Noah —comenzó a decir con voz temblorosa—, si no puedo cuidar la fundación por mi cuenta, ¿cómo puedes esperar que me haga cargo de Liam?—Sophia —dijo Noah con ternura—, créeme que te entiendo, entiendo tus dudas y temores, pero te aseguro de que eres más fuerte de lo que piensas. Has demostrado tu valentía y tu determinación al pr
Al despertar, Noah lo hizo con una sensación de desorientación total.Al abrir los ojos, no comprendía muy bien dónde estaba, hasta que su mente, poco a poco, comenzó a procesar la información, recordando cómo había llegado hasta allí.La imagen borrosa y los sonidos le indicaron que había perdido el conocimiento y, en ese momento, se encontraba en un entorno que le resultaba sumamente incómodo.Con esfuerzo, intentó recordar cómo había terminado allí y por qué había perdido el conocimiento, sin embargo, su mente estaba completamente nublada.Mientras luchaba para recobrar la claridad de su mente, su mirada se posó en Sophia, quien, en cuclillas, abrazaba a Liam y lo mecía con suavidad.Una suave sonrisa se formó en su rostro mientras observaba aquella acogedora escena.Sin embargo, la imagen de Sophia meciendo a su hijo, además de reconfortante y cálida, despertaba aún más los recuerdos que lo habían llevado a perder el conocimiento.A medida que se despertaba por completo, un nuevo
Aquella mañana, Sophia se levantó temprano como de costumbre. Desde que Liam les había pedido que durmieran juntos, Noah y ella así lo habían hecho.Ella intentaba convencerse de que accedía a cumplir los deseos del pequeño, sin embargo, había algo de aquella cercanía con Noah que la relajaba y le daba una satisfacción más grande que, incluso, un encuentro íntimo.Al levantarse, no pudo evitar recrearse en la figura de Noah debajo de las mantas. Verlo, así, plácidamente dormido la hacía sentir la mujer más feliz del planeta. Ver la tranquilidad en él hacía que ella se sintiera tranquila y fuerte, capaz de afrontar lo que pudiera venir.No estaba segura de por qué, pero, junto a Noah, se sentía segura. Segura de que nada ni nadie podría hacerle mal.Intentando no hacer ruido, se encaminó hacia el cuarto de baño. Al salir, se encaminó hacia el pasillo, en donde se encontró con Liam parado al pie de las escaleras en silencio, con su muñeco de peluche abrazado con fuerza.—Mami —dijo el n
Cuando llegaron a la mansión, se adentraron en el más completo silencio. Liam, leyendo el ambiente entre Noah y Sophia, los abrazó con fuerza y, acto seguido, corrió escaleras arriba. —Ten cuidado te puedes caer —le advirtió Sophia, controlando con la mirada que no sucediera ninguna desgracia. Cuando el pequeño desapareció de su vista, Sophia se giró hacia Noah y lo increpó: —¿Me puedes explicar qué demonios fue eso? Noah la miró de pies y cabeza y vio lo desalineada que estaba por culpa del enfrentamiento con Irina. —No lo sé, Sophia. Te juro que no lo sé. —Dime qué diablos hay entre tú y tu exesposa. No quiero tener nada que ver con dramas familiares que me exceden por completo. Puedo ser amiga de Liam, pero no tengo por qué estar casada con un hombre que no olvida a su ex. —Sophia no es cómo piensas. —¿Y qué crees que pienso? No pienso nada, solo digo lo que veo. Me llega una foto en la que estás con tu ex con fecha de hace dos días, se presenta de la nada en el parque… Est